Capitulo 31

101 19 23
                                    

Escucho mi nombre a lo lejos y poco a poco voy volviendo a la realidad, estoy acostada en el sillón de mi oficina privada y todos me hablan al mismo tiempo, trato de incorporarme con la rápida ayuda de David y puedo notar su cara angustiada igual a la de Lize, Sofi, Sean, Arturo y trato de unir los puntos para saber exactamente que me sucedió, solo recuerdo desfallecer de un momento a otro sin ninguna justificación.

—¿Qué...que me paso? —mi voz sale pausada y ronca

—Te desmayaste, y vaya susto que nos diste —Arturo es quien contesta, se le notan las arrugas alrededor de los ojos por la expresión de preocupación que tiene.

—¿Qué? ¿por qué? —Pronto recuerdo lo que estaba pasando antes de caer y mi vista viaja por toda la oficina buscando a las dos personas que faltan.

—Se han ido —contesta Lize con pena —. Tenían asuntos privados que resolver  y decidieron hacerlo lejos de la oficina porque el ambiente se puso demasiado tenso con tu desmayo .

¿Cómo es posible que Nicolas nunca mencionara a nadie? esto debe de ser una broma de mal gusto, es decir, toda una serie de acontecimientos sin razón ni lógica esta golpeando mi vida en estos momentos, lo ultimo que necesito es sentirme tan débil como me siento, debo de recomponer mi vida, no puedo seguir esperando un milagro de Nicolas cuando no sabe quien soy y cuando parece que el trata de recuperar un pasado donde yo no estoy incluida.

—Vamos cariño has tenido mucho por hoy, Lize y yo te acompañaremos a tu casa — Sofi interrumpe mis pensamientos y me apremia para ir a casa, no cuestiono su peticion, este dia ha sido una mierda de principio a fin.

—Nosotros nos vamos — David se despide de mi con un tierno beso en la frente. 

Sean y David abandonan la oficina, no antes que el primero se comiera a mi amiga sin ninguna vergüenza. A veces pienso que por tanto estar pendiente de mi no disfrutan su relación como deberían y el aprovecha cualquier oportunidad para demostrar su afecto.

—Arturo, te prometo llamarte para tenerte informado — por alguna razón el no se ha movido de la oficina y tampoco parece querer hacerlo.

—Insisto,— dice con seriedad —que un medico debería de verla de inmediato.

¿Un medico? pero que barbaridad dice, posiblemente fue cansancio, estrés, locura, celos, que se yo, no siento que deban de hacer un alboroto por esto, aunque debo de reconocer que nunca me había pasado, ¡pero bah! me ha pasado mucho en estos días como para que le ponga demasiada cabeza a un simple desmayo

—Te prometo que si vuelve a pasar la llevaremos en ambulancia —bromea Lize, pero el semblante de Arturo es inamovible en estos momentos, y durante algunos segundos hay un incomodo silencio miradas significativas entre todos, hasta que Lize le susurra algo al oído que parece tranquilizarle.

—Por favor —pide acercándose a mi para abrazarme—, piensa en lo que te dije, mi familia quiere conocerte, pronto —enfatiza esto ultimo para que quede claro, se despide besándome ambas mejillas y me siento como una pequeña niña con su atención, jamas espere sentirme tan querida por la familia de mi... de mi...Por la familia del imbécil de Nicolas.

***

Ya en casa, me dedico a descansar mientras mis amigas se la pasan dando vueltas entre susurros y secretos.

—¿La tienes? —pregunta Lize a Sofi,  yo estoy en las nubes, me siento muy cansada así que las dejo en su debate y ni siquiera me intereso en ellas.

—Esta en mi bolso —contesta la otra con una sonrisa que abarca todo su rostro, esto hace que me de intriga su platica, levanto una ceja en señal de escepticismo.

Mi propio cuento de hadasWhere stories live. Discover now