Capitulo 30

106 18 31
                                    

—¿Cariño estas bien? —pregunta Sofi preocupada.

Ni siquiera puedo contestarle cuando estoy devolviendo el estomago una vez mas en el baño, han pasado cinco semanas desde el día del accidente, tres que salimos del hospital porque yo me quede hasta el ultimo día que estuvo Nicolas aunque no podía verlo, nadie pudo sacarme de ahi, me dedique a comer dormir y recibir visitas, y hoy por fin estoy lista para reincorporarme a la oficina y reunirme con la junta directiva para el ascenso de Nicolas, los nervios me están matando, no estoy segura si el estará aquí y no estoy lista para verlo, no se como actuar, como debería tratarlo o como comportarme, una nueva arcada me sube a la garganta y termino de expulsar hasta los riñones al excusado. 

Malditos nervios.

—Lize te esta preparando un té, yo me voy a la sala de reuniones para recibir a los socios—informa Sofi, sé que no se ha ido porque aun puedo ver su sombra del otro lado —. Te quiero corazón, tu eres mas fuerte que todo esto, ¿vale?

—Vale —respondo mientras abro la puerta, debo de estar horrible y si voy hacer esto lo voy hacer de la mejor manera que pueda, tomo mis cosas y comienzo a maquillarme, Lize entra con una taza humeante que huele delicioso a manzana y canela.

—Estoy segura que esto te ayudara con... los nervios —dice al soplar el exceso de humo del té, no dudo en aceptarlo y comenzar a tomar sintiendo como llega a mi estomago calmando las nauseas y refrescando el paladar.

Mmmm esta delicioso.

Me lo tomo en casi tres tragos largos y Lize me sonríe como una mama satisfecha, se que no nos hemos visto ni hablado mucho, a veces la evito para no recordar tanto a Nicolas con su presencia aunque en este momento no creo que esa sonrisa sea porque me extrañe tanto, Lize es de esas personas que aunque no hablen tienen el rostro tan expresivo que te das cuenta cuando tienen algo que decirte. Es mi power ranger y la extraño mucho. 

  —¿Que pasa? —pregunto sin rodeos.  

—Hablaremos de eso luego, al terminar la reunión —responde acomodando mi maquillaje —. Ahora necesito que estés calmada, como imaginaste Nicolas esta aquí en la sala de juntas, recuerda que no es bueno ni para el, ni para ti, esforzarse por recordar el pasado, solo tienes que ser tu misma, deja que las cosas se acomoden solas, eres estúpidamente la mujer mas hermosa que conozco, si tu no puedes reconquistar a tu chico, entonces no hay esperanzas para nosotras las mortales. —Asiento moviendo la cabeza, mientras ella pasa sus manos por mi cabello para que quede presentable.

Trato de recuperar la confianza y camino decidida a la sala de juntas, si el no me recuerda yo también puedo ignorarlo.

Un mar de sentimientos encontrados me invade, quisiera poder abrazar a Nicolas y decirle lo feliz que me hace todo lo que esta logrando, pero tengo que mantener mis sentimientos a raya si no quiero ser la causante de que su estado de salud empeore, Lize nos ha contado los constantes ataques de ansiedad, estrés y dolores de cabeza que Nicolas ha estado padeciendo y lo ultimo que esperan de mi es que yo también me sume a los problemas por lo que me he mantenido al margen de todo.

Arturo me sorprende desde un inicio, llamándome amorosamente a sentar a su lado, se ha comportado conmigo muy complaciente y alegre, cosa que ha mantenido a su hijo menos amigable de lo normal, y es que yo tuve la gracia divina de conocer a este hombre en todas sus facetas, en tan solo unos meses podría reconocer todos los estados de animo de Nicolas, a pesar de ser un dulce caramelo cuando estuvimos solos, también fue una patada en las bolas la mayoría del tiempo.

Arturo me observa durante la reunión y me pone nerviosa, incluso Nicolas no puede disimular su malestar al ver el interés que tiene su padre conmigo, estos hombres están matándome de nervios y lo único que puedo hacer para disimular es comer y comer, ademas de que mi estomago me estaba reclamando alimentos luego de que vomitara hasta la cena de hace tres días, sin darme cuenta incluso termine tomándome el té de Nicolas, el mismo que Lize me había preparado minutos antes a mi para los nervios, Nicolas voltea los ojos con fastidio al darse cuenta, mientras que Arturo me ve con aquella cara de complicidad como que compartiéramos un gran secreto que no puede ser liberado pero que se le nota que lo pone contento, al terminar la reunión trato de simpatizar con Nico pero solo recibo un apretón de manos sin respuesta y como si le quemara salio a gran velocidad.

