La esperada visita

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—Ya sé dónde están. —dijo Draco, observando el Patronus de la pelirroja. Los chicos se adentraron en el bosque y caminaron unos cuantos metros más encontrándose con un pequeño lago, Draco creía que era el que habían descrito, así que no estarían tan lejos de encontrarlos, pronto pudo visualizar lo que podía ser el reflejo de dos varitas encendidas.

—Ahí están. —señaló Hermione.

—Bonito lugar que escogieron, ¿no? —se burló Draco.

—Muy gracioso, Malfoy. —ironizó Blaise.

—¿Por qué no enviaron el Patronus antes? —preguntó Hermione.

—Porque el idiota de Zabini creyó que sabía el camino de regreso.

—Tienes suerte que haya tenido una idea de donde quedaba ese lago. —respondió Draco mirando a su amigo, pronto escucharon el crujido de una rama dejando a los chicos estáticos.

—¿Escucharon eso? —inquirió Hermione, soltando la respiración.

—Es mejor que nos vayamos. —respondió Ginny, escuchando el ruido cada vez más cerca.

—Espero que no sean tus estúpidas bromas, Blaise.

—Juro que esta vez no, Draco.

—Hermione m-mira. —balbuceó la pelirroja, Draco fijó su mirada en las chicas y luego donde señalaba Ginny, se trataba de un hombre lobo.

Hermione recordó aquella situación que vivió con Harry en tercer grado, lastimosamente no estaba Buckbeack para interferir nuevamente.

—Sepárense.

—¡¿Estás loca, Granger?! —exclamó Blaise.

—Muévanse. Corran. —declaró Ginny, antes de que la bestia aullara.

—Incarcerous. —conjuró Draco, tratando de retrasar un poco al lobo mientras que juntos corrían hacia la salida del bosque.

—¡Maldita sea! —exclamó el moreno, al darse cuenta que el lobo había logrado romper las cuerdas y correr hacia ellos.

—Incarcerous. —conjuró ahora Hermione, escuchando el aullido más lejano de la bestia y soltando un sonoro suspiro al visualizaron la cabaña de Hagrid.

—¿Dónde demonios estaban? —inquirió el maestro molesto —. 20 puntos menos cada uno por la irresponsabilidad. Diríjanse inmediatamente a sus respectivas torres. —finalizó, retirándose del lugar.

—¿Están bien? —preguntó Theo.

—¡¿Dónde estabas metida, Ginevra?! ¡Y con Zabini!

—¡Nos perdimos, idiota! ¡No fue algo que hubiese querido! ¡Casi morimos a mano de un estúpido hombre lobo! —exclamó enfadada.

—Será mejor que cierres la boca, Weasley. —se burló Blaise.

—¡Y tú también cállate! ¡Todo esto fue por tu culpa!

—¡Te perdiste con Zabini, Ginevra! ¡Con un Slytherin! —exclamó, antes de que Harry lo tomara de su túnica y se lo llevara de regreso al castillo junto con los demás estudiantes.

—Maldito, Troll. —bufó molesta, abrochando la túnica de Slytherin y dirigiéndose hacia su Torre.

***

¡¿Por qué carajos me importa tanto esa comadreja?! No debería estar pensando en tantas estupideces.

—Ahora que estamos aquí, me podrías decir que te traes con Weasley, Pansy. —habló la rubia, sacando a su amiga de sus pensamientos

Amores InesperadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora