XXVIII

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JOSTEN

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JOSTEN

Las calles están siendo consumidas por el frío, es como si el viento quisiera congelarme solo con el hecho de rozarme la piel, me golpea la cara con ímpetu y odio la sensación de entumecimiento en los músculos de mi cara, después de hablar con Angela deambule por la ciudad un rato, tratando de fabricar un plan lo suficientemente perfecto como para prescindir de las fallas menores, Angela es lista, no confiara en mi tan fácil, será un reto conseguir que me libere de la promesa y aunque me cueste pensarlo, necesito tenerla contenta, al menos hasta obtenga todas las respuestas que quiero de su memoria.

He decidido eliminar a Alessia de mi panorama, no me sirve ahora que las cosas han cambiado, esa niña mimada lo único que quiere es dar rienda suelta a su amor enfermizo, quiero decir, me encantaría ver como se desarrolla eso, pero  no tengo tiempo de mortificarme por los problemas de una chica loca como Alessia.

He caminado tanto tiempo en círculos que ahora que paso por quinta vez por la entrada de un colegio de arte que se halla cerca del departamento de Mark, puedo sentir que alago no va bien, soy conocido en el infierno por mi fantástica habilidad para descubrir las trampas antes que cualquiera y ahora mismo tengo un mal presentimiento, me alejo de la entrada y comienzo a caminar entre las calles buscando lo que sea que a merite mi incomodidad, justo cuando creo que estoy perdiendo la cabeza, los veo. Tres cuerpos tirados en medio de un estrecho callejón cubierto por las sombras.

Mis pensamientos se pausan por un momento, ¿por que la gente no se acerca? sé que son egoístas pero ¿lo son a tal grado de dejar morir a esas personas ahí sin siquiera acercarse con sus curiosos ojos?

Es raro, muy raro.

Tomo la iniciativa de acercarme, no es que me interese particularmente, pero creo que es lo menos que puedo hacer ahora, mis pasos son pesados hasta que distingo una marca en uno de los muros del callejón, es una mano, un demonio marco el lugar para que los humanos no pudieran ver los cadáveres.

Ahora las cosas se han puesto interesante ¿por qué un demonio haría eso? miro hacia el montón de sangre y entonces mi boca se abre de sorpresa, es el humano, es Mark.

Mi mente comienza a trabajar con velocidad, esto podía servirme, es justo el anzuelo que he estado buscando, la forma de conseguir que Angela confíe ciegamente en mi para no tener que estar atado a una absurda promesa. Tal parece que por primera vez en un tiempo, el destino me sonríe, ya era hora.

Me acerco a él rápidamente y me conmociona lo que veo, su brazo derecho esta roto, su respiración es irregular y...su respiración, el maldito humano esta vivo, lo zarandeo fuerte para que despierte, necesito ver que tan consiente es de lo que le paso, es curioso que los demonios que lo atacaron solo lo hayan herido y no se lo hayan llevado, necesito información.

—¡Humano!— le grito,  los parpados de Mark se mueven con insistencia y después de unos minutos de oír mis gritos comienza a abrir los ojos.

Guardianes Nocturnos | En edición |Where stories live. Discover now