En la cola del viento

Capitulo 12

Capítulo 12

Me aferré a su pequeño cuerpo, lloré en su cuello mientras ella apretaba fuerte mi espalda con sus manos.

-Vamos dentro, pequeña...

No me separé de su cuerpo, ella mi guiaba hacia su hogar, y sus perros nos siguieron, al entrar me aparté para que pudiera cerrar la puerta, alcé mi cabeza y vi esa casa donde tantas veces había estado. Sonreí al recordar que estaba igual desde el último día que estuve aquí. Instintivamente di unos pasos por la sala y acabé sentada en el sofá que había en el centro. Y uno de sus bichos vino a saludarme.

-Hola Danka...

Le acaricié su cabeza y se apoyó en mi rodilla. Sonreí.

-Aún se acuerdan de ti.

La miré con nostalgia, dejé la sonrisa atrás, y una lágrima volvió a caer por mi mejilla. Al notarlo, se acercó a mí, y se sentó a mi lado, volví a abrazarla mientras ella me acariciaba el pelo.

-Tenía que haberte dicho lo de Alex...

-No, es tu vida... no tengo ningún derecho a saber eso.

La miré, que bonito era volver estar ahí. Quizás hubiera hecho una locura más, quizás la estaba deseando desde que volvimos a vernos... quizás...

-Malú, me voy ya, que si no no llego.

Me separé rápida de ella, mientras Malú siguió en la misma posición mirándome. Me giré y vi quien había dicho aquellas palabras.

-Perdonar... no sabía que tenías visita.

-(Malú se levantó) Gonzalo, esta es Vanesa...

-(Él sonrió) Encantado Vanesa.

Sonreí, y asentí amablemente. Aunque dentro de mí me moría de vergüenza. Si sé que está aquí no habría aparecido. Pero, aquí estábamos, el pasado, el presente, y quizás el futuro de Malú en una sola habitación.

-Bueno, (se giró hacia Malú) nos vemos el sábado.

-No tienes por qué venir a todos los conciertos... (Dijo ella arreglándole el cuello de la americana)

-¿Tú crees que voy a perderme tus tres palacios? (Beso su mejilla y ella sonrió)

-Como quieras...

Se separaron, y me miró.

-Espero volver a verte por aquí de nuevo.

No entendí muy bien porque me dijo eso, ni porque Malú bajó su cabeza ruborizada, él sonrió y se fue.

-No le hagas caso... (Comentó Malú)

-Se os ve bien. (Susurré)

-Es una bonita amistad.

Me la quedé mirando después de esa última frase, ¿bonita amistad?, me había perdido tanto de Malú que quizás la que no la conocía era yo. Me volví a sentar en el sofá, y hundí mi cara en mis manos, respiré.

-¿Me vas a contar que ha pasado? (Preguntó Malú sentándose a mi lado de nuevo)

-Yo... (La miré)

-Desde el principio Vane.

No se si estaba preparada para hablarle de todo lo que pasó, y mucho menos de cómo lo pasé cuando nos separamos. No empecé por aquel principio que para mí fue el final, sino por aquella noche que volví a comenzar.

-La otra noche, cuando nos encontramos y paso todo aquello... (Asintió y con sus dedos me limpio una lágrima que cayó traviesa por mi mejilla) Y te fuiste... (Agaché mi cabeza hacia el suelo)

-Ey... (Me levantó con cuidado mi cara) Sé que si fuera por ti, me habría quedado...

-No hice nada para impedirte que te fueras.

Ahora fue ella quien bajó su mirada al suelo, y yo la acompañé.

-Alex no le gustó verte ahí... Y... no se lo tomó muy bien.

-Lo noté. ¿Desde cuándo sois... bueno... pareja?

-(La miré) Más de un año...

-Vaya.

-Si... Nos conocimos en la grabación de ¡Polvo de mariposas', y...

-¿Las sentiste?

-(Sonreí) Si... Era maravilloso...

-¿Era?

Deje de sonreír y me di cuenta de lo que había dicho. Era... Si, en pasado. Hacía semanas que no sentía esas mariposas, ni me parecía maravilloso cuando lo veía, ni cuando lo tenía cerca.

-(Asentí seria) Cuando te fuiste intenté irme a descansar pero... (Respiré hondo) Él estaba en la habitación y... me gritó. Nunca me había hablado así... se puso delante de mí y... me cogió... (Cerré los ojos y volví a respirar fuerte) me cogió de los brazos para... que me pusiera a su altura...

-Vanesa... (Apretó una de sus manos contra la mía)

-Me... me dijo que... (Le interrumpí, necesitaba desahogarme) que no podías estar ahí... y que nosotros no éramos una pareja normal... (La miré) ¿Cómo no íbamos a ser una pareja normal? Yo me considero una chica simple... no... no...

Dejé de hablar cuando la vi sonreír, de esas sonrisas de nostalgia, de haber recordado algo que te gusta.

-Eso era lo que querías, ¿no?

Y ahí estaba, recordando el pasado. No la miré, no tenía fuerzas para ello. Como el día que me fui de su lado, recordando aquella última conversación, cuando le dije que yo no quería eso, ella tan libre y yo, tan mía, y a la vez tan suya, tan nosotras que me daba terror que alguien lo estropease, y nadie lo hizo, porque fui yo la que lo rompió. Siempre pensando en el que dirán, en el que pensarán, y hoy me doy cuenta que quizás no está tan mal eso. Que no puede molestarme lo que alguien diga o cuente, mientras sea feliz y este a lado de quien quiera. Quizás estaba con Alex porque me tenía atrapada dentro de una habitación, atrapada dentro de su pensamiento, dándome a entender que era eso lo normal para nosotros, pero no. No. Tengo que ser valiente, y luchar por lo que hago creer a los demás.

-¿Sabes? (Nos miramos) Soy una cobarde... una mentirosa... He engañado a la gente toda mi vida y no quiero seguir así. Soy la que siempre se queja de los mareos, de que la gente tiene que ser libre... ¿y yo? ¿Por qué no me lo aplico a mí misma, Malú? (Me miró sin ninguna respuesta, di un paso y le cogí la mano que apretó instantes después) ¿Por qué no nos lo aplicamos a nosotras?

-Yo quería pero...

-Lo sé... (Le interrumpí) Lo estropee todo. Y ahora... (Sonreí mientras mis ojos se inundaban de lágrimas) Se te ve feliz... Libre, como el viento. (Miré al suelo) Yo... yo también quiero sentirme así alguna vez.

Noté como daba un paso, me levantó la cara con cuidado, y la vi sonriendo, se acercó a mí en silencio, miró mis ojos, miró mis labios, y ahí juntó los suyos con los míos.