La decepción me dura poco pues su padre me regala gran abrazo de oso y me dice algo al oído que me hace sonreír y al mismo tiempo mirarle sorprendida.

—Tienes que hacerlo volver a ti, Celeste 

Mis ojos se bañan de esperanza al escucharlo, sentir que hay alguien de mi lado me hace sentir alivio,  pero las dudas del por que me lo dice me atacan

—Arturo, yo..yo no quise .. ohhh Dios ¿desde hace cuanto lo sabes?—hablo atropelladamente no me salen las palabras y me da mucha vergüenza que piense que no he podido ser profesional en mi relación con Nicolas, el me mira con ojos de amor y da una sonora carcajada, que me deja aun mas confundida.

—Celeste, mi vida — me toma de las manos —. Soy su padre, conozco cada gesto, cada mirada, cada mentira que me decía para pasar mucho mas tiempo contigo —ríe, yo sigo confundida no sabia que Nicolas le decía mentiras a su padre para estar conmigo, sin darme cuenta me he puesto roja, recuerdo el primer viaje que hicimos donde el insistió que su padre nos enviaba de carácter urgente, ahora podría apostar que todo fue mentira.

—Entonces tu nunca... —cuestiono con miedo, sin saber si sentirme enojada o... con esperanzas de que su hijo sintiera algo verdaderamente fuerte por mi desde antes de yo darme cuenta de mis sentimientos por él.

—No, yo no tuve que ver en ninguno de esos viajes, pero debo confesarte que jamás lo vi tan feliz como él estaba al regresar, por eso no me atreví a decirte la verdad y aclararlo contigo, y luego cuando me di cuenta que estuvieron juntos también antes del accidente —su rostro parece perder la sonrisa ante el recuerdo —. Nicolas te traería a casa, su madre estaba muy feliz de poder conocerte al fin, también su hermana. 

—¿Quien te lo dijo? —pregunto sorprendida, y llena de sentimientos estoy aliviada de que supieran todo y no me odien ni me culpen por el accidente.

—La vieja metomentodo de su nana —contesta,  una sonrisa malvada le cruza por el rostro seguido de una nueva carcajada.

 Yo escucho cada detalle que la nana compartió con Arturo, desde que compartimos cama, hasta la celebración , el baile, Nicolas ebrio pidiéndome matrimonio, siento que se me ponen las mejillas calientes de la vergüenza, la viejita no se quedo con nada, y a mi que me daba tanta ternura la condenada. 

—Estábamos preocupados por ti, pero los médicos nos mantuvieron también al tanto de tu recuperación, debo de admitir que resentí mucho el hecho que quisieras hacerte a un lado, pero Lize nos explico tus motivos y decidimos darte espacio. Pero ya no mas, queremos tenerte en nuestra vida Celeste.

—Yo... lo siento mucho —lloro,  no se que mas decir, estoy tan conmovida de sentir que ellos se preocuparon por mi, que su familia me aprecia, aun sin conocerme, estoy muy sensible últimamente y las ganas de llorar me traicionan.

—Basta, basta no llores, ahora juntos vamos a recuperar la alegría de mi hijo, eso si, con mucho tacto para que los médicos no se pongan mas difíciles —Palmea mi espalda haciéndome sentir reconfortada.

Todo el sentimentalismo del momento es cortado cuando escuchamos una discusión en el pasillo y nos apresuramos a salir de la sala de juntas para poder saber que pasa.

Lize, mi power ranger  esta interponiéndose entre David y Nicolas que se retan con la mirada a punto de irse a las manos.

—¿Que demonios pasa aquí?—exige Arturo, es el quien logra romper el hielo en la discusión.

—¡Eso mismo quiero saber yo, que hace este tipo aquí cerca de mi novia! —responde Nicolas o mejor dicho grita exaltado.

Yo me he quedado sin aliento, ¿ha recordado? si, ha recordado que me pidió ser su novia, y también recordó a David y por eso esta celoso, la sorpresa me tiene perdida en mis pensamientos hasta que Lize mueve la cabeza negando con preocupación, rápidamente señalándome la silueta que ni siquiera me había percatado estaba en medio de todo este malentendido.

 —¿Leslie?

De pronto todo es solamente un eco y la vista pasa de borrosa a negro, solamente siento que voy cayendo y luego floto en el aire, apenas y escucho a Lize gritando mi nombre en la distancia como si hubiese caído en un hoyo negro y profundo.


*Huye

Mely

Mi propio cuento de hadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora