Amores Inesperados

Epílogo

Habían pasado 8 años desde aquel encuentro, los chicos se habían podido graduar y llevar a cabo todos aquellos deseos que anhelaban, ahora sí podían decir que la paz había reinado, ya nada ni nadie podría intentar arruinar la felicidad del mundo mágico.

—¡James Potter Greengrass! —exclamó Daphne molesta —. ¡Quítate la corbata de la cabeza!

—Mamá, ¡James me está molestando! —gritó la voz de una niña.

—¡¿Cuándo será el día que te comportes bien?!

—¿Qué sucede, cariño? —preguntó Harry, abrazando por detrás a su esposa.

—James no para de molestar a Lyra.

—Nuestro hijo es un ángel. —respondió Harry con una sonrisa burlona, mientras que la rubia le lanzaba un mirada asesina.

—¡Mamá! —gritó de nuevo la niña.

—James, arréglate pronto o tu tía Hermione nos gritará si no llegamos a tiempo. —intervino el azabache, llevándose un asentimiento por parte del niño.

Después de unos cuantos minutos, la familia Potter-Greengrass se encontraban en una mansión decorada elegantemente con flores blancas, mesas y sillas con finos manteles bordados, donde a simple vista se notaba que se llevaría a cabo una gran boda.

—¡Daph! —exclamaron las chicas emocionadas, llevándose la rubia a la habitación donde preparaban a la castaña.

—Te ves preciosa, Herms. —alagó la rubia.

—Claro que lo está, todo gracias a mi trabajo. —respondió Pansy mientras domaba los rizos de Hermione.

—Quien lo diría que todo esto pasaría. —sonrió Astoria emocionada.

***

—Te ves patético, Draco. —dijo Theo con burla al ver a su amigo más pálido de lo normal.

—Gracias, amigo. —respondió el rubio con ironía.

—¿Nervioso? —preguntó Blaise.

—Más de lo que se imaginan.

—No es para tanto. —rió Theo.

—¿Quieres que te recuerde tú cara el día de tú boda, Nott? —amenazó el rubio.

—Qué cara hubieras puesto, si el señor Lovegood te lanzara miradas de querer degollarte continuamente. —se excusó.

—Muchachos, ya es hora de bajar. —se escuchó la voz de Narcissa detrás de la puerta.

—Bien. Ha llegado la hora. —sentenció Blaise, saliendo juntos a sus mejores amigos.

***

La ceremonia había transcurrido de maravilla, y ahora había llegado la hora de la gran recepción, los nuevos señores Malfoy realizarían su primer baile como marido y mujer dándole paso a las demás parejas que los acompañarían en la pista de baile.

—¿Sucede algo? —preguntó el moreno, al ver a su novia algo distraída.

—Blaise tenemos que hablar. —respondió con seriedad, haciendo que el chico se tensara y asintiera llevándola a un sitio más privado donde la música o algún invitado los interrumpiera.

—Ahora sí, dime qué sucede. —pidió Blaise mirando como los niños correteaban a los pavos reales.

—Estoy embarazada. —soltó Ginny de un momento a otro, sin darse cuenta que cierto pelirrojo los buscaba.

—Si embarazaste a mi hermana, serás el próximo en casarte Zabini. —amenazó Ron que había alcanzado a escuchar.

—Ten por seguro que me casare con Gin, pero no estés tan seguro de que seremos los próximos.

—Y tú hermanito, ¿cuándo te vas a casar?

—No creo que lo haga, Pansy puede ser tradicional pero no es de compromisos.

—Atención a todos. Les pido a todas las solteras que se acerquen para atrapar el ramo. —la organizadora de la boda pidió la atención de todos, haciendo que una multitud de chicas se pararan detrás de la castaña que ya se encontraba lista para lanzar el hermoso ramo de rosas rojas.

Hermione se dio la vuelta y lanzó el ramo de bodas, antes de observar a Pansy con el ramo en sus manos.

—Felicidades, Ronnie, serás el próximo en casarte. —se burló la pelirroja, observando como la azabache se acercaba a él y lo besaba, mientras que la señora Weasley soltaba lágrimas de alegría en el hombro de su marido, pues su niñito después de todo no seguiría los pasos de su hermano mayor.

FIN.