Un secreto descubierto

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Cada beso, caricia y susurro que recibía la hacían sentir una sensación extraña, pues por primera vez experimentaba lo que significaba el cariño, algo que ella nunca dispuso a dar y que nunca le dieron, sus padres no eran unas personas las cuales mostraban algún cariño hacia ella o ellos mismos como pareja, por estas razones Pansy había crecido con un corazón bastante frío, siempre se empeñó en ocultar sus sentimientos y su verdadero yo, pero ese chico le demostraba que a pesar de que era un "pobretón" tenía mucho amor por dar y que en toda su vida lo había recibido por parte de su familia. Pansy sintió celos, pues lo que anhelaba en lo más profundo corazón era encontrar a una persona que le diera el amor que nunca sus padres o sus 'afortunadas parejas' le dieron. La azabache apartó todos sus pensamientos y se dispuso a disfrutar el tiempo que estaba pasando con Ron.

Pansy y Ron se acomodaron el uniforme mientras se lanzaban una que otra mirada, esa mirada de amor que le dedicaba cada vez que veía esos ojos azules, los cuales ahora creía que eran hermosos, no pudo evitar sonrojarse al ver que el chico había notado su detenimiento en él.

—Te ves hermosa cuando te sonrojas.

—No digas estupideces, Weasley. —dijo tratando de sonar indiferente.

—No son estupideces, es la verdad.

—Sólo no arruines el momento, ¿quieres? —respondió, antes de salir del Salón.

Pansy se dirigió a su sala común, subió a su habitación a pensar todo lo que había ocurrido en aquel salón, pero un picoteo de una lechuza interrumpió todos sus pensamientos y confusiones, la chica tomó la carta y dejó que la lechuza descansara, por la mirada de aquel animal notó que lo necesitaba, al abrir la carta supo que tendría que buscar a sus amigos. En el camino se encontró con Astoria, no era que la chica le agradaba pero el asunto también tenía que ver con ella así que sin más le dio a entender el asunto.

—Mini Greengrass, tenemos que hablar de inmediato.

—Yo no tengo nada que hablar contigo. —dijo con indiferencia.

—No directamente pero creo que esto te recuerda a algo. —manifestó mostrando la carta, la expresión de la morena cambió a un tono de preocupación.

—Debemos buscar a los chicos y a mi hermana.

—Eso ya lo había deducido yo. —rodó los ojos.

—No pedí tú opinión, deja de hacerte la estúpida y haz algo útil en tú vida. —respondió Astoria, antes de salir en busca de sus amigos, sin esperar un insulto por parte de Pansy.

Después de buscar dentro del colegio, se dispusieron a buscar fuera de él, los chicos siguieron hasta el jardín encontrando a los chicos en una escena no tan agradable, Pansy aclaró la garganta mientras que Daphne se separó de los labios de su novio y no evitó sonrojarse violentamente.

—Daphne tenemos que hablar. —anunció Pansy ignorando al azabache.

—Hola, Harry. —saludó Astoria, llevándose una sonrisa de su parte.

—¿Sobre? —preguntó la rubia.

—Bueno, este es un asunto privado. —respondió, mirando al azabache.

—Si necesitas algo me buscas. —declaró Harry antes de retirarse.

—Sí, gracias Harry.

—Daphne, a Pansy le ha llegado la carta. —anunció Astoria —. Vamos a encontrarnos con los chicos, les he enviado un patronus.

***

—¡Ya dime de una maldita vez que quieres de mi Zabini! —exclamó Ginny enfadada al no encontrar repuestas del moreno, pues Blaise no sabía que hacer o decir, todo era tan confuso para él que optó como mejor opción callarla de una buena vez, la acercó a él y la beso con tal salvajismo que hasta él mismo se asombró, la chica sin más correspondió, aunque estuviera enojada no podía resistir a esos inigualables besos del moreno, pero en ese momento el patronus de Astoria, aplazando la pregunta de la pelirroja que lo carcomía por dentro.

Amores InesperadosWhere stories live. Discover now