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Todos estaban estresados con el trabajo que había dado el profesor de Historia. Y si digo todos, son todos, desde primero hasta tercero.

El profesor nos había metido a todos en el auditorio, de primero a tercero y nos había dicho que teníamos que entregar un informe sobre un tema en específico, pero por falta de tiempo, era voluntario, el curso que tuviera más voluntarios ganaba, ¿Qué cosa? No lo dijo.

Por supuesto que iba a participar, pero al ver que Woods levantó la mano como voluntaria creyéndose Katniss en los Juegos Del Hambre, se me fueron todas las ganas de participar.

Una vez anotó a todos los voluntarios, nos dejo libres, así que caminé tranquilamente a la biblioteca y me senté en la mesa más apartada, porque autista siempre.

Saqué mi cuaderno y me puse a hace la tarea de Escritura. Teníamos que escribir nuestra opinión de distintos temas nada relevantes ahora mismo.

Un gran bullicio me hizo desconcentrarme de mi texto y levanté la mirada hacia la puerta, por donde entró Yui, la chaqueta tenía los dos primeros botones desabotonados y su blusa estaba arrugada, y el moño rojo lo llevaba en la mano.

Miré más abajo, una de las medias la tenía más abajo que la otra y, finalmente miré su pelo, desordenado.

Aguante una risa al ver que caminaba hacia mi.

—No pensé que fueras del tipo de chica que se pelea con otras —comenté viendo cómo se sentaba en frente de mi.

— ¡No soy ese tipo de chica! —afirmó—. Estaba con Ayato-kun y han saltado miles de chicas diciendo que no podía ser su novia y mil cosas.

— ¿Y no quieres serlo? —pregunté cerrando el cuaderno. Mi pasatiempo favorito era incomodar a Yui, y lo lograba rápidamente.

— ¿Eh? N-No sé —tartamudeó.

—Anda, humana, digo, Yui, puedes contarme, después de todo, es conmigo la prueba de fuego —inventé lo primero que se me ocurrió. Yui me miró sin entender—. Me refiero a que no estarás con ninguno de mis hermanos si yo no lo apruebo.

Ayato-kun es dulce conmigo, al igual que Subaru-kun —dijo bajando la cabeza. Con mi hermano no, Komori.

—No puedes tener dos novios, Yui —dije abriendo mi bolso y sacando una caja pequeña de jugo y tomándola con una mano.

—¿Cómo que esa rubia teñida es tu novia? —preguntó una chica. Yui bajo la mirada, si es que podía más, y se agarro un mechón de su cabello.

—Soy rubia natural —susurró ofendida.

Ahogue una risa y me levanté dejando el bolso a un lado del cuaderno encima de la mesa, Yui miró cada uno de mis movimientos.

—¿Es Ayato? —pregunté dejando el jugo también

—Sí.

Caminé hacía la entrada de la biblioteca y me encontré con un par de chicas rodeando a Ayato, respiré hondo y me abrí paso entre ellas hasta que llegué al lado de mi hermano y me aferré a su brazo.

Ayato se puso tenso, pero al mirarme se relajó.

—Espero que tú y Yui se queden juntos al final —dije solo para que él escuchase y luego miré a las chicas—. Lo siento, señoritas, pero mi hermano ya tiene novia y se le ve bastante feliz junto a ella, prometo que si llegan a terminar, os dejaré hacerle lo que queráis al pelirrojo.

Varias gustaron de mi propuesta y se fueron dejando el camino libre.

Ayato me miró mal, le saque la lengua y volví a entrar en la biblioteca, encontrándome con que Yui tenía compañía.

「¿Hermana de quién?」|Nueva Versión| [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora