Capítulo 52 (Olivia Benson)

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―Feliz cumpleaños―escucho muy cerca de mi oído.

Abro mis ojos lentamente. Danielle está parada a un lado de mi cama, sosteniendo en un plato varias rebanadas de pan blanco con mermelada apiladas con una vela encendida clavada en el centro. Me siento en la cama y ella me pasa el plato. Le echo un vistazo al despertador. Son las cuatro de la mañana. ¿Qué hace Danielle despierta tan temprano?

―No te ves muy feliz de verme―dice ella mientras tuerce un poco la boca.

―No es eso, cariño―rozo su mejilla con el dorso de mi mano―, sólo que nunca me esperé que tú fueras a despertarme en este día, sobre todo a las cuatro de la madrugada.

―Es que no puedo dormir, así que en lugar de estar dando vueltas en la cama, preferí venir a darte esta simulación de pastel de cumpleaños.

―¿No puedes dormir?―¡Qué raro es esto! A veces cuando voy al cuarto de los niños a mitad de la noche para ver como están, Danielle parece estar durmiendo como un bebé.

―No, no puedo―contesta desviando su mirada hacia otro lado.

―¿Pesadillas?

―¿No sería mejor que nos fuéramos a la sala para no despertar a Elliot?

Miro a la persona que duerme a mi lado. Está durmiendo como si fuera un bebé. Creo que Dani quiere hablar conmigo y por eso me ha propuesto que vayamos a la sala para poder hacerlo con libertad. Tal vez Elliot se asuste un poco por no verme acostada a su lado, pero Danielle me necesita más en estos momentos.

―Vayamos.

Las dos nos vamos a la sala y en cuanto nos sentamos, Danielle comienza a mecerse hacia delante y hacia atrás mientras se frota las manos. Sus movimientos me hacen pensar que se despertó muy temprano porque tuvo una pesadilla. Ella no voltea a verme, debo de haber aparecido en su mal sueño.

―Sé que estás pensando en que tuve una pesadilla y que apareciste en ella, pero en esta ocasión, eso no ha ocurrido―me dice como si hubiera leído mis pensamientos, pero sigue sin mirarme.

―Entonces, ¿qué es?―quiero que me mire, pero sigue sin hacerlo.

―Me siento nerviosa, cómo nunca me había sentido en mi vida―"mírame, Danielle, mírame" pienso.

―¿Por el juego de esta noche?

―Sí, también todo lo que conlleva―por primera vez, ella voltea a verme.

―¿Todo lo que conlleva? ¿A qué te refieres con eso?

―No sólo voy a jugar una final de futbol, en este juego hay más que eso. Jugarán mis pensamientos, mi ser, todo lo que soy, todo lo que te debo a ti. Esta es la primera cosa importante que haré en mi vida, por eso estoy tan nerviosa.

―A mí no me debes nada―ella niega con la cabeza.

―Te debo más de lo que te imaginas, por eso en este juego no sólo se está jugando un campeonato, también se está jugando todo lo que te debo, por eso hoy ese juego será la primera cosa importante que haré en la vida.

―Danielle, has hecho otras cosas importantes, este juego no será la primera.

―¿Haber sido torturada por doce años es algo importante?―ya entiendo por dónde va esto.

―En parte lo es―ella me mira confundida, así que continúo hablando―, porque tu pasado ha hecho que seas como eres ahora―Dani no cambia su mirada hacia mí―. Eres cariñosa, entregada en lo que haces, sacrificada, una gran hija.

Viviendo con los BensonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora