Capitulo 33

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Durante la cena con la familia de Nicolas salio el tema de mi embarazo, no me extraña que ellos ya lo supieran por Lize pero me alegra que su actitud madura me ayudara a no sentirme acorralada, me confesaron que, aunque al principio todos estaban sorprendidos por la noticia, lo tomaron muy bien, demasiado bien para mi gusto, ahora no solamente tendré encima a mis amigas si no que también ellos estarán preocupados por mi en todo momento.

Y  no puedo quitarme de encima ese sentimiento de convalecencia que me da cuando la gente se preocupa mucho por mi, en mi familia no somos para nada afectuosos, me toco criarme con dos padres ausentes por exceso de trabajo y no puedo quejarme de eso, pues gracias a su esfuerzo logre todo lo que soy ahora, las comidas en familia y fechas especiales se reducían a llamadas telefónicas y disculpas por no poder llegar.

El hecho de que su hija fuese mujer le provocaba mas estrés a mi padre, el aseguraba que, si yo hubiese sido un varón todo seria mas fácil.

Aunque claro, nos amamos, a nuestra manera, pero sé que es así, aunque nunca lo escuche decir de sus bocas se que me quieren y que están orgullosos de mis logros o al menos lo estaban hasta ahora que el peor de los miedos de mi padre se ha cumplido, que me embarace de un tipo que no se hará cargo y manche el nombre de la familia, y aunque ya no estoy en el instituto y soy una mujer bastante adulta, tengo temor de decepcionarlos, en mi familia a pesar de no ser nada afectuosos, somos bastante tradicionales.

En cambio la familia de Sofi, ellos son tan afectuosos y sentimentales como mi amiga, y les estoy agradecida por haberme hecho un hueco en su familia en cada celebración de navidad y año nuevo que estaba destinada a pasarlo sola, en esa familia reina la alegría y sus reuniones son tan agradables que te hacen sentir a gusto.

Ellos piensan que mi familia y yo somos muy graciosos, yo podría asegurarles que somos bastante crueles, pero la gente siempre piensa que estamos bromeando, en nuestra familia tenemos un problema con la sinceridad.

Recuerdo que la única vez que mis padres me acompañaron a una fiesta de halloween en casa de Sofi, su tía Lily rompió en llanto, quisimos alargarla por su disfraz de prostituta y no fue hasta después de la fiesta que nos explicaron que la pobre no llevaba ningún disfraz.

En mi defensa diría que ella exagero un poco, solo tratábamos de hacerle un cumplido .

Lo mismo paso con mis amigos de escuela y universidad, siempre pensaron que estaba haciéndome la graciosa, cuando en realidad tenia eran "ataques de sinceridad" como los llama Sofi. Ella siempre me comprendió sin juzgarme, me conoce mejor que nadie, me rescato de situaciones que pudieron haber acabado con la frágil autoestima de una persona, o peor aun, en dirección y expulsada del colegio.

Como aquella ocasión donde quise decirle a un compañero que odiaba su peinado lleno de goma y el olor de su fragancia.

Sofi me convenció de que, lo ideal, era decirle que amaba su cabello despeinado y regalarle un perfume que me gustara para su cumpleaños, y debo decir que funciono. Ademas de que el tipo se sintió muy alagado durante semanas.

Aunque claro, no siempre su consejo llego a tiempo.

Recuerdo la vez que intente convencer a la maestra de ciencias de hacer el trabajo sola porque mi compañero tenia un problema grave de acné y me era demasiado desagradable tenerlo cerca. Creo que hacerlo frente al pobre chico fue el combustible para que la señora se volviera un poco loca.

—Lo se, la sutileza nunca fue lo mio.

Termine con un enorme cero por nota y me encargue de que el tipo me odiara, tanto como yo a él.

Mi propio cuento de hadasWhere stories live. Discover now