↬ VII

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Pasaron un par de semanas después de que traje a Shinji a la casa, y después de una ardua batalla contra Reiji, había logrado que lo metiera en nuestra escuela, como Shinji Sakamaki.

También había notado que algo había cambiado en Kanato desde ese día que me trajo Azusa en su espalda; había empezado a actuar mas protector, y eso que no lo vio, pero cuando llegué dijo algo de "Apestas a Mukami".

—Deja de hablarme —pedí caminando rápido acomodando mi bolso en mi hombro y mi falda. Azusa caminaba a mi derecha, ahora me dirigía a la oficina del director, Shinji había hecho de las suyas de nuevo. Digamos que era algo así como Subaru y yo de niños, metiéndonos en problemas cada semana, y teniendo que ir alguno de nuestros hermanos.

—¿Por qué le prestas más atención a un niño que conociste hace unas semanas? —Preguntó con un ligero tono de tristeza.

No, Azusa, no empieces ahora. Estuve apunto de decir que el chico lo había perdido todo, pero luego recordé lo que decía el libro que me había encontrado en la biblioteca, y decía varías cosas de la infancia de él y sus hermanos. Sobre el orfanato en el que estuvieron, y quizá no sea tan buena idea que mencione eso.

—Él no intenta morderme, además, es un niño, y tú no me agradas del todo —respondí mirándole.  

—Algún día de estos volveré a morderte, y no será suave —soltó con un pequeño aire de grandeza, alcé una ceja no muy convencida.

—Sí, bueno —tomé el picaporte de la puerta del director—. Adiós.

Abrí la puerta y entré, encontrándome con la secretaria. Esta señora nunca me cayó bien, siempre que pasaba aquí metida de pequeña, ella siempre decía que era una buena para nada y demás cosas.

—Vengo por Sakamaki Shinij —informé sin mirarla.

—¿Eres Sakamaki Irelia? —Preguntó sin levantar la mirada de la hoja. ¿Estaba de broma? Se sabía mi nombre de memoria.

—Sí.

—Pasa.

Entré lo más rápido que pude, no me gustaba para nada la sangre de esa mujer. Me encontré con Shinji sentado en una silla, había otra a su izquierda, en el otro lado había un chico de su edad y una chica de mi edad, me senté al lado de Shinji y el director me miró.

—Señorita Sakamaki —me llamó—. Está aquí porque su hermano le torció la muñeca a su compañero sin explicación —señaló al chico, quien se tomaba la muñeca y lloraba falsamente.

Guárdate eso para tu madre. 

—Señor director, yo veo al niño perfectamente bien —dije mirando al chico, quien me miró con odio. Anda, que cambio, recién llorabas falsamente—, además, no veo algún motivo de porque mi hermano le torció la muñeca, debe haber algo que lo haya hecho enojar.

—Me gustaría saber la razón.

Miramos a Shinij, quien miraba con odio al suelo. El suelo no te ha hecho nada, déjalo. 

—Solo diré que... —Alzó la vista y apuntó al chico—... ¡Él es un es-tú-pi-do!

Aguanté una risa, era tan parecido a mí años atrás, solo que en esta silla siempre se sentaba Reiji o Shu. Y después me reprendían, pero lo peor era cuando le tocaba a Subaru estar ahí, solía terminar siempre con un "No sigas mis pasos".

—Señor director —la chica de levantó enojada, ahora que lo veo mejor, es menor que yo—. No permitiré que un mocoso pobre insulté así a mi hermano.

Solo le dijo estúpido, linda.

Y de pobre nada.

Me levanté y me crucé de brazos.

「¿Hermana de quién?」|Nueva Versión| [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora