Atracciones

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Había pasado una semana y todos los estudiantes ya tenían conocimiento del baile, todas las chicas se arreglaban más de la cuenta y a cualquier chico que pasara le miraba de forma coqueta para que las invitaran, pero se llevaban pequeñas burlas de los jóvenes ya que algunas parecían un payaso por la cantidad de maquillaje que tenían encima.

Hermione se encontraba en la sala de premios discutiendo con Draco, pues la directora había mandado una carta diciendo que debían ir juntos al baile.

—¡Esto es increíble! Primero me ponen en esta estúpida torre contigo, luego el trabajo de DCAO y ahora esto. —se quejaba Hermione realmente molesta y fastidiada.

—Por dentro sabes que te encanta mi compañía. —sonrió con burla.

—¡Serás idiota, Malfoy! ¡No me agrada en lo más mínimo!

—Sabes que estás contenta por ir conmigo, es más estoy seguro que le contarás a todo el colegio. —rió.

—¡Prefiero ir con el calamar gigante antes de ir contigo! —exclamó Hermione histérica.

—Vamos Granger, acéptalo, si no fueras conmigo te quedarías llorando en tu habitación.

—Pues para tu información muchos chicos querrían invitarme.

—¿Ah sí? ¿Quién? —inquirió, observándola interesado esperando la respuesta de la ojimiel pero al no obtenerla agregó —. Tú libro de pociones estaría más que encantado. —finalizó el rubio soltando una carcajada y haciendo que Hermione se pusiera roja de ira —. Y además deberías de agradecerle a la vieja por ponerte con una hermosura como yo. —agregó el chico con determinación.

—¡No eres más que un idiota, presumido y arrogante, además no eres el único chico en todo el colegio! —exclamó irritada.

—No, pero soy el más atractivo. —sonrió —. Bueno el caso es que nos guste o no debemos ir. —finalizó, subiendo a su habitación, mientras Hermione salió hecha una fiera hacia la biblioteca y sin querer chocó con un chico que iba saliendo de esta.

—Lo siento mucho de verdad. —se disculpó apenada, pues era la segunda vez que le pasaba y Malfoy le había dicho que se fijara.

Malfoy. Debía ser una broma de muy mal gusto que lo recordara hasta en sus pensamientos.

—No, yo lo siento. Estaba distraído, creo que fue mi culpa. —dijo el chico sacando a Hermione de sus pensamientos y llevándose una sorpresa por la amabilidad con la cual hablaba.

—No te preocupes, Nott, no fue intencional, creo que los dos estábamos distraídos.

—Si eso parece, Granger. —concordó —. En serio lo siento. Y puedes llamarme Theo, no me gustan los formalismos.

—No hay de qué preocuparse, Theo. —sonrió —. Puedes llamarme Hermione.

-Claro, nos vemos Hemione- dijo Nott sonriendo y saliendo de la biblioteca.

—Sí, adiós. —respondió la castaña.

***

Sala común de Gryffindor.

—Ginny, te he estado buscando por todas partes.

—Lo siento Harry, ¿qué sucede?

—Pues quería saber si, ¿irás conmigo al baile? —preguntó el ojiverde.

—Claro que si Harry, ¿por qué me lo preguntas si somos novios? —Ginny hizo una mueca, pues hace algunos días que se habían distanciado.

—Pues ya sabes, hace algunos días que no hablamos y pues quería confirmarlo. —respondió Harry.

—Claro que iré contigo.

—Genial, entonces nos vemos luego. —contestó, dándole un dulce beso en los labios a pesar de que para ambos chicos la situación era bastante incómoda.

Ginny muy confundida salió del retrato para buscar a Hermione, pues necesitaba hablar con su amiga lo sucedido, se dirigió a la biblioteca pensando que podría encontrarla, y así fue, pues desde la entrada se podían notar unos rebeldes rizos castaños en la mesa frente a la ventana.

—Hermione, necesito hablar contigo sobre una cosa.

—Claro Ginny, vamos al patio y me cuentas. —contestó Hermione con una sonrisa, las chicas salieron de la biblioteca y se encontraron a Luna dando pequeños saltos hacia ellas.

—Hola, Luna. —dijeron Ginny y Hermione al tiempo.

—Hola, chicas. —respondió sonriente.

—Íbamos a ir al patio, ¿nos acompañas? —se apresuró a decir Ginny.

—Claro, vamos. —respondió Luna.

Las chicas se dirigieron al patio y se sentaron lo más alejadas posible de los estudiantes pues no les gustaban los chismosos.

—¿Qué querías decirme, Gin? —preguntó Hermione.

—Pues es que Harry y yo nos hemos distanciado unos días, no sabemos exactamente porqué, pero hoy me propuso ir al baile que obviamente acepté, pero cuando me besó fue realmente incómodo.

—Bueno, pues no sé qué decirte Ginny. Supongo que dejar que las cosas fluyan. —opinó Hermione.

—Pues yo creo que deberían distanciarse. —negó Luna, haciendo que las chicas la miraran confundas —. Si Ginny y Harry se sienten incómodos deberían de hablar y distanciarse un poco, quizás ya no sienten lo mismo por el otro.

—Tal vez tengas razón, Luna. Hablaré con él luego del baile, así tendremos un tiempo para ver qué sucede. —respondió —. Y a propósito, ¿con quién irán?

—Pues a mí me toca ir con Malfoy. —dijo Hermione disgustada.

—No es por nada Herms, pero el chico tiene sus atributos. —comentó la pelirroja con una sonrisa picarona.

—¡Ginny! No sabes lo que dices, sólo es un completo idiota. —dijo Hermione reprendiendo a su amiga.

—Puede que sí, pero no le quita lo bueno que está. —manifestó Ginny riendo al ver la cara sonrojada de la ojimiel.

—Tú nunca cambiarás. —negó, riendo.

—¿Y tú, Luna? —preguntó Ginny observando como miraba la rubia a un azabache que salía del castillo.

—¿Decías?

—¿A quién mirabas? —inquirió Ginny con picardía.

—A nadie. —respondió Luna algo triste.

—Theo es amable, ¿cierto Luna? —dijo Hermione haciendo que la rubia la mirara con cierto brillo en sus grandes ojos azules.

—¿Cómo lo sabes, Hermione? —preguntó la pelirroja.

—Me lo encontré en la biblioteca, más bien chocamos y fue amable.

—Pues con la compañía de Zabini y Malfoy es fácil dudarlo. —negó.

—Pues Tori es amiga de ellos y es amable igual que Theodore Nott. —comentó la rubia.

—Si es verdad, Tori es amable. Me agrada la chica. —aceptó Ginny.

—A propósito, ¿la han visto? —preguntó Hermione.

—No, me pregunto con quién irá. —murmuró Luna.

—Luna aún no nos has dicho con quién irás. —recordó Hermione.

—Nadie me lo ha preguntado aún. —levantó los hombros sin importancia.

—No te preocupes Luna, ya vendrá un lindo chico que querrá tu compañía. —dijo Hermione guiñándole un ojo a la rubia, pues había notado el brillo que reflejó cuando hablaron de Theo y no dudaba que la chica sentía una atracción por él.

Amores InesperadosWhere stories live. Discover now