Viviendo con los Benson

Capítulo 28 (Olivia Benson)

            Estamos viendo la parte donde Hazel y Augustus están en su cita en un restaurante de Ámsterdam. Todo es muy lindo. Elliot no deja de acariciarme el brazo mientras yo veo la película recargada en su torso.

            ―Si alguna vez te casaras, ¿te gustaría ir de luna de miel a Ámsterdam?―me preguntó Elliot de pronto, lo cual, hizo que me sobresaltara porque teníamos un buen tiempo en que ninguno de los dos había hablado.

            ―Si yo llegara a casarme, me gustaría ir a cualquier lugar, con la condición de que pueda convivir con mi marido―contigo― y con mis hijos―volteé a verlo mientras Augustus y Hazel caminaban por la calle después de cenar.

            ―¿Qué lugar te gustaría visitar?

            ―Miami o incluso quedarme aquí en Nueva York, visitando la Estatua de la Libertad o algún lugar llamativo en la ciudad, cualquier cosa me haría feliz en compañía de mi familia. Además, tendría la facilidad de estar aquí si se requiere de mi presencia en la unidad.

            ―Tienes razón, con el trabajo que tenemos, es imposible descuidarse un segundo.

            ―Por descuidar mi arma, me secuestraron una vez―dije un poco entristecida―. ¿Quieres más vino?―pregunté cambiando rápidamente de tema antes de que Elliot tuviera oportunidad de sacar el tema de William Lewis a la luz.

            ―Por favor, además, sólo queda un poco.

            Me separé de Elliot y le serví lo que quedaba de la botella. Antes de que tragara, acercó sus labios a los míos y me besó, haciendo que yo bebiera vino de su boca. Tragué el vino que Elliot me proporcionó.

            ―Muy buenas tácticas para que yo beba vino, Stabler―dije con una sonrisa sensual en los labios, y por alguna extraña coincidencia, Augustus le estaba quitando a Hazel la camiseta en su cuarto de hotel.

            ―Olivia, hay algo que siempre he querido hacer desde hace mucho tiempo―dijo Elliot y yo abrí mucho los ojos, mirándolo fijamente.

            ―Me pregunto que será―dije haciéndome la inocente.

            ―No lo sé, ¿tú que crees?

            Elliot me tomó del rostro con sus manos y comenzó a besarme con lujuria y pasión. Un beso lleno de deseo. Lo quiero aquí y ahora. Mi lengua exige acceso a su boca y él me lo concede. Mientras yo exploro su boca, siento sus manos acariciar mi cuerpo. Necesito más, y sé que Elliot también. Con cada caricia, el hombre al que estoy besando me roba un suspiro. Cruzo una pierna sobre las suyas, sintiendo su mano en mi trasero acercándome más a él, sentándome encima de él. Siento su miembro debajo de mí, exigiendo más. Nuestras respiraciones agitadas están sincronizadas con una buena música. De pronto, dejo de escuchar el sonido del televisor. ¿Será que los niños salieron de su habitación? Antes de que poder separarme de Elliot y averiguar que sucede, él sostiene mi nuca para evitar romper el beso y esa pasión que nuestros cuerpos reclaman cada vez con más desesperación.

            Abrazo su cuello mientras Elliot recorre mi espalda con sus manos. Un gemido se escapa de mi boca al sentir sus manos sujetar mi trasero fuertemente. Elliot se levanta del sillón y yo, para evitar caer, rodeo su cadera con las piernas. No quiero que termine. Lo amo. Lo necesito.

            Llegando a la habitación, Elliot cierra la puerta con ayuda de un pie. Después Elliot me separa abruptamente de él, tumbándome en la cama. Como un tigre acercándose a su presa, Elliot se me acerca sonriendo y yo le devuelvo la sonrisa, tomándolo de la corbata para tenerlo cerca de mí, lo más que puedo.

            ―¿Estás de acuerdo con esto con esto?―pregunté tratando de sonar tranquila.

            ―¿Por qué? ¿Tú no? He estado deseando esto desde hace tiempo, Olivia―me dice mostrando esa sonrisa seductora de la que estoy enamorada.

            Como respuesta, lo jalo hacia mí, besándolo y desanudo su corbata sintiendo sus manos rozando mi vientre y subiendo hacia mi pecho por debajo de la blusa. Un gemido se escapa de mí al sentir como Elliot juega con mis senos. Le ayudo a quitarme la blusa. Su boca me besa fugazmente y después, comienza a besarme el cuello al mismo tiempo que masajea mi pecho. Después de un rato, Elliot comienza a besar cada centímetro de mi torso desnudo, excitándome más. La ropa desaparece con más rapidez, las caricias y los besos comienzan a recorrer nuestros cuerpos desnudos, explorándolos y robando suspiros. De pronto, Elliot se separó de mí y empezó a mirarme fijamente.

            ―Olivia, de verdad tienes un cuerpo hermoso, a pesar de esas cicatrices que son muestras de tu valentía y fortaleza―sentí que una lágrima brotaba de mi ojo al escuchar las palabras de Elliot―. No llores, Liv―se acercó a mí y me besó con ternura.

            Elliot se coloca encima de mí y vuelve a besarme con lujuria. De pronto, siento como entra dentro de mí, llenándome por completo. Suelto un gemido al igual que él. Nuestras manos se juntan y nuestros dedos se entrelazan fuertemente mientras Elliot se mueve dentro de mí. Mis piernas abrazan su cadera con fuerza, haciendo que Elliot entre lo más que pueda dentro de mí. Elliot está arrancándome el aliento, pero enamorando más mi corazón.

            Elliot y yo estamos bañados en sudor. Cuando Elliot comienza a moverse dentro y fuera de mí con más rápidez y fuerza, siento como mi cuerpo se tensa y entonces, me abandono al orgasmo, gritando el nombre de Elliot. Él sigue moviéndose mientras yo me desplomo sobre la cama.

            ―Liv―dice él con voz gutural y llega al orgasmo.

            Elliot cae encima de mí y yo le acaricio la nuca. Su cabeza descansa sobre mi pecho y siento su respiración chocando contra mi piel. ¡Cómo había deseado que esto pasara y por fin ha sucedido! Elliot sale de mí y se recuesta a mi lado, apoyándose en un codo mientras me acaricia la mejilla suavemente.

            ―Liv―dice él con su voz cargada de ternura.

            ―Te amo, Ell―dije casi en un suspiro.

            ―Te amo, Liv―dice Elliot y vuelve a besarme en los labios, con delicadeza, mostrando el gran amor que me tiene.

            Después de un momento, Elliot y yo nos cubrimos con las sábanas. Él me abraza y yo acurruco mi cabeza en su pecho. Siento un delicado beso en mi cabeza y la respiración de Elliot comienza a ser profunda. Mientras su pecho sube y baja a un ritmo regular, meciéndome, antes de cerrar los ojos, rodeo su abdomen con un brazo. Una sonrisa aparece en mi rostro, feliz y enamorada de tenerlo aquí conmigo.

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Espero que les haya gustado el capítulo, me ayudó un poco una amiga (Ariadna), no soy muy buena en esto del smut, pero hice mi intento y espero que les haya gustado :D

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Este capítulo se lo dedico a mis amigas Ana, Abril, Giane y Gaby, las quiero chicas :D

Gracias por leer y los veo en el siguiente capítulo :D