Caricias Oscuras

Capítulo 21.

Capítulo 21.

Miré por la ventanilla una vez más...

El sol se escondía en el horizonte dejando un azul azabache. Las estrellas brillaban y una deslumbrante luna llena nos hacia compañía en esta carretera con poca luz. No sabía dónde estaba la bahía, pero por el camino que llevábamos supe hacia donde íbamos. A la montaña.

Miré de reojo a Logan. Sus amplias manos se ceñían al volante, firme, seguro. Sus perfectos ojos claros concentrados en la carretera y esa pose relajada me ponían aun más nerviosa. Me mordí el labio. La verdad es que tenía un perfil digno de admirar así que me permití el lujo de observarlo unos segundos más hasta que escuché su voz.

-¿Qué miras?

-Uhm, nada...-Aparté la mirada incomoda. La comisura de sus labios se elevó.

-¿Impaciente por llegar?

-Si y no la verdad...-Una suave risa salió de sus labios.

-Tranquila, va a estar bien.-Estiró su mano hasta alcanzar mi rodilla y dio un suave apretón. Me removí sobre mí misma e intenté romper con este silencio incómodo que se había formado.

-¿Tu ya has estado en ese sitio? Ya sabes... en la bahía.

-La bahía Sweet es muy conocida, incluso, ya estaba en pié antes de que yo naciera. Es un paraje natural lleno de árboles junto a un pequeño lago formado por la filtración de las rocas.

-Uhm vaya... pues si que tiene años.

-Muchos....-Ladeo una sonrisa misteriosa y centró su vista de nuevo en la carretera, pero esa mano...esa maldita mano no se separaba de mi rodilla. –Con los años ha tenido muchos cambios, pérdida del terreno, ampliación, casas, árboles.... Ahora mismo lo único que sé es que lo compro una familia y están viviendo allí.

-Los Williams.... Tienen una mansión llamada "purpple" en esa bahía.

-Veo que ya sabes más que yo.

-No... solo conozco al hijo, Sam Williams... y solo sé lo que me cuenta Andrea. No me interesa mucho la vida de ese tío.-Dije entre dientes.

-Veo que eres su fan número uno.-Intentó ocultar la risa. Lo miré.

-Ese chico es el tío más egocéntrico que he conocido.

-¿A parte de mi?

-Si, extrañamente, aparte de ti. -Intenté no sonreir pero no pude. Rodé los ojos. Aunque fuera tan arrogante a veces era gracioso. Suspiré. –Los Williams tienen una gran fortuna... su padre es abogado y conoce a mucha gente. La verdad es que no sé porque ha hecho este evento... ni siquiera sé porque me ha invitado. Su hijo y yo no nos llevamos muy bien que se diga.

-Yo aunque me llevara mal contigo te invitaría a donde fuera.

-¿Pero qué dices? –Reí.-No sabes de lo que estás hablando.

-Perfectamente.-Me miró de reojo, su cabeza se inclinó.- ¿Pero tú te has visto bien?

Desconcertada me di un rápido vistazo.-Voy bien, ¿no?

-Más que bien... pareces un ángel. El único detalle es que tu vestido es rojo. ¿Y sabes lo que pasa con el color rojo no?

Me inquieté. Creo que lo había escuchado alguna vez... Lo sabía y no lo sabía, así que me encogí de hombros.

-Ese color llama la atención de seres como yo, y ya sabes lo que puede pasar...

-Espero que no tenga nada que ver con algo de muertes.-Tragué duro pensando lo peor.