Capítulo 23 (Olivia Benson)

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Sonó el despertador y abrí los ojos. Sentí unos brazos rodeándome como si fueran hiedra. Traté de girarme para ver a Elliot pero no podía. Él estaba profundamente dormido y me tenía aprisionada contra su cuerpo. Me encantaría quedarme en la cama con Elliot todo el día, pero tengo que ir a trabajar, Elliot también y Dani tiene que ir a su segundo día de escuela. Comencé a tratar de moverme todo lo que podía hasta que Elliot gruñó.

―Elliot, ya es hora de levantarnos―dije acariciando sus brazos que se niegan a soltarme.

―Ya lo sé―dijo él medio dormido.

―Entonces deja que me levante.

―No.

De pronto, Elliot estaba sobre mí. Me miraba con una gran sonrisa en el rostro. Había algo especial en él, siempre ha sido tan respetuoso, tan solidario, tan amoroso. En el pasado, yo normalmente tenía sexo con el hombre que fuera en la primera o segunda cita, pero con Elliot todo va diferente. Con él quiero tomarme todo el tiempo del mundo, para porder disfrutarlo y amarlo, y de que él ame a "mis hijos" tanto como yo lo hago.

―Ell, yo me quedaría tumbada todo el día en la cama contigo―empecé a decirle y su sonrisa se amplió un poco―, pero Danielle tiene que ir a la escuela, yo a trabajar y tú también. Es tu regreso al Departamento de Policía, y dentro de dos semanas, tu regreso a la Unidad.

Elliot sólo se quedó quieto, mirándome fijamente con una sonrisa dulce en los labios, incitándome a besarlo. Alcé la cabeza y lo besé rápidamente.

―Elliot, no quiero que Tucker por ser impuntuales cancele tu regreso.

―Sólo porque me besaste te dejaré ir―dijo él de manera juguetona.

Elliot se quitó de encima y yo me levanté rápidamente para ir a la habitación de los niños. Al entrar, vi a mis dos pequeños profundamente dormidos, aunque debería considerar que tengo que conseguir una cama matrimonial. Noah está en la cama de Danielle y ella lo abraza de manera protectora, como el primer día que los vi así. Me acerqué a los dos niños y les acaricié el cabello.

―Dani, es hora de levantarse―dije y ella gruñó al igual que Elliot. Parecían padre e hija biológicos.

―No quiero.

―Es tu segundo día de escuela además, velo del lado positivo, es viernes.

―Está bien―dijo mientras ella rompía el abrazo con su futuro hermano.

Mientras Elliot, Danielle y yo desayunábamos, llegó Lucy. Le di unas cuantas indicaciones, como que fuera a comprar algunas cosas que faltan de la despensa y que pasara a recoger a Danielle a las dos a la escuela, además de llevar a los niños a la Unidad.

Después de llevar a Danielle a la escuela, fui a dejar a Elliot al recinto de la 16ª. En cuanto me estacioné, él se bajó de auto y fue a abrirme la puerta de mi lado. Yo lo miré confundida mientras Elliot tomaba mi mano que yacía en el volante.

―¿Sucede algo?

―Baja del auto―me ordenó y yo lo hice.

―¿Me dirás que sucede?―dije recargándome en la puerta del asiento trasero.

―Siento extraño tener que dejarte―dijo Elliot agachando la mirada.

―Elliot, sólo son dos semanas, después tendré que ver tu cara todos los días a todas horas―dije fingiendo seriedad, aunque la risa amenazaba con salir de mi interior, hasta que Elliot me vio con una mirada cargada de tristeza.

―¿No quieres estar conmigo?

―Elliot, claro que quiero―me acerqué a él y puse mis manos sobre sus mejillas―. Te quiero, Elliot. Yo haría lo que fuera por ti y yo sé que tú harías lo mismo. Esta vida podría matarme si no te tengo.

Viviendo con los BensonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora