Amores Inesperados

Recuperando los viejos tiempos

Ron se sentía como una verdadera mierda, quería recuperar a sus amigos, estaba completamente consternado y no podía creer lo idiota que fue al ser capaz de cambiar y perder a sus amigos sólo por una chica que al fin de cuentas no le aportó nada más que vergüenzas durante todos esos días, ahora debía buscar a Harry y Hermione pues se merecían una gran disculpa por parte suya. Se dirigía al lago a buscarlos pero se encontró con Neville estudiando una planta algo extraña, pues todos sabían que el chico tenía habilidades para Herbolaria y no le gustaba ocultarlo.

—Neville, ¿has visto a Hermione y a Harry? —preguntó.

—No Ron, lo siento, pero ahora que recuerdo... Creo haber visto a Hermione andar con una chica.

—¿Una chica? —preguntó confundido.

—Sí, pero no sé quién es. —respondió Neville, recordando a una chica con rizos castaños.

—Gracias, Neville. —dijo Ron, dirigiéndose al castillo y pensando que el único sitio en el cual estaría en ese momento seria la biblioteca, pero se equivocaba, Hermione y Astoria se encontraban hablando y paseando por el colegio, y por coincidencia fueron a lago justo cuando Ron había abandonado el lugar.

—Hola, Nev. —saludó Hermione con una sonrisa.

—Hola, Herms. —respondió, mirando con intriga a la chica que estaba al lado Hermione, la castaña se dio cuenta de eso y los presento.

—Neville, ella es Astoria Greengrass.

—Mucho gusto. —habló, estrechando la mano del chico.

—Lo siento, pero no te había visto antes. —se disculpó apenado.

—Lo sé, es porque soy de Slytherin. —respondió con orgullo, a pesar de los prejuicios que tenía la casa ella se sentía orgullosa de pertenecer al grupo verde-plateado.

—Ya veo, pues es un placer conocerte, Astoria. —dijo Neville sonriendo, pues la chica no parecía ser como las demás arrogantes serpientes.

—Nev estamos dando una vuelta, ¿nos acompañas? —inquirió Hermione.

—Sin duda, Herms. —aceptó, siguiendo a las chicas —. A propósito, Herms, se me había olvidado decirte que Ron te está buscando.

—Pues deberá tener algo muy importante que decir si me anda buscando. —respondió molesta.

—Pues la verdad no mencionó nada. —hizo una mueca. Neville ya se había enterado lo que había pasado entre sus amigos hacía unas semanas.

—¿De quién hablan? —preguntó Astoria confundida, haciendo que Neville y Hermione soltaran una pequeña risa.

—Pronto lo sabrás, Tori. —contestó Hermione, olvidando su enojo. Los chicos entraron al castillo y seguían con su paseo hasta que chocaron con Harry.

—¡Harry! —exclamó Hermione, dándole un corto abrazo a su mejor amigo.

—Herms. Neville.

—Hola, Harry, ¿qué tal todo? —preguntó Neville.

—Estupendo. —sonrió, mirando a la morena que iba a su lado —. Hola, Greengrass.

—Potter.

—¿Se conocen? —preguntó Hermione sorprendida.

—Sé que es la hermana menor de Daphne, Ginny me habló de ella. —respondió.

—¡Harry! ¡Hermione! —exclamó Ron, corriendo por el pasillo.

—Ron. —saludó Harry, mientras Hermione se disponía a ignorarlo.

—Yo quería disculparme. Sé que fui un completo idiota al alejarme de ustedes. —comenzó a hablar mirando a su amigo —. No debí haberte engañado de esa forma, Hermione. Lo lamento mucho, sé que quizás no merezca tu perdón pero de verdad estoy arrepentido, solo me gustaría que todo fuera como antes.

—Eres un verdadero imbécil, Weasley. —manifestó Hermione —. Sólo déjame en paz.

—Hermione en serio lo lamento mucho.

—¡Ya deja de disculparte! —exclamó —. Te perdono pero ya déjame en paz. Date cuenta que nada será como antes.

—Lo sé. Sólo quisiera que todo volviera a ser como los viejos tiempos, dónde éramos amigos.

—Me alegro que lo sepas. —dijo sarcástica —. Quizás el tiempo sane lo que pasó. Sabía que lo nuestro no iba a funcionar pero aun así debiste hablar conmigo. Puede que podamos volver a ser amigos. —finalizó, antes de irse con Astoria.

***

Sala Común de Slytherin.

—¡Maldita Weasley! Me dejó en vergüenza frente a todo el colegio. —dijo Blaise molesto.

—Pues la verdad es que si no lo hubiera hecho, seguirías dándote a golpes con Weasley. —habló Theo interrumpiendo su lectura.

—¡¿Pero qué hablas, Theo?! ¿La estás defendiendo? —inquirió irritado—. ¡¿Qué demonios te está pasando?

—Últimamente has estado muy extraño. —afirmó Draco.

—Nada. —respondió cortante, pero la verdad es que le pasaba de todo y ahora más que nada debía buscar a Astoria antes de que sus amigos sospecharan o se dieran cuenta.

Blaise furioso salió de la habitación dando un portazo, pues se encontraba verdaderamente enfadado.

—Maldita Weasley, te enseñaré a tratar a tus superiores como se debe. —amenazó. Aunque el moreno estaba ajeno a los pensamientos de una pelirroja que también buscaba venganza en su contra.