「¿Hermana de quién?」|Nueva Versión| [EDITANDO]

Capítulo 14

Dos días en esa mansión, dos días y ya había visto como Ruki y Yuma casi violaban a Yui, también a un Azusa demasiado misterioso, y un Kou bastante empalagoso.

Quiero a mis hermanos.

Las pastillas se estaban acabando y no quiero ni saber como debe estar Subaru.

Su hermana con una enfermedad que la podía matar y desaparecida.

Supongo que deben sospechar que estoy con Yui, no creo que sean tan idiotas.

—¿Estás segura que tus amistades son buenas? —preguntó Yuma.

Estaba acostada boca abajo en sillón, con mi cabeza apoyada entre mis brazos cruzados, llevaba pantalón, por lo que no me preocupaba de mi posición.

—De la chica no —respondí sin mirarlo—, pero el chico parece buena gente.

—El chico es humano, ¿Tus hermanos están bien con eso? —preguntó Ruki.

—¿Qué te importa a ti? —pregunté—. Creí que en esta mansión no se hablaba de mis hermanos.

Sentí una mirada demasiado penetrante, por lo que me senté y miré con atención el té que estaba en la mesa, últimamente Ruki me estaba dando demasiado té, tengo miedo de que tenga algo, pero igual me lo tomaba.

Y es ahí cuando veo a Kou en el primer escalón mirando hacía aquí.

¿Me estaba mirando el trasero?

Giré los ojos y tome la taza.

—Te preguntaba porque yo no te dejaría tener amigos humanos —respondió encogiéndose de hombros.

—¿Ni siquiera porque tu fuiste humano?

—No —ni siquiera me miraba, leía el maldito libro

Me sentí débil, por lo que me apoyé completamente en el sillón.

Azusa apareció junto a Yui, giré los ojos.

Esos dos habían estado todo el día juntos.

No son celos, no.

Kou se sentó a mi lado, haciendo que me sobresaltase y de lo débil que estaba, se cayó la taza en su pecho, estaba media llena.

Todos se callaron, rompí el silencio riendo por la cara que puso Kou, y todos rieron, menos Ruki.

—Tranquilo, no le llegó a tu bonita cara, rubio —dije parando de reír, joder, demasiado débil.

—¿Bonita cara? —preguntó Azusa bajo, vampiresa pura, cariño, escucho hasta el corazón de Yui.

Se sacó la camisa, miré al lado contrario al instante.

—Esos modales... ¿Reiji no te enseñó bien? —preguntó Ruki burlón.

Sí, mejor que tus modales, intento de intelectual.

Vi su taza media llena, no me resistí y la tomé lanzandole el té en la cara, bajó hasta su pecho, pero no llegó a su pantalón como a Kou.

Yuma rió chocando su mano con la mía.

Ruki también se saco la camisa.

Joder, están como quieren.

Estoy segura que mis mejillas están algo coloradas, Azusa me mira mal.

¿Acaso él solo se puede divertir?

Tomé la camisa de Kou y se la lance, le llegó en la cara por la sorpresa, pero la atrapó cuando iba a caer.

Por mi mente cruzó hacerle algo a Yuma, pero luego recordé la estatura y... mejor no.