Capitulo 12. El día de campo.

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Disclaimer: Los personajes de Avatar, The last air bender. No me pertenecen a mí, sino a Nickelodeon y sus creadores.

Por: Crystal Violeta.


Los rayos del sol se filtraban por la ventana cuando Zuko abrió los ojos.

– Hasta que despertaste – dijo Sokka mientras se rasuraba los pocos cabellos de su barba.

– ¡Ya amaneció! – exclamó Zuko sorprendido – ¡No puedo creerlo! – el príncipe sonrió – No había podido dormir una noche completa en años.

Las chicas se levantaron temprano, para preparar el desayuno y la comida del día de campo. Los jóvenes rentaron pequeñas carretas para dos personas, remolcadas por iguanas gigantes. Los vendedores ofrecían flores y adornos, porque según sus costumbres, los hombres debían arreglar las carretas lo mejor que podían y después se sentaban a esperar. Las mujeres paseaban por los carruajes y debían elegir la que más les gustara. Sin embargo, muchas parejas se ponían de acuerdo con antelación para reconocerse a pesar de las máscaras, y así, pasear juntos independientemente de lo bien o mal arregladas que estuvieran las carretas.

Katara no tuvo problemas para reconocer a Zuko, a pesar del antifaz. Ella tuvo que admitir que el carruaje era uno de los más hermosos que había visto. Estaba repleto de flores y listones de colores. Zuko sostuvo la canasta que Katara llevaba cargando y gentilmente la ayudo a subir. Emocionados, los dos emprendieron la jornada.

Todas las carretas tenían que avanzar por una estrecha vereda que subía a lo alto de un volcán. El camino era tan angosto que no había espacio más que para un sólo carruaje.

Detrás de Katara venían Sokka y Suki, luego abejita y long shot. Atrás venía Jet, que preparó su carreta, pensando que Katara lo eligiría a él, pero como esto no sucedió, decidió subir solo y esperar su oportunidad. Algo parecido le sucedió a Aang, que también había preparado su carreta para Katara, pero ella se disculpó con él y le dijo que prefería ir con Zuko. El niño se sintió decepcionado, pero como también quería ir (más que nada para espiar a Katara), le pidió a Toph que lo acompañara y los dos niños emprendieron la marcha.

– Es un carruaje muy lindo – dijo Katara.

– Lo preparé especialmente para ti – la joven sonrió mientras Zuko decía: – Sabes, he tenido pesadillas cada noche desde hace más de tres años y desde entonces, no había logrado dormir una noche completa.

– ¿Por eso dormías tan poco?

– Sí. La única forma de conciliar el sueño era cuando me sentía verdaderamente cansado y aún así, las pesadillas volvían. Pero anoche fue diferente, porque soñé contigo.

– ¡De verdad! – Katara se sentía feliz de haber ayudado al príncipe y lo observaba con una sonrisa.

– Sí. En lugar de pesadillas tuve dulces sueños, ¡gracias a ti!

Los labios de los dos jóvenes se acercaron y se dieron un dulce beso. Después siguió otro y otro. Katara se aferrò al brazo de Zuko y reclinó su cabeza en su hombro mientras admiraba el paisaje en silencio.

– Zuko, ¿Por qué tenemos que usar máscaras?

– Es la tradición. Todo el festival se realiza cómo homenaje a una pareja que existió hace 100 años. Se supone que se conocieron en un baile de disfraces. Allá en la cima, un sabio cuenta su historia, entonces comprenderás todo.

De vez en cuando, Zuko miraba a Katara y sonreía. Sus ojos azules y sus labios rojos lo invitaban a acercarse. Él le dio un beso largo y ardiente, con tanta fuerza y pasión, que por un momento se olvido de las riendas y casi se salen del camino.

Un Amor Imposible. Zuko & KataraWhere stories live. Discover now