"La vida se me escurrió de entre los dedos como agua, fue arrebatada de mis manos sin miramientos y con crueldad. La propia muerte no estaba enterada de los planes de la oscuridad, que se escapada de su recelosa mirada y me abrazaba, hasta que mi al...
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MARK
No sé que esta pasando, estoy en mi departamento con dos chicos que jamas he visto en mi vida y con Angela, que irónico, la estuve buscando y ahora la tengo aquí justo enfrente de mi, tratando de explicarme algo que sinceramente me asusta.
—¿Podrían dejarme a solas con Mark?— pregunto Angela a los dos chicos que estaban justo detrás de ella, uno era de cabello negro con ojos castaños y el otro era de cabello naranja con ojos grises, el segundo me ve de una manera poco amigable, así que debo suponer que no le caigo bien ¿por qué?
—Claro— el tipo de ojos castaños se encoge de hombros.
—¿Qué?, no hablaras enserio— exclamo el chico de cabello naranja mirándome de una forma amenazante.
—Sí hablo enserio, tiene que hablar con el humano para que todo sea más sencillo, así que muévete guardián— dijo el chico de cabello negro mirando a Angela con confianza. No puedo creer que Angela este aquí, la encontré, aunque no tengo idea de como lo hice, los recuerdos del antro aún son borrosos.
— Pero...
—Vamos Silver, tu bien sabes que es necesario—menciono Angela con una voz firme.
— Exacto, así que no protestes guardián y camina—decía el tipo de ojos castaños tomando a Silver de los hombros para caminar a la puerta.
—Mi nombre es Drake, un placer conocerte Mark— menciono el chico cabello negro antes de salir, bueno al menos sabia sus nombres.
Una vez solos, un silencio de apodero de la sala, me sentía más seguro estando solo con Angela, aunque debo decir que comienzo a pensar que estoy en problemas a juzgar por su mirada cargada de preocupación, parece tener una guerra interna con ella misma.
— Bien, aquí estamos— ahora recuerdo cuando la vi en el antro, estaba en el baño y desde ese momento me pareció muy bonita y no me equivocaba para nada. Ahora que la tengo más real, con la luz del sol tocando su piel, me parece que es cautivante, su cabello rojizo esta lleno de preciosas ondas y su rostro es suave, no había notado que tiene unas cuantas pecas en las mejillas, debo arreglar mi retrato.
—Si, supongo que ahora puedes explicarme qué pasa ¿qué hacen esos chicos en mi casa? y ¿cómo es que llegaste aquí?— Angela comenzó a jugar con sus dedos.
—Si puedo explicarte pero debes creerme ¿si?, lo que estoy a punto de decirte puede parecer extraño y loco pero es la verdad— me dijo despertando mi curiosidad al instante, la mire y me cruce de brazos esperando a que continuara.
—De acuerdo, esos chicos que estaba aquí hace unos minutos nos salvaron en el antro, ¿recuerdas lo que paso?— asentí, los recuerdos cada vez estaban más claros conforme los traía a mi mente, esa chica rubia casi me mata, nunca olvidare sus ojos, esos ojos que se volvieron un hoyo negro de un momento a otro, fue horrible.
