Capítulo 41 (Olivia Benson)

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Sé que me amarán con este capítulo :3

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Abro los ojos y lo primero que hago es mirar el despertador. Seis de la mañana, 20 de octubre, cumpleaños de Elliot. Él duerme plácidamente a mi lado, de hecho, siento su respiración contra mi nuca. Quiero quedarme con él todo el día en la cama, pero tengo que levantarme a prepararle el desayuno y alistarme para ir a trabajar, aunque también tendré que encargarme de los niños, ya que quieren ir a la Unidad a acompañar a su padre en su cumpleaños.

            Me pongo una bata y voy a la cocina. Preparo unos hotcakes para Elliot con chocolate y crema batida. También saco de congelador un pequeño pastel de helado que compré ayer y jugo de naranja. Pongo todo en una bandeja y voy a despertar rápidamente a los niños.

            Todos vamos en silencio a mi habitación y al entrar, Danielle prende la luz. Después, ella y Noah saltan sobre la cama, haciendo que Elliot se despierte.

            ―¡Feliz cumpleaños, papá!―dicen los niños abrazando a Elliot.

            ―Muchas gracias―dice él con una gran sonrisa en el rostro.

            ―Felicidades, mi amor―me acerco a Elliot y le doy un beso en los labios.

            ―¿Desayuno en la cama?―él se sienta y yo pongo la bandeja sobre sus piernas.

            ―Te lo mereces, Ell―le doy otro beso.

            ―Gracias, ¿de qué es el pastel?

            ―De helado.

            ―¿Podemos comer un poco?―me pregunta Danielle después de haberse comido el pastel con la vista.

            ―Claro.

            En lugar de que Elliot sea el único que se coma lo que le traje, todos comemos de ahí, cómo si el desayuno fuera para todos. Danielle y Noah empujan a Elliot sobre el pastel, haciendo que se le embarre toda la cara. Todos reímos. Son grandes momentos en familia. Cuando acabamos de desayunar, los niños salen de la habitación para vestirse. Elliot deja la bandeja sobre el buró y se levanta de la cama para cerrar la puerta.

            ―¿Ya te duchaste?―me pregunta mientras se acerca a mí, caminando de manera misteriosa y seductora.

            ―Aun no, ¿acaso tienes algo en mente?―le sonrío.

            ―Quiero bañarme contigo, nunca lo hemos hecho. Tú sabes que si hacemos eso―Elliot se ruboriza, sé perfectamente a que se refiere―, no llegaremos a tiempo al trabajo.

            ―Creo que bañarnos juntos también hará que nos tardemos―el deseo comienza a notarse en los ojos de Elliot.

            ―Podemos ahorrar agua―él se encoje de hombros. Quiere convencerme, pero esta vez no podrá.

            ―Te prometo que lo haremos pronto―le doy un beso en la comisura de los labios.

            ―Confío en ti―dice Elliot después de haberse quedado pensando unos segundos.

            ―Siempre lo haces.

            Le guiño un ojo y me meto a toda velocidad al baño. Cierro la puerta con seguro para que Elliot no pueda entrar. Nunca llegaremos a la Unidad a tiempo si llevamos a cabo lo que los dos queremos además, le prepare una sorpresa a Elliot junto con los demás detectives. No podemos darnos el lujo de llegar tarde.

Viviendo con los BensonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora