Capítulo 8.

9.8K 699 25
                                    

8*******

-Señorita White, ¿nos puede contar los hechos?

El agente de policía grande y robusto no hacía más que apuntar cosas en una pequeña libreta mientras me miraba fijamente y escuchaba todo cuanto decía. A su tercera pregunta solo me venían esos  ojos fríos que me habían salvado la vida.

-¿Me puede decir cómo era la persona que intervino?

-No lo recuerdo muy bien….

-¿Tenía alguna marca? ¿Tatuaje o cicatriz posible que reconociera?

-No.

-Está bien…-Guardó su libreta en el bolsillo resoplando y giro para mirar a los otros dos agentes que hablaban con Andrea y José en la lejanía. El agente volvió a mirarme y esta vez pude observar un destello de lastima en sus ojos.

-Si recuerda algo.. cualquier cosa no dude en llamarnos señorita White, nos seria de gran ayuda su colaboración.

- De acuerdo… si recuerdo alguna cosa se lo haré saber.

-Soy el teniente González. Pregunté por mí. –Me tendió una tarjeta donde ponía un número de teléfono y asentí con la cabeza abatida.

-Ha tenido una noche dura, vaya a casa a descansar.

-Lo haré…-Dije con la mirada baja.

 Me dio un ligero apretujón en mi hombro descubierto y caminó hacia los agentes, en eso mis amigos vinieron hacía mí.

-¿Cómo estas pequeña? –Preguntó Andrea deslizando su brazo por mis hombros. Me acurruque en ella.

-Creo que bien…mejor.

-¡Esos hijos de puta! -Escupió José con rabia. –Me alegro de que estén muertos, ¡si no los habría matado yo mismo por hacerte esto! ¡Qué gente más degenerada joder!

-José, no es el momento para decir esas cosas .-Intervino Andrea mirándole muy seria.-Aria necesita descansar y olvidar, me la llevo a casa.

-¿Puedo acompañaros?

-Si quieres si… aunque vivo en las afueras de la ciudad

-Puedo seguiros con el coche, lo tengo aparcado aquí detrás.

-Vale, nos vemos en la salida del puerto.

Dejamos atrás a la policía, curiosos y un crimen sangriento. Me quedé mirando por la ventanilla del coche todas esas luces mientras mi cabeza no dejaba de darle vueltas a lo de aquel fantasma misterioso. Había ido a ese lugar porque sabía que allí moriría ese chico. Me había salvado la vida, incluso hablaba y lo más sorprendente de todo es que ese chico que casi me viola también pudo verle, ¿tendría algún poder para aparecer y desaparecer a ojos de la gente? no me quitaba eso de la cabeza.

Una vez llegamos, Andrea metió el coche en el garaje seguida del coche de José. Subimos por las escaleras y nada más llegar me dirigí a la sala de invitados donde ya me había quedado varias veces a dormir.

-Espera Aria, ¿quieres darte una ducha para quitarte esa sangre?

-Oh si…no me acordaba de ella.-Dije mirando mis brazos entumecidos y el vestido manchados por la sangre de un inocente.

-Te dejaré ropa en el aseo. Mientras prepararé chocolate caliente, ¿te apetece? -Asentí con la cabeza. Se acercó a mí y me dio un fuerte y reconfortante abrazo.-¿Te encuentras bien?

-Sí, gracias por todo Andrea…no sé que habri…

-Sssh Aria, no me las des, sabes que haría lo que fuera por ti.-Me besó en la mejilla y nos miramos. –Te quiero pequeña.

Caricias OscurasWhere stories live. Discover now