Capítulo 1

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Hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana...


Dallani Baraan. ¿Quién era ella? ¿Qué tiene de especial esta chica para comenzar esto?

Pues no era más que una simple habitante de Dantooine, una entre 334.000 habitantes. Digamos ¿Qué se podía esperar en Dantooine? Era un lugar demasiado tranquilo por decir así, localizado específicamente en el Borde Exterior de la galaxia, por lo que no llegaba hasta ahí noticias sobre cuestiones de la República; solo era un planeta con pequeños dueños de amplios terrenos, un mundo color oliva, azul y dorado. Dantooine estaba lejos del ajetreo y de las rutas comerciales galácticas, sin colonias industriales o tecnología avanzada, al igual que Tatooine, Dantooine estaba en su mayor parte controlado por los hutts. Entre las familias de la región, se encontraba la de Dallani, la familia Baraan.

Dallani apenas poseía los dieciocho años de edad. Era hija única proveniente de padres granjeros, el señor Ramax Baraan y su madre Soliah Baraan. No era más que una joven promedio dentro del poblado donde vivía, sin más ni menos en algún rasgo en especial; de mediana estatura, delgada junto con ligeras curvas dándole una silueta esbelta. Su largo cabello trigueño era una cualidad de ella cosa que no reconocía, ya que constantemente "peleaba" contra esa melena rebelde para poder acomodarla, de piel canela demasiada suave a pesar del trabajo duro que tenía en la granja, pero lo más impactante que poseía eran ese par de luceros resplandecientes en su rostro inocente; sus ojos eran el mayor atractivo que poseía, grandes color verde jade y cristalinos como el agua, tan puros. Mientras que sus labios carnosos color carmesí daban el toque a su rostro afilado. Tal vez no era la mujer más hermosa de la galaxia, pero tenía un rostro tan parecido al de un ángel ,  sin embargo no era muy notorio su belleza natural debido a que se escondía detrás de ese enorme sombrero color paja que usaba a diario por cuidarse del sol. Dallani no poseía lujos ni atuendos ostentosos pues venía de familia humilde y lo que ganaba al día en la recolección de sus tierras era lo suficiente para el alimento de cada día.

A pesar de estar en un mundo tranquilo, tener la compañía de sus padres y amigos, ella siempre sentía una sensación extraña, desde una edad muy temprana siempre tenía sensaciones como si se trataran de premoniciones, pero conforme pasaron los años decidió ignorar eso que tal vez cambiaría su vida. Sabía que nada en este mundo era eterno, pero muy en su interior tenía un mal presentimiento de que pronto se acabaría toda esa paz que tenía.

-Mamá- habló Dallani en un tono de tristeza -¿Alguna vez te has puesto a pensar que pasaría...? Si...bueno...

-¿Qué ocurre Dallani?- interrumpió su madre un poco desconcertada.-Últimamente te he sentido un poco...confusa. –añadió.-

- No se...tengo miedo...y lo peor es que no sé de qué. –respiró y exhaló pesadamente unos segundos- Siento que algo...nos separará y tengo demasiado miedo. – comentó entre pequeños sollozos.-

-Mi pequeña ven aquí... -la tomo entre sus brazos, solo ella era la única que podía calmarla con ese abrazo lleno de amor y serenidad.- Sabes perfectamente que nada es eterno...pero eso no significa que te dejaré sola.

-Pero mamá eso no es posible, ya no estarían aquí conmigo...si un día papá o tú no estuviesen... ¿Qué haría yo sin ustedes? -comentaba entre imparable llanto.-

-Si llegase a ocurrir, jamás te dejaríamos sola, porque justo aquí... –señalo poniendo su mano en el corazón de Dallani.– Justo ahí siempre estaremos, y donde quiera que estemos, jamás te dejaremos de amar, es una fuerza realmente grande que te protegerá y te guiará por el camino correcto.

Dallani se quedo abrazada de su mamá y la dejo pensando por un largo tiempo, pero aún así no sabía porque aún sentía esa extraña sensación, era más que eso... era como un presentimiento de los que tenía desde niña.

Mientras transcurría el día, Dallani ayudaba a su madre para cena, siempre esperaban a papá para que los tres dieran las gracias por sus alimentos obtenidos, pero algo ocurría mal, Ramax siempre llegaba a cierto tiempo, pero esta vez ya había pasado demasiado tiempo, justo en ese momento Dallani empezó a alterarse, esa extraña sensación se hacía más presente.

-Mamá...mi papá está tardando en llegar.

-No pienses cosas malas cariño, seguro se encontró con el mercader Shug, ya ves sus pláticas de negocios. -dijo su madre en un tono despreocupado.-

Aún así Dallani no estaba tan segura de eso, su temor era más grande que las palabras tranquilizantes de su madre.

-Madre, iré a sacar los costales de los rábanos, los olvide dejarlos afuera.

-Claro corazón, no tardes por favor que empezaré a servir.

Una característica de Dallani es que cuando ella sentía que tenía que hacer algo, lo hacía, claro era demasiado prudente, pero esta vez tenía que seguir sus instintos. Así que tomo una capa que estaba bajo el cobertizo y fue en busca de su padre, su tardanza era más preocupante que dejar a su madre con la mesa puesta.

Había ya caído la noche y en Dantooine eran muy oscuras, otra característica de ahí, pero no le importo correr algún riesgo, mientras encontrará a su padre era lo único que traía en la mente. Seguía su camino hacia la plaza central donde dejaba la productividad su padre, pero una luz despampanante en el cielo le llamo la atención quedándose observando atónita de donde provenía, algo no iba bien y su corazón comenzó a acelerarse, corría lo más rápido que le permitieran sus piernas, entre más se acercaba a la plaza, más relucía esas luces.

Cuando por fin pudo llegar, no creía lo que estaba observando, era una masacre, muchas personas gritando, llorando, demasiados muertos mutilados, ¡Toda la plaza estaba incendiada! esto no podía estar pasando "¿Cómo es que pasaba esto? Miles de muertes entre ellos podría estar mi padre" pensaba ella llena de dolor ¿Pero, qué podía hacer? Sin pensarlo de algún modo se metió en plena masacre, solo se observaba como miles de seres, sin alguna razón atacaban, muchos hombres luchando, pero eran más de los matones, Dallani desesperada mente gritaba el nombre de su padre pero no respondía.

-¡Papá!..Por favor responde...no puede estar pasando...-gritaba entre lágrimas mientras examinaba cada cadáver.-

Sentía que se iba a desmayar por la adrenalina que corría por todo su cuerpo, pero al dar media vuelta vio como uno de ellos la estaba apuntando con una bláster. Dispuesto a dispararla, ella solo cerró los ojos entre lágrimas sintiendo que eran sus últimos segundos de vida, pero antes de que éste la atacara a ella, un sable láser atravesó al atacante, dejando petrificada a Dallani.

 Dispuesto a dispararla, ella solo cerró los ojos entre lágrimas sintiendo que eran sus últimos segundos de vida, pero antes de que éste la atacara a ella, un sable láser atravesó al atacante, dejando petrificada a Dallani

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For You (Anakin Skywalker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora