Capitulo 16

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Me levanto muy temprano sintiéndome desahogada y con ideas claras a sido bastante reparador el dejar salir todo lo que me tenia reservado, es como respirar un aire mas puro y sentir mi carga mas liviana, a pesar que llore como una niña pequeña y nunca me había sentido tan rebasada como para hacerlo delante de otras personas, ayer por primera vez me deje de hacer la fuerte y la que todo lo puede solucionar delante de mi amiga, creo que de vez en cuando es necesario poder gritarle al mundo que estas cayendo pero igual también es necesario limpiar las lagrimas y levantar la cabeza para seguir andando.

Me arreglo para salir a correr, me veo en el espejo y sonrió, si, esta soy yo, este es mi reflejo, no soy la típica mujer que se encierra por días por que algo no resulto, no señor, yo sigo adelante y a mi nadie, absolutamente nadie, me besa y se despide así por así, dejándome como una tonta y sin ni siquiera llamar luego para explicar.

He pasado de estar confundida a estar muy molesta y ya verán estos cobardes con quien se han metido, van a desear no haberme conocido cuando termine con ellos.

Me visto con mis ropas mas ceñidas al cuerpo y provocativas para salir a correr, intencionalmente he decidido darme una vuelta muy cerca de las calles que sé son las mas cercanas al edificio donde vive David, llamando mucho la atención. 

Casualmente me encuentro con un ex compañero de universidad que anda paseando los perros de su esposa y me paro a conversar un rato para saber que es de su vida y así estoy perdiendo tiempo esperando para toparme con la persona que estoy esperando y que ya puedo ver acercarse y mirarme con desconcierto, lo bueno de la friendzone es que tienes acceso a información privilegiada sin parecer acosador.

—¡Celeste! —grita David al estar todavía un poco alejado, me despido de mi acompañante y sus perritos tan educados y comienzo a correr con fingida calma esperando parecer que no escuche su llamado.

—¡Celeste! ¡Celeste! — grita nuevamente y corre con mas insistencia, cuando esta mas cerca de donde estoy me toma de un brazo y me gira para encararlo, esta agitado y enojado se puede ver su tensión en la manera de fruncir tan sexys las cejas.

¡Basta que se supone que estamos dando una lección!

—Hola — saludo fingiendo sorpresa y me quito los auriculares de mis oídos para que parezca que por esa razón no le escuchaba, noto el cambio en su semblante al verme haciéndolo, al parecer soy mejor actriz de lo que creí.

—Celeste ... yo... no se —. Deja salir un fuerte suspiro de frustración.

—Fui a buscarte anoche a tu casa, necesitaba saber ... no se, darte una explicación de lo ocurrido pero... —hablo tratando de que no se me note la furia por haberme encontrado a miss mundo abriéndome la puerta.

—Perdóname, no sabia que fuiste a buscarme —dice sorprendido interrumpiéndome. 

—Pero estabas acompañado y no quise molestar, así que solo me queda decirte que no es lo que pensaste, ayer estaba con Sofi en casa cuando llegaste y lo demás que viste solamente es un malentendido. —termino la frase sin importarme su interrupción.

 —Celeste ayer que fui a tu casa...— Espera mi aprobación para seguir hablando—. Mi intención era decirte que... una amiga de la familia esta conmigo en la ciudad, trabajara con nosotros y mientras se instala se quedara conmigo.

Pero mira que lindo, que cómodo no, se acabaron los hoteles en la ciudad, que maravilla.

—Eres muy buena persona —digo sonriendo dulcemente.

—Mi mama insistió —dice viéndome con esa cara de cachorro tierno rogando ser acariciado.

 Vieja malagradecida y yo que tenia planeado llevarle un bonito presente el fin de semana.

Mi propio cuento de hadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora