"La vida se me escurrió de entre los dedos como agua, fue arrebatada de mis manos sin miramientos y con crueldad. La propia muerte no estaba enterada de los planes de la oscuridad, que se escapada de su recelosa mirada y me abrazaba, hasta que mi al...
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ANGELA
¿Quién sera el chico del fondo que me mira tan fijamente? no sé que pasa, pero no puedo apartar la mirada de sus ojos azules, me parecen familiares, ¿esta será la sensación que Drake comentó hace unos momentos?
Y si...
¿Y sí ese chico también es un ángel?
—Alessia— la voz de Mark logra distraerme, me giro y logro ver que Alessia se ha acercado a nosotros, lleva un hermoso vestido azul que resalta el color de sus ojos y su cabello esta completamente amarrado en un hermoso chongo.
—Qué alegría que hayas aceptado venir, comenzaba a creer que me dejarías plantada— Alessia abrazó a Mark con fuerza. Por desgracia, cuando volví a mirar al fondo del salón, el chico ya no estaba, ahora solo había un hueco donde antes había estado de pie. Que raro.
—¿Quiénes son?
— Ella es Angela y ellos son Drake y Silver— a juzgar por la cara de Alessia no me parece que sea de su agrado.
—Es un gusto— dijo Drake y en ese momento una canción lenta se escucho en el salón, Alessia ahogo un grito y tomo a Mark de la camisa para caminar a la pista de baile. Yo lo mire divertida mientras me sonreía y Alessia le gritaba que bailaran esa canción.
Todos se estaban juntando en la pista con sus parejas para bailar, se veía tan lindo, tan simple, tan hermoso. Me quede algo perdida en mis pensamientos hasta que escuche una voz femenina a mis espaldas.
—Por favor, solo un baile— decía una chica rubia parada detrás de mi, rogándole a Silver que bailara. Conozco bien a Silver, no accederá a menos que le de un empujón.
—Ya te dije que no, ni siquiera te conozco.
—Vamos Silver, diviértete, no seas un amargado— dije entre risas mientras aquella rubia lo jalaba a la pista y él me miraba con desdén, lo había metido en un lió que seguramente ya me agradecería después.
Estaba riendo hasta que un brazo me acerco a la pista, era Drake con una sonrisa en sus labios, me abrazo de la cintura y sentí que podría gritar.
—¿Qué haces?— ambos comenzamos a movernos al compás de la música.
—Bailamos.
—Me temo que has escogido una pésima pareja, no tengo idea de como bailar.
—Por favor, todos saben bailar, es algo bastante sencillo— menciono Drake sonriente mientras me daba una vuelta. Sonreí.
—Preferiría no hacerlo, de verdad, además seguro hay cientos de chicas que se mueren por bailar con un ángel— lo último lo susurre muy bajito para que nadie pudiera oírnos.
Drake sonrió, pero su sonrisa fue reemplazada demasiado rápido por una mueca de disgusto.
—Quédate aquí, cerca de Mark, no lo pierdas de vista— me informo mientras se aceraba a Silver, pude ver que le susurraba algo y luego ambos intercambiaron unas palabras con Mark.
Silver y Drake desaparecieron entre la multitud, Mark por su parte se acercó a mi con una cara poco prometedora. Alessia iba detrás quejándose por la interrupción a su baile.
— Oye Mark ¿por qué no nos traes algo de tomar?— dijo Alessia mirándolo con cariño, Mark asintió mientras me miraba por ultima vez y caminaba hacia las bebidas, era incomodo estar con Alessia sabiendo que no le agrado, me gustaría poder ver a Lucinda en su lugar, pero no la veo por ningún lado, debería estar aquí.
— Le gustas— ¿que podía decirle?, me gustaría tranquilizarla diciendo que Mark no me interesaba de esa manera pero no tenía caso.
—Pero no sera para ti—dijo molesta caminando en dirección hacia donde se había ido Mark, me quedo quieta tratando de contener todos los insultos que tenía para ella pero todo se esfuma de mi mente cuando una mariposa aparece justo enfrente de mi.
Es igual a la de mi recuerdo.
La veo volar sobre los estudiantes hasta que sale del lugar por una de las puertas laterales. No puedo evitarlo.
La sigo.
MARK
Me alegra haber venido a este baile, Angela tenía razón al tomar esta decisión, la fiesta me ha relajado bastante, después de todas las cosas que escuche esta fiesta es como un respiro, necesitaba olvidarlo por un segundo.
—¿Ya esta?— pregunta una voz a mis espaldas, es Alessia...pero si Alessia esta aquí ¿Quién esta con Angela?, Drake me lo dijo, no podía dejarla sola por nada del mundo.
— ¿Alessia que haces aquí?¿Y Angela?— pregunte enseguida y ella solo se encogió de hombros, comencé a avanzar hacia donde la deje hace un minuto y el corazón me dio un vuelco cuando vi que no estaba, no había señales de ella, comencé a llamarla pero no respondía, no estaba por ningún lado, no puede ser, la perdí. Silver y Drake me mataran.
Tengo que encontrarla.
ANGELA
Seguí a la mariposa hasta la parte trasera del salón, creo que soy estúpida para hacerlo ante todo el peligro que me rodea pero hay algo raro, nadie sabe lo de la mariposa, no le conté mi recuerdo a nadie.
— Las trampas con mariposas siempre funcionan, la magia siempre atrae los ojos con facilidad, vamos guardiana ¿de verdad eres tan ingenua?— escuche a mis espaldas y me tense al instante, no conocía esa voz.
Decidí no girarme para ver quien era, necesito calmarme y pensar, por desgracia de un momento a otro sentí una mano en mi hombro desnudo, al principio solo era como una caricia pero después me apretó con fuerza y me estampo contra la pared aun lado. Ahogue un grito y cerré los ojos.
—Te encontré y debo decir que fue más fácil de lo que pense, al parecer eres tan predecible como cualquier humana, creí que tu puesto de guardiana te daría alguna clase de ventaja pero veo que estaba equivocado— sentía su aliento muy cerca, abro los ojos y me topo con ese mirar azul que había observado hace un rato. Era el chico que me estaba viendo en el salón.
Bien, sea quien sea no parece amigable. Tengo que hacer algo.
—¿Predecible?— susurre. Silver me enseño miles de veces como defenderme, solo necesito encontrar la forma de liberarme de su agarre, no será difícil, parece despreocupado, esta lo suficiente cerca como para que pueda hacer algo al respecto.
Me preparo para atacar.
—Los demonios conocemos todos los trucos, sabemos jugar con los sentidos, no use ningún truco nuevo contigo, creí que lo harías más interesante—Es un demonio, bien, no tengo miedo, ya no, es suficiente de demonios que me tienen contra una pared.
El chico me gira y puedo sentir sus dedos estrujándome el cabello.
—No te resistas— el cuero cabelludo me arde, su asqueroso aliento me acaricia la nuca. Si piensa que sera sencillo, esta muy equivocado.
Alzó las manos y fijo sus dedos a mi cabeza, justo donde me tiene agarrada del pelo, me agacho, giro y escucho como gime de dolor cuando su brazo cruje ante el movimiento, entonces lanzó una patada a su rodilla derecha y esta se dobla por la mitad.
El demonio me suelta y cae sujetándose el brazo roto. Sé que se pueden curar rápido, pero me dará el tiempo suficiente para escapar.
Me mira perplejo y entonces, justo cuando estoy por echarme a correr, siento algo que me consume por dentro, la oscuridad comienza a absorberme, sé lo que esta por pasar ahora, siento ese calor en la espalda, estoy por recordar algo, lo sé y maldigo el momento, pierdo el equilibrio y caigo al suelo.
—Maldita guardiana— sus palabras se diluyen en mis oídos dejandome en total oscuridad. Es un terrible momento para recordar algo, no podre defenderme.
