↬ IX

5K 428 77
                                    

Después de que Kou se fuera, llegaron mis hermanos peleando, más bien, Subaru iba peleando con Reiji, el primero le iba reclamando al último no haberme ayudado y haber dejado que cierto rubio se fuera conmigo. Luego de eso fue a verme a mi habitación y se quedó conmigo como buen hermano mayor.

Al otro día ya estaba más que mejor.

—Venga~ —Woods me zarandeó—, soy tu amiga, puedes contarme.

Estoy segura que algo tramas, pequeña diabla.

—Voy... a pensar un rato, diviértete espiando a mis hermanos —comenté subiendo las escaleras hacía la azotea antes de que respondiese.

Me senté en la baranda y suspiré mirando hacía abajo, a la cancha de baloncesto, habían unos chicos jugando, y ni rastro de Laito o Ayato, cuando esos son los únicos que ocupan esa cancha.

—Juegan pésimo, dios, mátame —miré a las chicas que estaban sentadas en las dos bancas a un lado de la cancha—. Se les cae la baba, dios.

—Ah, Irelia —di un salto en mi sitio, últimamente me estaban asustando demasiado, giré mi cabeza, encontrándome con William—. Te vas a caer allí.

—No te preocupes, no me caeré —dije volviendo mi vista a los chicos de abajo.

—¿Qué pasa si caes? —Preguntó a mi lado, apoyado de la baranda.

—¿Qué crees tú?

—Que tus sesos quedarían en el piso mientras que yo internado por el trauma que me dejarías.

Me habla como si fuera mi amigo, pequeño ingenuo, hasta me da ternura. Se me pasó por la cabeza el recuerdo de cuando Kanato se tiró de la baranda y Yui estaba toda asustada, sonreí. Me paré en la baranda, el me miró sorprendido, extendí mis brazos.

—¿Qué haces? —preguntó al borde de la histeria, quise reír.

—Te veo allá abajo, porque no iré allá arriba —dije dejándome caer hacía atrás—. Adiós.

—¡Irelia! —Hizo mil intentos por agarrarme, sonreí cerrando los ojos y justo al momento en que iba a chocar de lleno contra el piso, me transporté detrás de la puerta que daba a la azotea.

—Humanos estúpidos —dije antes de impulsar la puerta y mostrar sorpresa al ver a William ahí, con los ojos tapados—. ¿William? ¿Qué te pasa?

Me miró sorprendido y asustado.

—Pe-pero si tu-ú te lanzaste —tartamudeó.

—¿Lanzarme de donde? —Pregunté acercándome—. ¿De aquí? ¿Estás loco? Me mataría.

Se agarró la cabeza y se despeinó. Basta, me está dando pena.

—Se vio tan real —susurró.

Ay, mi vida.

Sonó el timbre.

—¿Quieres ir a enfermería? —pregunté acariciando su cabello.

—No... iré a dar una vuelta —dijo caminando a la puerta y cerrándola detrás de si.

Me siento la peor per...- criatura del mundo ahora mismo, la otra era Cordelia.

Me apoyé en la baranda viendo a los estudiantes ir a sus clases, hasta que sentí que alguien jaló del cuello de mi camisa, haciéndome caer de espalda al piso, miré a la persona, genial, el masoquista.

—Dolió, hijo de puta —reclamé levantándome.

—Boca sucia —dijo... ¿Enojado?

Joder, eso sonó como Kou hace menos de un día.

「¿Hermana de quién?」|Nueva Versión| [EDITANDO]Where stories live. Discover now