Capítulo 31.

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Capítulo 31.



-Aria....

Escuchaba mi nombre en la lejanía. Era una delicia pronunciado de esa manera tan suave, creo que nunca me cansaría de escucharlo. No sabía si estaba soñando pero, se estaba tan bien....

-Aria... despierta duendecillo.

Finalmente me removí. La voz de Logan susurraba bajo mi oído, pero no quería despertar. Estaba tan cansada que...Oh dios. Gemí retorciéndome cuando sopló suavemente mi rostro. Escuché su sonrisa.

-Aria...- Su respiración lenta meció mi pelo.-Se que estás despierta, ¿y sabes? Eres preciosa cuando duermes, pero tienes que despertar. Deberías despertar.

Escondí una sonrisa contra la almohada y poco a poco abrí los ojos. -¿Debería?

Ladeó una sonrisa. -Si, deberías.

Bajé la mirada cuando logré alcanzarlo. Su media sonrisa y esos ojos tan fijamente en los míos me inquietaron, y más cuando vi que estaba sin camiseta y pegado a mi cuerpo. Mi pierna estaba entre las suyas, capturada. Su cuerpo me rozaba, sentía su piel sobre la mía y... Oh... Un sentimiento caliente se extendió a través de mi como un incendio fuera de control. Me sonrojé. Cogí aire bruscamente recordando que él no estaba metido en mi cama cuando me dormí, ¿Cómo ha acabado aquí dentro? y lo mejor de todo ¿medio desnudo? Ay dios....

Me removí de su lado y en ese justo momento un pinchazo surgió en mi pecho.

-Te duele.-Dijo observando mi cara de dolor.

Asentí con la cabeza encogiéndome. Este pequeño recordatorio me devolvió a la realidad. –Me siento como si me hubieran dado una paliza. –Afirmé.

Retiró el pelo de mi mejilla y sus facciones se tensaron. –Fuiste muy valiente. -Sus dedos se deslizaron por mi pómulo y di un pequeño respingo al notar otro pinchazo, pero lo hizo con tal dulzura que no me quejé.

Tragué saliva pensando que lo de ayer había sido un drama. Seguro que estaba horrible. Dios... Pegué mi cabeza contra la almohada intentando olvidar todo, pero era imposible. Una sucesión de imágenes vino a mi mente recordándomelo. La playa, la caída libre por las escaleras, la incertidumbre, la sensación de angustia, el dolor, la asfixia, la sangre....Negué con la cabeza apretando los ojos y los abrí respirando inestable. -¿Logan, cuánto tiempo estuve desaparecida?

-Todo el día.

Mierda. ¿Tanto tiempo había pasado encerrada entre esas paredes? Y lo peor de todo ¿inconsciente? -¿Todo el día? ¿enserio?

Apenas asintió con la cabeza.-Todo el día, si....Esos dos demonios que te secuestraron querían drenarte.

Lo sabía, ellos mismos me lo dijeron. Noté tensión en su brazo donde se apoyaba. Me removí.-¿Cómo supisteis dónde estaba?

Su media sonrisa me petrificó.-Edgar... eran amigos de Edgar, y estuvo realmente muy colaborador.

Me tensé cuando sonrió de esa manera tan tétrica. El recuerdo de Logan partiéndole el cuello a ese demonio y luego misteriosamente con su mano calcinarlo vino a mi mente. Ese no era el destino que quería para Edgar. Aunque él no me gustara, yo no estaba a favor de la muerte.

Lo miré y mi corazón se apretó. -¿Edgar esta...?

La oscuridad apareció en sus ojos. -No. Aunque me hubiera encantado matarlo no te voy a engañar.-Me estremecí cuando se acercó un poco más a mí. Su mirada tan seria que me asustó. -El supo lo que te iban hacer Aria, y no nos contó nada.

Caricias OscurasWhere stories live. Discover now