「¿Hermana de quién?」|Nueva Versión| [EDITANDO]

Capítulo 19

"Sal de mi cuarto", estuve apunto de gritarle.

—¿Y a ti qué te importa? —pregunté con odio, si—. Solo sabes jugar con los sentimientos de los demás.

Miró al piso triste, en otra ocasión te hubiera ayudado.

—Solo quería ayudarte —murmuró.

—¿Cómo planeas ayudar a alguien si ni siquiera has podido arreglar tus problemas? —resoplé, si la seguía teniendo en mi cuarto la golpearía.

Caminé hacia la puerta y la abrí indicando que se fuese, así hizo sin decir nada y la cerré nada más salió.

Joder, Komori, tienes apenas 17 años.

••

—¡Estoy bien! ¡Estoy jodidamente bien! —grité.

—No estás bien, no has salido de tu cuarto desde hace días.

—¿Todos pueden encerrarse menos yo?

—¿Quiénes son todos? —preguntó alzando una ceja.

Oh, esto no era bueno, Subaru y yo peleando no éramos buena señal, sobre todo porque nunca peleábamos y nuestras personalidades siempre chocaban.

—Tú el primero —respondí rápido—, y no te importan los otros.

—¿Has estado en la mansión Mukami? —había dicho Mukami con odio.

—¿Y qué si estuve allí? —pregunté—. Últimamente no te importa lo que haga.

—¿Cómo no me va a importar lo que haces? —preguntó—. ¿Qué te ha pasado Irelia? De un día a otro cambiaste.

Sigo siendo la misma. O eso me hacía creer.

Empecé a llorar, mierda, limpie las lágrimas que salían en un intento porque no salieran más, Subaru se quedó quieto observándome, agradecí eso, sin embargo las lágrimas no dejaban de salir.

Fue ahí cuando se acercó y me abrazó protectoramente.

—¿Por qué lloras? —preguntó al cabo de un rato.

—Porque no sé qué va a pasar de aquí en adelante —respondí limpiando las lágrimas que habían quedado en mis mejillas y ojos.

—¿Qué?

—Subaru... no sé si... —tomé aire—... no sé si vaya a poder curarme.

Frunció el ceño.

—Es muy largo el tratamiento de esto, y cuando Kanato lo descubrió, ya hacía tiempo que lo tenía.

—No morirás —volvió a abrazarme. Esto me recordó a Kou hace días atrás.

—No te puedo asegurar nada.

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—La deje embarazada —Ayato se tiró en mi cama.

Joder, esta gente entra en mi cuarto a cada hora, y él justo había entrado cuando salí del baño, con solo una toalla tapándome.