Amores Inesperados

Consejo

En la sala común de las serpientes se encontraban una morena y una rubia hablando.

—Que estupidez, yo no pienso ir a perder mi tiempo en ese baile tan ridículo. —comentó Pansy.

—Sí, es verdad, y menos a verle la cara de idiota a Astoria. —dijo Daphne irritada.

—No creo que alguien la invite, yo creo que se la pasará llorando en la biblioteca, seguirá los pasos de la sangre sucia. —rió la morena.

—Pues la sangre sucia irá con Draco, así que se quedará...

—¡¿QUE DRACO VA CON QUIEN?! —gritó Pansy interrumpiendo a Daphne.

—Con Granger, según escuché decir que los premios anuales deben ir juntos por órdenes de McGonagall—respondió con indiferencia.

—¡Maldita sangre sucia!

—Creo que deberás ir buscando otra compañía. —rió la rubia.

—¡Cállate, Greengrass! No pienso ir si no es con Draco. —respondió —.Y ahora que recuerdo tú tampoco tienes pareja.

—Ya te dije que no pienso verle la cara a la idiota de mi hermana.

—Pues yo tampoco iré a ver a la resbalosa de Granger disfrutar de Draquito.

—Pero debemos hacer presencia, así que, ¿qué se te ocurre? —preguntó, observando el siniestro rostro de Pansy.

—Bueno, hacemos presencia y luego buscamos venganza a la sangre sucia.

—Haz lo que quieras, Pansy, pero no pienso hacer nada estúpido para que dañe mi reputación. —negó.

—Siempre tan aburrida. —bufó.

—Y, ¿con quién iremos, genia?

—Eso que importa, solo estaremos unos minutos y luego nos largamos. —luego de unos minutos la morena agregó —. Podemos preguntarle a Zabini y a Nott con quien irán, y pues ya sabes que hacer para que nos inviten. — finalizó sonriendo pícaramente y recibiendo la mirada reprobatoria de la rubia.

***

Mientras unos Slytherin tenían una conversación parecida en el jardín.

—Así que irás con Granger. —comentó Blaise con burla.

—No es que me agrade, Blaise.

—Al menos no fue con Parkinson. —manifestó —. No me mal intérpretes es buena amiga pero a veces es tan... —se interrumpió buscando la palabra correcta para terminar la frase, pero al no encontrarla añadió —, Bueno ustedes saben. —Draco asintió entendiendo y dándole la razón al moreno.

—Ustedes dos tienen que ir, no me pueden dejar morir de vergüenza pública, ¿o sí? —dijo Draco mirando a sus amigos.

—Iremos, pero aún no sé a quién...

—Hola, chicos. —saludó Astoria muy alegre siguiendo su camino.

—¡Astoria! —exclamó Blaise, llevándose la atención de la morena y sus amigos.

—¿Si?

—Quería saber si ya te invitaron al baile. —se apresuró a decir, ignorando la risa de Draco.

—No Blaise, aún no sé si vaya. —respondió Astoria.

—Estaba pensando que tal vez podríamos ir juntos como amigos, ¿qué piensas?

—Sí, está bien, no veo por qué no. —aceptó —. ¿Y ustedes chicos? ¿Con quién irán?

—Pues a mí me toca con la sangre sucia y Theo solo. —respondió el rubio riendo y llevándose una mirada asesina por parte del azabache.

—Draco deberías de empezar a dejar esas cosas del estatus atrás, creo que la guerra nos ha dejado una lección y una segunda oportunidad a todos para poder arreglar las cosas que alguna vez hicimos mal. —aconsejó la chica.

—Para ti es fácil decirlo Astoria, tú no hiciste cosas verdaderamente malas por obligación, te es fácil hacerte amiga de la sangre...—el rubio paró al ver la fulminante mirada de la ojiverde y corrigió. —Granger, Weasley y Lovegood porque no tienes una marca en tu antebrazo izquierdo, pero créeme que si la tuvieras ni te hubieran hablado. —finalizó molesto

—Puede que no la tenga, pero la reputación es la misma para todo Slytherin, Draco. De igual forma estoy arreglando todas las cosas que alguna vez hice mal, y para ustedes también va. —dijo la morena mirando a Theo y a Blaise —. Miren, ustedes son lo más importante que tengo aquí, los aprecio mucho y por eso quiero que arreglen las cosas del pasado para que en un futuro puedan ser felices. Piensen en eso. —finalizó antes de seguir caminando hacia el castillo y dejando a dos muchachos sorprendidos por sus palabras y a uno muy pensativo. Theo al salir de su trance se levantó y salió corriendo alcanzando a Astoria.

—Tori.

—Dime, Theo. —respondió Tori algo molesta, pues de verdad deseaba llevarlos por el buen camino.

—Me quedé pensando en lo que dijiste, y quiero que me ayudes a seguir adelante. —aceptó Theo, haciendo que la chica sonriera al instante.

—¡Claro que te ayudaré Theo! Me alegro que lo hayas meditado. —sonrió —. Debo ir a la biblioteca, nos vemos luego.

—Sí, adiós.

Astoria se dirigía a la biblioteca cuando se encontró con Ginny, Hermione y Luna.

—Hola, chicas. —saludó con una sonrisa.

—¿A dónde vas, Tori? —preguntó Luna curiosa.

—A la biblioteca, debo terminar un trabajo de pociones.

—¿Te podemos acompañar? —preguntó la castaña un poco insegura.

—Claro que sí, vamos. —asintió, entrando con las chicas a la biblioteca y sentándose en la mesa más alejada de las demás.

—No te hemos visto desde el anuncio, ¿qué hacías? —inquirió la pelirroja.

—Lo siento, es que he estado estudiando y terminando los trabajos. —respondió la morena buscando un libro del estante.

—Si necesitas ayuda no dudes en avisarme. —ofreció Hermione.

—A veces Hermione es muy estresante. —rió la pelirroja, llevándose una fulminante mirada de Hermione para luego añadir —. Tranquila, Herms, sólo es broma, eres la mejor.

—Tori, ¿irás al baile?—preguntó Luna.

—Sí, Luna, ¿y ustedes?

—Claro. —dijeron al tiempo.

—Cuando haya visita a Hogsmeade podremos ir a comprar los vestidos juntas, ¿no creen?

—Es una buena idea. —afirmó Astoria —. ¿Con quién irán?

—Yo iré con Harry y Herms con Malfoy. —respondió Ginny.

—¿Y tú Luna? — preguntó nuevamente la Slytherin.

—Aún no me lo piden.

—Seguro alguien te lo pedirá pronto. —le guiñó un ojo.

—¿Y tú, Tori? —preguntó Hermione.

—Quedé con Blaise en ir como amigos.

—Vaya, creí que irías con Theo. —respondió la castaña-

—Pues la verdad no creía ir hasta que quedé con Blaise, pero creo Theo... —dijo Astoria notando la mirada de curiosidad de Luna —. No tiene pareja todavía. —finalizó.

Los grandes ojos azules de la rubia se llenaron de esperanzas, pues ya había aceptado que sentía ciertas cosas por el joven azabache pero aún no era capaz de decirle a sus amigas, aunque creía que Hermione ya lo sospechaba.