capítulo 17. Dudas.

2.8K 143 43
                                    

A la mañana siguiente, al despertarme, tardé unos instantes en entender porqué sentía que la cabeza me iba a explotar. Pero luego los recuerdos de la noche anterior comenzaron a llegar paulatinamente a mi exhausto cerebro.

Anoche, el idiota de James Potter me había pedido, frente a todo el colegio, cabe resaltar, que aceptara ser su novia. Y al momento de recordar ese "romántico" momento para muchos, pero muy bochornoso para mí, quería volver a olvidarlo de inmediato. Así que cerré fuertemente los ojos, con la esperanza de centrar mis pensamientos en cualquier otra cosa, pero eso no me había servido de nada. Mientras más fuerte cerraba los ojos, más claramente veía el rostro de Potter, con su estúpida sonrisa de medio lado, esa sonrisa que...era tan...tan...tan... ¡horrible!, muy pero muy horrible.

Sí, por supuesto que su sonrisa no me gustaba para nada, y menos su sonrisa de medio lado.

Decidí que era mejor levantarme de una buena vez, total, tendría que hacerlo tarde o temprano. Descorrí la cortina de mi cómoda cama con dósel, y entrecerré un poco los ojos a causa de los rayos del sol que se colaban por la ventana. Eso indicaba que debía ser muy tarde ya. Aún así, no me apuré en arreglarme para bajar a desayunar. Era Navidad, y despues de semejante trasnochada seguramente todos bajarían más tarde de lo habitual al Gran Comedor.

Alice y Anny seguían durmiendo cuando bajé al Gran Comedor, con mi libro de Aritmancia. Los TIMO (título indispensable de magia ordinaria), llegarían en nada y tenía que estar preparada. No tenía que desperdiciar ni un sólo momento libre, estudiaría mucho más de lo habitual. Sería horrible sacar un S (supera las expectativas), o una A (aceptable). No quería ni imaginarmelo.

Me dirigí a la mesa de Gryffindor, en la cuál estaban sentadas un bullicioso grupito de chicas de cuarto y sexto cursos.
No pasé por alto la forma en que me miraban tanto esas chicas como las otras de Ravenclaw y Hufflepuff que estaban presentes. Hasta las chicas de Slytherin me miraban peor de lo habitual.
Todas me miraban y cuchicheaban sin ningún disimulo.
Decidí ignorarlas, y me senté en uno de los primeros asientos de la mesa, considerablemente apartada de las huecas que murmuraban quién sabe qué barbaridades.

Me serví jugo de calabaza, seguía haciendo frío, aunque no tanto como los días anteriores. Así que un buen jugo de calabaza no me venía nada mal en esos momentos.
Unté mantequilla y mermelada en un par de tostadas y desayuné. Pronto mi mente comenzó a divagar nuevamente y dejé de prestarle atención a los murmullos de las chicas.

Pensaba en cómo se iba comportar Potter conmigo aquél día. Despues de lo que hizo en el baile. Pensaba también en si realmente tomaría como un "sí" el "lo pensaré" que le había dado por respuesta, o si eso lo había dicho simplemente para irritarme.

Abrí mi libro de Aritmancia y comencé a leer.

-Hola, Evans -dijo una voz que conocía a la perfección.

-Qué onda Evans -también la conocía a la perfección.

-Buenos días, Lily -esa era la voz de Remus, y también la conocía a la perfección.

-Ho-hola, Lily Evans -ese era sin duda Peter.

-Hola -dije sin apartar la vista de mi libro.

Potter se había sentado en el asiento de en frente, con Sirius a su lado. Remus se sentó al lado mío y Peter al lado de Remus.

Sirius suspiró teatralmente.

-Ha sido realmente muy romántico lo de anoche, ¿no crees, Lily? -dijo.

-¿A qué te refieres? -dije fingiendo no tener idea de lo que estaba hablando.

-A lo que hizo corna, ese encantador momento en el que te pidió que fueras su
chica... -dijo con la mirada perdida.

Lily Y James. [Awardspotterhead]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora