Capítulo 21 (Olivia Benson)

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Elliot, Noah, Lucy y yo estábamos afuera de la Secundaria No. 85 esperando a que saliera Danielle. A pesar de que apenas es la mitad de un día de trabajo, para mí ha sido algo largo. Elliot hoy me salvó de ser asesinada, aunque la señora Hudson dijera que sólo planeaba violarme. Por sentido común sé que, ser violada con un cuchillo, significa muerte segura.

Eran las dos en punto, y yo ya estaba muy emocionada por saber cómo le había ido a Dani en su primer día (bueno) de escuela, además de que también Noah podría dar sus primeros pasos en cualquier momento. Elliot y Lucy me contaron que, mientras habían estado en el parque, mi hijo había dado algunos pasos con la ayuda de Elliot. De pronto a lo lejos, veo a una mata de cabello oscuro y ondulado revoloteando en el viento mientras una niña corre hacia nosotros. Danielle.

Noah, a quien yo estaba tomando de la mano, insistió en que lo soltara y lo hice. De inmediato, el comenzó a caminar sin ayuda de nadie hacia Danielle. Yo saqué mi celular del saco para grabar la escena. Dani se puso en cuclillas para recibir a mi hijo. Lo abrazó en cuanto llegó a ella. Dejé de grabar cuando sentí que el brazo de Elliot me rodeaba por la cintura y me acercaba más a él. Miré su rostro. Había una sonrisa en él que era única, además de que no despegaba su vista de "mis hijos". Comenzamos a caminar hacia ellos mientras Danielle no dejaba de abrazar a quien sería su hermano en un futuro, que yo espero que no sea muy lejano.

Después de un momento, Elliot se separó de mí para cargar a Noah. Yo le di un beso a Noah y después cuando Danielle se levantó, le di un beso a ella. Dani me miraba con unos ojos que irradiaban felicidad.

―¿Cómo te fue, cariño?―dije acariciándole su cabello.

―Bien, muy bien, la gente es agradable―dijo Dani señalando el edificio de la escuela.

―¿Hiciste amigos?―preguntó Lucy.

―Sí, un niño que estaba leyendo en el recreo y que también está en mi salón.

―¿Cómo se llama?―preguntó Elliot con un tono algo severo, aunque parece que Danielle no lo notó.

―Marshawn.

―Más le vale que no tenga otras intenciones contigo o se las verá con tu padre. ¿Verda, Noah?―dijo Elliot con una sonrisa en el rostro, entre severa y divertida.

―Elliot, apenas son unos niños―dije señalando a Danielle con la mano.

―De todos modos, hay amores que perduran a pesar de todo―Elliot me guiñó un ojo.

Sé de qué habla. Nuestro amor ha ido evolucionando a lo largo de los años, más de doce años, desde el día en que nos conocimos. Aunque concuerdo con Elliot, si ese Marshawn le hace algo, también se las verá conmigo.

―¿Qué más te gustó de la escuela?―pregunté caminando hacia el auto con Danielle mientras todos nos seguían.

―La clase de formación cívica y ética, la de matemáticas y deportes―dijo ella con un tono de voz raro en ella, el cual nunca había escuchado. Normalmente hablaba temerosa y hoy al parecer, había comenzado a ser libre, su voz hacía que yo lo notara.

―¿Qué deporte escogiste?―pregunté porque cuando pedí informes me dijo la directora que Dani tendría que escoger algún deporte para practicar.

―Futbol americano.

Me detuve en seco. ¿Qué Danielle no había sido lo suficientemente golpeada en su vida como para querer practicar un deporte de contacto?

―¿Equipado o tochito?―pregunté nerviosa. "Qué sea tochito por favor" pensé.

―Equipado―yo me mordí el labio sin saber que decir.

Viviendo con los BensonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora