- Tengo una sorpresa. -dice Neil. Hace un rato que salimos a la piscina. Andar bajo este sol es morirte, pero como vamos a estar en el agua pues aguanto todo lo posible. Neil, con su camiseta blanca de mangas cortas y su bañador negro; su pelo, el cual brilla más todavía por el sol y sus ojos que me miran como si fuera una modelo internacional, está imponente. Es un dios griego, pero pienso que lo será aún más cuando este en la piscina.
- ¿Ah, si? -digo sonriente.
- Si. Y se que te va a encantar.
- ¿Puedo saber el por qué de la sorpresa?
- Porque no llegó cuando tuvo que llegar.
- Sabes que podría meterme en tu cabeza y averiguarla, ¿no?
-Si, pero te encantan las sorpresas y no lo vas a hacer.
- Está bien. Si cogemos este callejón llegamos antes. Está justo enfrente.
- Como quieras.
- Oye... Neil. ¿Antes de que te olvidará, te dije alguna vez que estaba enamorada de ti? -Neil se detiene en seco. Me giro hacia el y lo miro a los ojos. El me observa como si hubiese dicho la frase más loca y sin sentido del mundo.
- Tu y yo estábamos enamorados como en los cuentos o en las películas. No hacía falta decirlo, se sabía.
- Pues yo pienso que aunque se sepa, a todos nos gusta oír que nos quieren. - Salgo a correr el último tramo para llegar a la piscina.- ¡Quien llegue antes gana! - Miro hacia atrás y veo a Neil gritando mi nombre y corriendo. Sonríe y en ese momento decido girar la cabeza, porque de otro modo me quedaría embobada mirándolo y probablemente chocaria con una farola. Cuando estaba dispuesta a girar la cabeza, veo que en la puerta hay una chica parada leyendo el letrero, pero voy demasiado rápido y acabo arrollandola y cayendo las dos al suelo. Tengo que dejar de caerme así. Creo que tengo una ligera especie de atracción magnética con el suelo.
-Auch, mi cabeza. Lo siento mucho. -le digo a la chica. Me toco el lugar del golpe.
- Es que no puedes ser más torpe hija mía. Eres despistada hasta en otro planeta.
Escucho esas palabras y algo en mi interior salta. Levanto la vista rápidamente y ahí está. No puedo creerlo, es imposible. Miles de lágrimas se acumulan en mi ojos buscando salir, y lo consiguen.
Busco a Neil con la cabeza y sonríe. La vuelvo a girar y allí está. No es un sueño.
- ¿Mia..?
- En carne y los pocos huesos que me hayan quedado después del golpe.
- Oh, cállate ya pesada. - Aún en el suelo, me abalanzo encima de ella y la abrazo. - No se como es que estás aquí pero, Dios mio, como te he echado de menos.
- Yo también, creeme. Es una larga historia.
La abrazo y le doy besos por toda la cara. Cosa que se que odia porque no es una persona cariñosa, pero creo que debido al tiempo que llevamos sin vernos me los acepta y se rie. Nos ponemos en pie y muchas preguntas empiezan a componerse en mi cabeza.
- Aria, las preguntas para otro momento. Aún no ha terminado la sorpresa. Solo entra con Mia y ten la mente abierta.
Entro y después de dejar en las taquillas la ropa salimos a la piscina.
Abro los ojos como platos y ahí están. Todos nuestros amigos están esperándonos junto al agua. Hay una gran mesa con comida y la pequeña Laura esta con un flotador alrededor de su pequeña cintura. Agarra a su madre con fuerza. Está asustada. Quizás no me haya portado del todo bien con ella y por eso esta así. Tiene tres años como mucho y me he portado fatal. Normal que me tenga miedo.
Me acerco a Lea. La miro fijamente a los ojos y por fin lo entiendo. No es lo ellos querían, pero miralos. La pequeña es feliz y ellos dos se ven mejor que nunca.
Sonrío, tienen suerte de ser una familia unida.
Rodeo con mis brazos a Lea y le susurro un lo siento acompañado de más lágrimas.
- Entiendo tus sentimientos Aria. Has estado separada de nosotros por muchos años y te has encontrado con todo esto. Te he entendido siempre.
- No estaba enfadada contigo, es conmigo con quieb estoy furiosa, porque me perdí toda tu vida. Lo siento.
Ella asiente y abraza más fuerte. Me separo y me pongo en cuclillas.
- Hey, Laura. Soy tu tía Aria. Me alegro mucho de conocerte por fin. Eres una niña preciosa. - La pequeña sonríe levemente y se esconde tras su madre. Le sonrío de vuelta.
- Y ahora, ¿ que hacéis todos aquí? En fin, me alegro de veros pero no entiendo nada.
- Aria, todos entendemos que quieres estar a solas con Neil y vuestra... intimidad. -recalca esta última palabra en un tono mas sensual - pero nosotros también tenemos derecho a disfrutar de nuestra amiga. - Dina se rie y siento ganas de estrangularla.- ¡DINA! - exclamo intentando no reírme.
- ¡¡¡Eso!!!! -dice Mike riéndose.
- Pues entonces no se diga más. ¡ Todos al agua!
Como si una bomba hubiese estallado, el agua salto por todos lados. Todos nos tiramos al agua,incluida la pequeña del grupo. Gritamos y nos reímos.
Cuando salimos del agua nos sentamos todos en las hamacas que colgaban por todas partes.
Estaba sentada junto a Neil y Mia hablando de todo lo que hemos hecho.
- Aria, se que no es un buen momento para esto, pero tengo que decirtelo. Al igual que a Neil, no me vas a recordar. Todos los recuerdos que tienes en la Tierra conmigo... sabias mi nombre real y mis apellidos, como era yo. Todo. Lo siento. - sus ojos se volvieron tristes y me miro de soslayo antes de mirar hacia abajo.
- Mia, no me hace falta recordarte para saber que eras, eres y seras mi mejor amiga. Tengo recuerdos suficientes contigo como para que no me hagan falta los otros. - le di un toque en el hombro, ya que la tenia sentada en la misma hamaca que yo e hice que me mirara. Le sonreí. - Te quiero igual aunque no te recuerde. - Ella sonrío y me abrazó.
- Por cierto, te he traído un regalo. Algo que te encanta. En seguida vuelvo.
Mia se levanta y corre hacia el interior, donde estaban las taquillas. Neil me tapa los ojos y yo intento deshacerme de sus manos, aunque claro, no sirve de nada ya que tiene el doble de fuerza.
- Ya estoy aquí. A la de tres: una, dos y tres. - A la que Mia cuenta tres, unas suaves manos destapan mis ojos. Llevo mis manos a la boca y me abalanzo sobre ella.
Mi perrita Enaila me ladra y me chupa como si hiciera siglos que no me ve. No sabia cuanto la había echado de menos hasta ahora. Mueve la cola muy contenta y yo la acaricio como hacía tiempo que no hacía. Tiene que haberlo pasado fatal. Mis "padres" no le hacían ni caso y yo era la única que la sacaba a pasear. A ellos les daba miedo porque al ser una husky es bastante grande.
- ¿Dejan tener perros aquí? - Mia se rie.
- No, pero como somos los únicos que estamos aquí nos lo han permitido. Le contamos la sorpresa y al parecer les pareció muy bonito y nos dijeron que si.
- Me ha encantado Mia, muchas gracias. -la abrazo y Enaila se pone celosa. Lo se porque se me tira encima y me chupa la cara. Río y le suelto el collar. La perra corre por todo la piscina.
- Mia, se que dijimos de hablarlo después pero necesito saberlo. ¿Como conoces este mundo? ¿Como conoces a mis amigos?
- Porque también son mis amigos. Aria, soy tu protectora. Cuando te mandaron hacia la tierra yo fui contigo. Me fui acercando poco a poco a ti. Me hice tu amiga en ese mundo. Se que no lo parece, pero te protegía de cualquier cosa que te pudiera pasar. ¿Te acuerdas a los catorce cuando me fui de viaje? Pues vine aquí y le informe a Neil de como ibas, le enseñaba fotos tuyas y el... - lo mira con ojos tristes - lo ha pasado muy mal. ¿Y cuando viste aquella sombra? Después de que me dijeras que tuviera cuidado la capture y maté. Te protegía aquí y allí también.
- Es decir, que tu también has vivido siempre aquí.
- Si.
- ¿No tenemos fotos juntas? Ya sabes, estando aquí.
- Si. Muchísimas. Te las enseño. -saca su móvil, el que nunca me ha dejado tocar. Abre la galería y veo muchas fotos nuestras. Algunas en la tierra, otras son aquí. Tenemos fotos en el puente, en el cine, en esta piscina, en mi casa... y al pasar una foto sonrío. Estamos todos en un bosque como el de mis sueños. Espera, sueños. ¡Claro! Yo he visto a Neil en sueños, nos he visto y me he acordado de el. Aún hay una posibilidad de recordarlo, de recordarlo todo. De llenar este hueco en blanco que hay en mi mente.
- Neil, puedo recordarte.
YOU ARE READING
Connected
Teen FictionJavi me engaña. Mark es mi enemigo. Neil es un alienígena. Mia es mi protectora. Mi familia no era mi familia. Mi familia de verdad está muerta. Soy Aria, vivía en la Tierra, ahora vivo en Aeonix. Y ahora comienza mi guerra.