「¿Hermana de quién?」|Nueva Versión| [EDITANDO]

↬ I

Narra Irelia

Miré hacía el cielo con una sonrisa mientras movía mis pies que no alcanzaban el suelo. Estaba de un color bastante opaco y con una que otra nube. Había total tranquilidad mientras entraban los estudiantes, pero todo se vio interrumpido hasta que entraron mis hermanos, los dichosos Sakamaki, creando murmullos de parte de chicas enamoradas de ellos.

Bufé. No me gustaba esta distancia que había entre nosotros hace años. Aún recuerdo que de más pequeños ellos me mimaban y no había día que pasase sola. Ahora ni mi hermano de sangre me pescaba.

Me paré del banco en el que estaba sentada y caminé algo distraída a mi clase, tanto, que no vi a la chica que tenía enfrente y choque con ella.

—Lo siento —me disculpé a la vez que seguía mi camino sin mirarla.

Llegue al aula y me senté en mi pupitre de golpe, no estaba de humor, recordar el pasado me ponía mal y no me gustaba esa sensación que me dejaba.

La chica del puesto que estaba adelante del mío se dio la vuelta y me miró unos segundos. Era algo linda, su cabello rubio terminaba en pequeñas ondas que caían por sus hombros y llegaban hasta el final de su chaqueta, tenía unos ojos que jugaban entre el azul y el gris, y como no, sus labios tenían un brillo especial.

—¿Qué? —Le pregunté cansada de su mirada penetrante.

—Irelia, ¿no? —Hice una mueca, mi nombre no sonaba bien saliendo de esos labios pintados—, como sea, te he visto mirar muy detenidamente a los Sakamaki, y me puse a pensar, eres muy parecida a Subaru, ¿No crees? En fin, espero que no le hayas echado el ojo a ninguno, querida.

—Dime Liu —dije ignorando por completo todo lo que dijo.

La chica alzó una ceja algo desconcertada  y volvió a su posición de antes cuando escuchó que el profesor entró.

Una vez terminada la clase, me levanté y caminé hacia la puerta, pero una mano jalando mi brazo me evitó siquiera cruzar la puerta. Joder.

—¿Cuál es tu apellido? —Preguntó la chica molesta de hace un rato.

—Deathson —inventé uno rápido y me solté de su agarre bruscamente. ¿Y ésta que se creía?

Caminé tan rápido que choque con alguien. Hoy ando media torpe.

Sentí la mirada del chico con el que había chocado. Es lindo. Su cabello era algo largo comparado con los hombres, era gris oscuro con las puntas más claras, sus ojos también eran grises.

—Sakamaki —soltó demasiado lento, lo miré fijamente. Me molestó su tono lento y que conociera mi apellido.

—Oye, Azusa —lo llamó un chico rubio pasando su brazo por mis hombros. ¿Y éste quién se cree?

—Lo siento —me disculpé con el chico con el cual había chocado al sentirme incómoda e intente seguir mi paso, pero el rubio me lo impidió.

—Nos volvemos a ver —susurró en mi oído para luego seguir su paso con el otro chico soltándome.

¿Qué mierda acaba de pasar?