Capitulo 5 (Editado)

273 34 20
                                    


"Que comience el juego"

Le sostengo la mirada unos segundos y luego me dirijo al padre

—Cuando quieras "Arturo" —, le digo sonriendo de forma coqueta ignorando al energúmeno que tengo al frente, mirándome como un lobo a punto de atacar a su presa

Cualquiera podría malinterpretar, pues a pesar que Arturo es bastante mayor , también es atractivo ,tal vez de joven fue todo un mujeriego, pero no hay que confundir las cosas, estoy donde estoy porque soy buena en mi trabajo no he tenido que ligarme a los clientes, "todavía", me dice mi subconsciente. La situación de la empresa no es mala, solo que me gustaría llevarla más arriba, esa es mi meta y no voy a desenfocarme, ahora, voy a ignorar a este pelafustán niño rico hijo de papi y mami, y dejar de hablar conmigo misma para concentrarme en Arturo que ha estado hablando por mucho rato de sus intereses y metas para levantar nuevamente su industria de Vinos, compañía que ha recibido un fuerte golpe en su economía en los últimos años y por eso están aquí, buscando que nuestra firma de asesores financieros y economistas los lleve de la mano hacia un eficaz éxito, o al menos eso es lo que esperan ya que hemos sido muy bien recomendados, a medida que avanza puedo notar el amor que le tiene a lo que forjo por largos años, su manera de hablar desde sus comienzos y por la forma de ver a su hijo estoy segura que anhela que comparta su misma pasión y entrega

—Celeste —dice y se acerca para tomar mis manos que hace un segundo descansaban en el escritorio, todos están con sus ojos puestos en nuestra unión y yo no puedo más que abrir mis ojos con asombro

—Quiero que ayudes a mi hijo a levantar nuevamente este emporio, necesito de tu apoyo para que Nicolás no eché a perder la empresa, que con tanto esfuerzo he forjado durante todos estos años —me quedo muda, por suerte no tengo que decir nada ya que don gruñón decidió intervenir rápidamente

¡Yo no necesito una NIÑERA papá! —levanta la voz enfurecido, sin importarle el gemido de asombro de los demás en la mesa

¡Eso niño rico! haz valer tu punto, así se hace,... esperen, porque me está mirando feo a mí, ¿qué? Él de la idea fue tu papi no yo, ¿esta silla se está bajando?, me estoy sintiendo de pronto muy pequeñita, ohhh Jesucristo que calor, alguien podría subirle al aire acondicionado, creo que estoy sudando más que un puerco en un sauna

—Celeste no es ninguna niñera hijo, es la mejor en su profesión, y si quieres que deje la empresa en tus manos esta es la condición, que ella sea tu sombra —, le da una palmada a la mesa y ambos se retan con la mirada

Eso fue lo más hermoso que han dicho de mí, ¿estará viudo el viejito?

—¿Todavía piensas que no soy digno de esto?, que lo voy a dejar todo otra vez por una mujer, por qué no les decimos eso también a los presentes ya que estamos siendo tan sinceros ¿por qué simplemente no puedes confiar en mí? —grita y vuelve a tomar asiento en su silla, tomándose del puente de la nariz en una clara señal de molestia y frustración

—Tienes que ganarte esa confianza, eres mi hijo y te amo pero no estoy ciego, ni tonto, y no vamos a discutir estos temas familiares aquí, he dicho lo que vamos hacer y así se hará —esta vez el padre hablo con tranquilidad, relajando el gesto de los demás presentes, que al igual que yo supongo estaban incomodísimos con la situación

Lize abre de pronto la puerta y nos queda viendo de manera acusativa eso quiere decir que los gritos han traspasado la sala de reunión

—Se les ofrece algo más de tomar, un café, agua, un calmante —dice viéndonos de uno en uno con la ceja levantada, yo ahogo mi risa nerviosa en una tos falsa, mi asistente es bastante directa, pero también es muy buena en su trabajo, es mejor que tener un power ranger personal.

Mi propio cuento de hadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora