Capitulo 7

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Capitulo 7

-¿Y qué te dijo?

-Nada Alba... Me fui dando un portazo.

-Pobres los que estuvieran al lado de esa habitación.

-Muy graciosa...

Hacía un par de horas que había llegado de Málaga, estaba tomando unas cañas en el centro de Madrid junto con Alba mientras le contaba lo que había pasado aquella noche en el hotel con Malú.

Después de cuatro días de entrevista aun no había tenido tiempo a hablar con mi amiga, y con Ana apenas pude explicarle mucho. Y con Malú...

-Y, ¿has sabido algo más?

-(Suspiré) Me envió un mensaje minutos después.

Cogí el móvil y se lo di. Abrió la conversación y leyó el mensaje.

-'Siento haberte dicho eso...' (Me miró) No hay contestación por tu parte.

-Ni la va haber (Le contesté mientras volvía a coger mi teléfono)

-Vanesa... Quizás es hora de hablar.

-No. Tuvimos mucho tiempo para hablar y ella no quiso. (Le dije sin mirarle)

-¡Ja! Pero si eso no es verdad.

La miré, estaba seria. Cómo me conocía.

-Fue un acuerdo entre las dos.

-(Rió) Que morro...

-¡Oye!

-Que sí, que si... miéntete.

-Pero...

-No hay peros. Hay ganas amiga. (Sonrió) ¿Y si ella quiere romper ese acuerdo? (Dejé de mirarla) Creo que sois bastante maduras para tener una relación...

-Alba... (La miré) Yo... yo no puedo... no... No estoy preparada.

Cogió una de mis manos, y me sonrió.

-Lo sé. ¿Sabes? Recuerdo la primera vez que me hablaste de ella...

-(Sonreí) ¿Si?

-(Asintió) Días después del concierto de Cadena Dial... Tres de...

-Tres de Septiembre. (Le interrumpí)

-Viniste a darme uno de los últimos poemas para el libro, y me hiciste prometerte que sería el primero que saliese plasmado en tu obra. Porque así...

-Porque... (Volví a interrumpirla) Si algún día lee mi libro, será el primer escrito que se encuentre.

-Yo no sé qué pasó ese tres de Septiembre, y no voy a pedirte que me lo cuentes... (Sonrió y apretó más fuerte la mano que tenia unida a la mía) Pero quiero que sepas que estoy aquí, y que estaré cuando te sientas valiente para coger y decirle que... volverías. Volverías a girar la cabeza, el cuerpo y tu vida.

No pude decirle nada, no podía contestarle algo innegable, volvería... Quizás sí. Pero mientras, voy seguir mintiéndome, y lo admito. Como también acepté ese tres de Septiembre que aun seguía queriéndola, y tuve que poner aun más distancia entre las dos. Por ella, por mi...por cobardía. Por no marearla, aquí sigo, hiriéndome a fuego lento cada vez que ella se cruza en mi camino.

-Alba...

-(Soltó nuestras manos) Si... es tarde... Alex, te estará esperando en casa.

Le sonreí. Siempre me entendía, aunque no compartiese lo que estaba haciendo en mi vida, ella callaba y me dejaba, como tantas veces hacia Ana e Inma. Maravillosas.

Cogí mi bolso, mi chaqueta y me fui de ese bar, subí a un taxi y me dirigí a casa. Entré y mi perra Carmela me saludó, le acaricié y mimé en la puerta antes de saludar en voz alta. Cogí la maleta que había dejado en la entrada antes de irme con Alba, pasé por el salón y me encontré a Alex concentrado en el sofá.

-Hola... ya estoy aquí.

No obtuve respuesta, vi que estaba leyéndose un guión, y siempre que lo hace no escucha a nadie más. Me molesta que no me contesten pero ya estaba acostumbrada a ello. Pero quizás hoy no era el mejor día para que no me hiciera ni caso. Me senté a su lado, y le toqué el brazo para que reaccionara, pero nada. Resoplé y me levanté.

-Alex... (Me quedé enfrente de él) ¡Alex!

Y mi paciencia llegó al límite, llevaba días sin verlo, y apenas me había hablado vía mensajes de móvil. Cogí el cuaderno que tenía entre sus manos y lo dejé en la mesa.

-¡¿Qué haces?! (Gritó)

-Estoy esperando a que me digas... ¡Hola, Vanesa! ¿Qué tal el viaje?

Volvió a coger el libro, y se puso a leer de nuevo.

-Esto es mucho más importante, Vanesa. (Dijo)

-(Levanté mis cejas sorprendida) ¿Así que un guion es mucho más importante que tu chica?

No me contestó, simplemente asintió con la cabeza y siguió leyendo. 'Perfecto' me dije a mi misma. Salí del salón, y me dirigí a la puerta, la abrí y me fui a llamar a la entrada de enfrente. Espere hasta que Inma abrió.

-¡Hola! ¿Qué tal el viaje?

Sonreí, ella sí, nunca me fallaba.

-Ponte guapa, llamó a las chicas y salimos a cenar.

En la cola del vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora