Capitulo 2

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Capitulo 2

-Llegas tarde...

-¡O tu, muy temprano!

-Ay Alba... No tienes remedio...

Sonreí y negué con la cabeza mientras le contestaba. Se sentó y pidió un café. Hace tan solo unos meses que nos conocíamos y ya no podía vivir sin ella.

Alba es una chica muy segura de sí misma, la primera vez que nos vimos me dio un fuerte apretón de manos, me miró seria y me dijo, 'quiero que saques un libro con nuestra editorial'. Salí de esa cita algo asustada, no dormí bien aquella noche, y tuve que llamar a Ana, mi mano derecha, para explicarle todo. Hacía tiempo que una persona no me hacia removerme la cabeza como ese día Alba, tanto que esa misma noche nació uno de los textos más importantes que meses después aparecería en mi libro. Alba, pareció tan segura de sí misma que me pareció raro que no me llamase al día siguiente, ni al otro. Se espero el tiempo adecuado, un par de semanas después volvimos a quedar, esta vez para comer, y le dije si a la idea que me había propuesto. Recuerdo que sonrió, le di mis primeros textos que pensé que leería en casa, pero no, los sacó en medio del restaurante, acabó de leer el segundo y me miró. Los volvió a guardar y me tendió otra vez la mano regalándome un 'bienvenida a Planeta'. Desde entonces nos hemos ido encontrando todas las semanas, aunque no tuviéramos nada que hablar sobre el libro, para ello teníamos las decenas de emails diarias que nos enviábamos, siempre queriendo saber más de aquella historia que estaba plasmada en el trasfondo de mis escritos. Y así es como se ha convertido en una buena amiga, qué bien tenerla cerca.

-Bueno, cuéntame. (Dijo mientras ponía sacarina a su café)

-No hay mucho que contar... (Le contesté sin mirarle)

-Sé que me adoras, y que siempre es bueno verme... (Dijo sonriendo, y yo reí) Pero, te conozco, y algo te pasa por esa cabecita.

Suspiré, puse mis manos en la cabeza y me removí nerviosa el pelo, levanté mi mirada y me encontré con la de Alba.

-Ayer Ana me explicó lo de Malú...

-¿Qué ha pasado con Malú?

-¿No ves las redes sociales? (Pregunté extrañada)

-Poco... Te recuerdo que estoy en plena promoción de un libro de poesía...

-(Sonreí) Y lo estás haciendo genial...

-Lo sé... Pero va, cuéntame.

Le expliqué por encima la cancelación del concierto, le enseñé alguna foto, y videos de la salida de Malú, todos en silencio para que nadie oyera nada. Para terminar le comenté mi mensaje y su ignoración.

-Yo sigo sin entender a esta mujer... (Comentó Alba cuando terminé de explicarme) Bueno, ni a ti tampoco, amiga.

-¿A mí?

-Sí, si... a ti. Libre, sin mareos, la piel es piel... Es muy bonito decirlo, pero, ¿la realidad como la llevas?

Iba a contestar algo indignada hacia eso, pero sonó el teléfono y Alba sonrió ganadora. 'Esto no quedará así...' Susurré antes de descolgar la llamada.

-¡Hola! (Contesté sonriente)

-¿Qué pasa niña?

-Todo en orden, y tú, ¿Cómo vas?

-Muy bien, inmerso en el nuevo disco.

-Que ganas de oírlo.

-Pues para eso te llamaba... ¿Estás en Málaga?

-No, estoy en Madrid. Tengo alguna promoción del libro y me muevo poco de la ciudad.

-Es verdad, que te tengo que llamar mujer océano... (Reí ante el comentario) ¿Y... podrás escaparte algún día y venir a Sevilla?

-Supongo que sí, se lo comento a Ana y te digo. ¿Ha pasado algo?

-Nada grave... solo que... (Hizo una pausa, unos segundos que para mi fueron eternos) Quiero que compongas un tema para mi disco.

Y ahora fui yo la que hizo la pausa. Cogí aire, y procese la información.

-¿El maestro me está pidiendo componer para él?

-(Rió) Vanesa... sabes que no me gusta que me llames así.

-Alejandro, ¿lo has pensado bien?

-Lo he pensado, y lo he hablado con mi discográfica. Están encantados.

-Pero...

-No hay peros. Quiero una canción tuya, así que habla con quien tengas que hablar. Te espero la próxima semana.

-Ale...

No dejó que terminara. Supongo que sabía perfectamente que iba a poner cualquier escusa para no ir, por miedo, por vergüenza, mil cosas me pasaban por la cabeza.

-Vane... ¿estás aquí? (Dije Alba chasqueándome los dedos delante de mi cara)

-Perdona...

-¿Era Alejandro Sanz? (Dijo con media sonrisa y sus cejas arqueadas)

-Aja...

-¡Qué fuerte!

Noté como Alba me hablaba, pero dejé de escuchar, solo asentía con la cabeza, ya que mi mente estaba aun en la llamada que había recibido. No era muy normal que él, el mejor escritor que conozco me pida una canción para su disco. Era impensable, un sueño hecho realidad. Me di cuenta de ello, tenía que moverme y hacer mil cosas para poder ir, sin miedo.

-¡Alba!

-¿Qué te pasa? Estaba hablando... (Comentó)

-Ya... Lo siento. Tengo que irme.

-¿Desde cuándo me dejas tirada?

-(Sonreí, me levanté de la silla) Desde que me llama Alejandro Sanz para ir a componer con él...

Noté como mi amiga rió a mis espaldas, y me envió un beso que recibí sonriendo. Llamé a Ana y le pedí que viniera a la oficina para comentarle la llamada que había recibido, y una vez allí reorganizamos un poco la agenda, conseguí tener un par de días libres para poder ir a Sevilla, y los próximos tenía promoción en el Sur. Podría irme con mi propio coche y Ana esperarme ya allí para las siguientes entrevistas. Ya quedaba menos para que la promoción terminase, y nos pusiéramos inmersas en mi nuevo disco. No había tiempo que perder.

La semana pasó rápida, ya tenía la maleta en el maletero, me despedí de Alex, él se quedaría en Madrid para hacer una campaña de publicidad y luego algún casting, ME DIRIGÍ JHACIA EL SUR temprano, paré para estirar las piernas a media mañana, aparqué el coche delante de casa de Alejandro cuando era la hora de comer. Cogí mi bolso, cerré la puerta y me encaminé hacia la entrada de la casa, estaba abierta así que me dirigí haci ala puerta principal. Respiré, y un escalofrío recorrió mi cuerpo, cuentas veces había visitado esa casa, y no sola, siempre acompañada, a mi lado con las manos entrelazadas. Volví a respirar y me atreví a llamar al timbre.

-¡Ya voy!

Se oyó tras la puerta, y no era la voz de Alejandro. La reconocí al instante, y di un paso atrás, no podía ser. Noté como la puerta se abría, y allí estaba ella, enfrente de mí.



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¡¡¡¡Gracias por la acogida de la historia!!!!

En la cola del vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora