Mi propio cuento de hadas

Capitulo 2 (Editado)

—Genial simplemente ¡GENIAL! Sofía, —le grite.

Tarde menos de lo necesario en arreglarme y salir disparada para llegar justo a tiempo, "justo a tiempo" para saber que mi cita no se tomo ni la mínima consideración en avisar que no traería su culo al bar

—Cele, estoy segura que algo muy importante tuvo que pasarle —Sofi se retorcía las manos, mientras trataba de excusar al invisible de la noche

—Agggrrrr Sofí, estoy incomoda, por parecer una barbie en vestido corto dejando ver demasiado mis piernas, y sintiéndome la tercera en discordia, ni siquiera voy a tomar alcohol, mañana tengo la reunión con el posible cliente que anda en busca de un asesor financiero y necesito conseguirlo, no, "necesitamos" eso nos haría bastante bien en la oficina, tú lo sabes bien.

—Estoy muy apenada contigo Cele, entiendo si te vas, y me dejas sola con esto —Genial me está poniendo cara de perrito regañado

—Hay por favor deja de hacerte la insufrible sofí, sabes que no te dejare sola, yo me comeré todas las botanas y tú... tú solamente se tú, ahora salgamos del baño que solo nos falta que tu "amigovio" piense que tenemos diarrea —me acomode el escote y suspire lista para comerme la noche

—Eres la mejor amiga de todo el mundo mundial —. Se abalanzó con todo su peso sobre mí en un abrazo gigante de oso

—Y tú eres tan falsa y tienes esa sonrisa tan boba de enamorada, por favor Sofí...solo... tómalo con calma —dije como la mama gallina que soy

—Si mamá  —sonríe contagiándome con su alegría.

Volvimos a la mesa donde Sean había pedido de todas las botanas de la carta al parecer estaba demasiado nervioso y angustiado por culpa de mi acompañante desaparecido.

—Hola de nuevo —dice y casi derrama su copa en su camisa al querer aparentar una calma fingida, sonrío y le hago ver que no pasa nada en realidad ni siquiera quería estar acompañada, hace mucho tiempo que disfruto de estar sola y que mi mundo solo gire alrededor de mi, sin tener que estar pendiente de las necesidades de otra persona ni de sus sentimientos solamente yo, y bueno claro está que mi amiga es de las que absorbe y necesita atención continua, por lo que realmente a penas y soy capaz de saborear la dulce sensación de la soledad.

—No sabía que querían y bueno, me puse imaginativo, después se tardaron tanto que pensé que me habían abandonado y me imagine comiéndome todo yo solo —. Termino con una risa nerviosa

—En realidad Sean ya íbamos de salida, pero cuando mire la mesa llena de botanas lo pensamos mejor y no sería seguro que tuvieras que comértelas todas ¿verdad? —dije comenzando a devorar los pequeños bocadillos que estaban servidos en la mesa

—¡Celee! —Me riño Sofía avergonzada, tenía la cara tan roja que fácilmente podríamos confundirla con el frasco de salsa de tomate.

Comenzamos a reír y empezamos una bonita velada, me encontré disfrutando de ver a mis acompañantes tratando de parecer normales, son tan lindos y torpes que me dan ganas de comérmelos también .Enserio tengo un problema con la comida.

Platicaban, reían, tuve que intervenir varias veces buscando un tema de conversación cómodo para ambos cuando me percataba que el silencio era demasiado largo, y por ultimo salieron a la pista de baile. Y ahí está yo, disfrutando de mi melancolía y realmente me sentía feliz, feliz por Sofí y Sean, el aire que desprendían esos dos enamoraba a cualquiera a tres kilómetros a la redonda; Me di cuenta que aunque he tratado de cerrarme para no dejar entrar a nadie en mi vida y que aunque he sido feliz de esa manera, momentos como estos, ver a mi Sofí empeñada en tener un amor de cuentos de hadas, me dan ganas de... ohh Dios, incluso pensarlo me da vergüenza, pero me dan ganas de ser un poco como ella y encontrar un amor que arrase con todo mi sentido común o como diría Sofía...

— Un príncipe azul...—dije suspirando con los codos apoyados en la mesa sosteniendo mi barbilla con ambas manos

—Lamento la demora ...

Gracias por sus lindos comentarios, son tan buenas conmigo :)

Mely