「¿Hermana de quién?」|Nueva Versión| [EDITANDO]

↬ VI

En momentos como estos, desearía que la escuela tuviera pantalón para las mujeres.

No porque no me gustasen las faldas, es más, usaba vestidos y todas esas cosas, sino porque quería volver a cuando apenas y sabía lo que era un vampiro y Subaru disfrutaba de llevarme en su espalda a todos lados.

Ahora me tenía que limitar a caminar a su lado si no quería que se me viese algo.

O bien que me hubiese gustado ser hombre.

Me fijé en mi entorno, las chicas me miraban con odio.

—Lo creo de Ayato y Laito, pero ¿Ahora tú? —pregunté tirando de su manga para que me escuchase mejor.

—¿No crees que tenga chicas detrás? —preguntó. Tienes a cierta rubia detrás.

—Eres mí hermano, mío, de mí —dije sonriendo. Vi a Woods a unos metros de nosotros y recordé eso de ser amigas—. Adiós, tengo que ir a ser amiga de alguien.

Me miró confundido y simplemente caminé hacia Momoi.

Nada más llegué donde estaba, se abalanzó sobre mi, abrazándome.

—Oye, suéltame, no me gustan los abrazos —reclamé intentando empujarla—. Además, apestas a demonio.

—Vivías con la hija del Señor de los Demonios, soportaste este olor por años —dijo.

—¿Cómo demonios sabes eso? —pregunté sorprendida. Nadie en la escuela que no sean los Mukami sabían algo de nuestras vidas.

—Hay dos chicos nuevos en la escuela, Liu —respondió soltándome—, además, ¿Cómo no voy a saber eso si soy un demonio?

—¿Y qué tiene que hayan dos chicos nuevos en la escuela? Todos los días llega alguien nuevo —me crucé de brazos. Esta sabe cosas que no debería saber—. ¿Los estabas espiando? —reí—. Y creí que solo estabas loca por mis hermanos.

Dos chicos hablando de Cordelia y mencionándonos, eso era raro, demasiado.

—Digamos que iba al baño y casualmente escuché algo.

—Como sea, ella era vampiro, para tu información —dije caminando hacia el aula, ella se quedó unos segundos en su sitio y luego corrió a mi lado.

Nada más me senté en mi sitio, el profesor llegó algo desordenado a la sala, parecía estar nervioso.

—¿Ya tenéis todos le trabajo masivo? —preguntó con la voz temblorosa.

Woods fue la primera en levantar la mano.

¡Si serás maldita!

Jalé su manga haciendo que se fuera un poco hacia atrás.

—¿Qué crees que haces, pequeña diabla? —pregunté en un gruñido.

—Ya lo tienes listo, Liu, y yo también tengo mi información, el trabajo ya está hecho.

—Woods, Ainsworth, representarán al curso —dijo apuntándolos.

Ainsworth era el chico inteligente de la clase, y siempre peleaba conmigo por el primer lugar. Lo odiaba tanto como a mí misma.

—Por algunos problemas, el director dijo que tenemos que tener a dos representantes de cada curso, los demás apoyarán los que digan ambos compañeros —explicó más aliviado.

—¿Competiremos contra los cursos mayores? —reconocí la detestable voz de Ainsworth. Puse los ojos en blanco y disimuladamente me puse un audífono tapándolo con mi cabello.