capítulo 24. ¿Sueño o realidad?

3.2K 158 50
                                    

Aquella tarde cálida, me encontraba sentada con Potter a orillas del Lago Negro de hogwarts.
Lo abrazaba, mientras observabamos como el calamar gigante lanzaba de vez en cuando uno de sus tentáculos y se llevaba algún alimento de la superficie del agua a sus profundidades.

Potter me acariciaba el cabello mientras me susurraba palabras bonitas al oído.
Yo sonreía. En mi rostro estaba claramente dibujada una de esas típicas sonrisas de tonta enamorada hasta los tuétanos.

-Te quiero, no sabes cuánto. -dijo Potter,  dándome un tierno beso en la cabeza.

-Yo también. -dije llevando mi cabeza hacia atrás para poder mirarlo a  los ojos.
Él me sonrió y me abrazó con más fuerza.
Yo solamente sonreía. A su lado era la chica más felíz del mundo. Lo amaba sin remedio.

Lo miré a los ojos.

-Me haces tan felíz, mi amor. -le dije sonriendo. Él me devolvió la sonrisa.

-No creo que eso se compare ni remotamente a lo felíz que me haces tú a mi. -dijo acercándose a mi.
Miraba sus labios, que estaban entreabiertos. Tentadores.
Miré sus ojos, que tenían un brillo inusual aunque ya conocido. Podía sentir su aliento rozar mis labios, que mantenía entreabiertos, esperando el mágico momento.
Quería, no; deseaba que me besara. Que rozara mis labios con los suyos. Sentirlo mío y sólo mío...
Cerré los ojos, pues sus labios por fin llegaron hasta los míos.
Una sensación electrizante me recorrió el cuerpo entero. Mi imaginación no le había hecho justicia.
Sentir sus labios con los míos no tenía comparación alguna. Mucho menos lo podía explicar con palabras...
Sólo quería permanecer con mis labios pegados a los suyos por el resto de la eternidad.
Pero, de golpe, ¡un fuerte ruido!
Me separé de él,  sobresaltada.

-¿Qué ha sido eso? -dije.

Pero él no respondía.
Me di cuenta de que se alejaba...o yo me alejaba de él.

No quería dejarlo. ¡Quería seguir besándolo!  Le gritaba, pero algo hacía que me alejara de él.

Me sentía inquieta y me sacudía y pataleaba.

Hasta que ya no lo ví y me levanté de la cama de un salto.

Respiraba con agitación.
Me llevé las manos al pecho, me sorprendió que mi corazón latiera tan agitado.

-Un sueño. Un maldito sueño. -susurré.
Suspiré. Había soñado que Potter me besaba. Y eso no había sido lo peor. ¡Lo peor había sido que me gustaba!

-¡Por Merlín! Que sueño más estúpido. -me dije.

Pero no pude reprimir una sonrisa recordando el beso.
Me sorprendió darme cuenta de que  me toqué los labios con los dedos.
Aún sentía en ellos lo que había sentido en sueños. Como si hubiera sido real. Lo había sentido tan real...

¡Lily!  ¡Pero qué  te pasa!  me reprendió una vocecita conocida. ¡deja de pensar en ese idiota!
Le hice caso. Y me fijé por primera vez en la habitación.

-¡Santo cielo! -grité y salí de un salto de la cama.

El resto de las camas estaban vacías y ordenadas. Ni rastro de las otras chicas.
Miré el reloj. ¡por Merlín!
Faltaban cinco minutos para el comienzo de la primera clase. ¡Y encima era con la profesora McGonagall!

Me había quedado dormida.

-¡Voy a matar a Alice y Anny! -me decía mientras peinaba con violenta rapidez mi cabello.

Es que, ¿cómo se les ocurre irse a clases sin despertarme y avisarme lo tarde que era? ¿Acaso no saben,  a pesar de los años que llevamos siendo amigas, que yo, Lily Evans, no puedo, no debo perderme una sola clase o llegar tarde?

Lily Y James. [Awardspotterhead]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora