capítulo 28. Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta.

3.6K 149 31
                                    

Iba retrasada, pero no llegaría tarde, así que decidí ir a paso rápido, pero no apurado a mi siguiente clase: Aritmancia. Mientras que Alice y Anny se dirigieron a su clase.

Llevaba colgada la mochila por un hombro. Iba a doblar en una esquina, cuando escuché gente que hablaba. Me detuve. Me oculté tras el muro del pasillo, agudicé el oído. Quien hablaba era un chico, su voz era conocida. Me atreví a mirar. Era Severus, con otro chico, de primero o segundo, tal vez.

-Así que no vuelvas a volver a hablarme así, ¿entendido? -decía Severus, con la voz suave y melosa, pero intimidante.

El niño estaba encogido de miedo, al parecer. No dijo nada, se limitó a demostrar su miedo temblando.

-He preguntado si me has entendido. -volvió a hablar Severus, esta vez con la voz mucho más potente y sin ocultar su rabia.

No sabía muy bien qué hacer. Si intervenir o no.

-Sí-si... -tartamudeó el niño.

En ese instante, Severus lo tomó por un brazo con brusquedad y lo acercó a el.

-¿Te das cuenta de con quién te estás metiendo, niño? -dijo con los dientes apretados- Soy un fiel seguidor del más grande y poderoso mago de los últimos tiempos. Sí, hablo de Lord Voldemort. -en sus ojos se reflejaban el brillo del fanatismo, que rozaba la adoración- Él mismo me ha aceptado y nombrado Mortífago. -decía mirándo al niño con ferocidad. Sus ojos oscuros como la noche emitían un brillo maníaco.

Los ojos del niño estaban abiertos como platos, y empezaban a llenarse de lágrimas.

Luego Severus lo soltó con brusquedad, trastabilló un par de veces y casi cae al piso.

-Mira esto. -dijo Severus, y se arremangó la túnica, dejando al descubierto su brazo izquierdo, en el cual tenía un tatuaje. Era...
Solté un grito ahogado, me llevé las manos a la boca, y rápidamente me volví a esconder tras la pared.
No podía dar crédito a mis ojos. Severus en verdad tenía la Marca Tenebrosa en el brazo. Volví a asomar la cabeza.

-Pe-perd...perdón. -decía el niño, muerto de miedo- Yo..yo...

-¿Qué? -dijo Severus mordazmente, con un deje de cruel diversión en la voz- ¿Tienes miedo? Deberías tenerlo.

-¿Divirtiéndote a costa de ese niño, Quejicus? -dijo James, que había llegado desde el otro extremo del pasillo.

El niño aprovechó para salir corriendo. Pasó junto a mi como un relámpago. Jamás había visto un rostro tan asustado. Sentí pena por él.

-Que lástima me causas.
-volvió a hablar James- ¿Qué podría hacerte éste niño? Es mucho más pequeño que tú, no tendría oportunidad de nada. ¿qué pretendes? -añadió mirándolo con seriedad, y, al parecer, realmente sentía lástima.

-Este...niño, me ha ofendido, se ha atrevido a hablarme mal...

-¿Qué te ha dicho? ¿Que pareces un horrendo murciélago? -se burló James- Eso no es ofender, Quejicus, eso es decir la verdad.

-Cállate. Y de todos modos, lo que yo haga o deje de hacer no es de tu incumbencia, Potter.
-dijo Severus con los dientes apretados de furia- No te entrometas o...

-O, ¿qué? -lo interrumpió James, acercándose amenazadoramente a el.

-O atente a las consecuencias
-Severus levantó la varita en ristre, sin retroceder.

James hizo lo mismo, pero sonrió. -Veo que te crees muy valiente ahora que tienes esa marca asquerosa en el brazo.
-dijo mirando su brazo con repugnancia.

Lily Y James. [Awardspotterhead]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora