Deeper Deeper empezó a sonar y me olvide de cuánto odiaba a Ainsworth.

—Exacto —respondió el profesor sentándose en su silla—. Los mayores tienen a dos ganadores de todos los años, con los cuales ustedes competirán.

—¡Es obvio que ganarán! —exclamó levantándose, gruñí, me está interrumpiendo la música—. ¡Tienen a toda la escuela detrás de ellos!

Es el encanto Sakamaki, cariño.

—Pero tú tienes tu encanto, Ai-chan —comentó Momoi guiñándole un ojo.

Asco.

—¿Quiénes son los mayores? —preguntó una chica sin importancia.

—Los de primero... —miró el cuaderno que tenía en la mano—. Sakamaki y Daiki. Los de segundo McCormick y Komori...

Paren todo, ¿La rubia va a participar? ¡Y para colmo esta Subaru! ¡Si será...!

—... Y finalmente, los de tercero Ikki y Sakamaki.

¿Sakamaki? Reiji dijo que no quería participar y hay un cero por ciento de que sea Shu.

Sonó el timbre, salí junto con Woods camino al kiosco que estaba bien escondido, según yo. Saque una barra pequeña de chocolate de mi bolso, después de todo no iba a comprar nada, era Momoi la que quería ir, pero me lo quitó en el momento justo en que lo iba a morder y salió corriendo lo más rápido que podía. Já, estás con una vampiresa pura. Corrí detrás de ella, pero no vi bien el camino y choque con algui...- Azusa.

—Mi maldita vida gira en torno a ti —comenté con desagrado, le di un leve empujón y seguí corriendo detrás de Momoi.

Hasta que me aburrí de tanta niñería y me transporte en frente ella, pegándole un buen susto.

—Hija de la...-.

—Hija de Tougo Sakamaki, ¿Algún problema? —le di un mordisco al chocolate.

••

Sonó el último timbre, giré los ojos, y me levanté dirigiéndome al laboratorio, ni siquiera me despedí de Woods.

Entré, encontrándome con Reiji muy concentrado mirando un líquido morado en un frasco que no me daba nada de confianza. Reiji gustaba de experimentar en la escuela y en casa.

Se giró de la nada hacia mi.

—Ten —dijo dándome unas pastillas mientras se sacaba el delantal—. Tómatelas todos los días.

—Sí, mamá —respondí riendo, alzó una ceja y salimos de ahí.

Haberle dicho mamá me había dejado mal, nunca había dicho esa palabra a una persona, o más bien, a la que le correspondía.

Nunca vi a Christa, Subaru me mantenía siempre alejada del campo de rosas blancas en donde solía pasar todo el día.

Sabía por una conversación que había escuchado que estaba en el mundo de los demonios, en el castillo de papá.

Y sabía su nombre por Cordelia, Subaru nunca me habló de ella, evitaba el tema y la verdad nunca estuve interesada.

También decía que era físicamente parecida a mí madre, con la diferencia que mi cabello era más corto, pero casi nada, últimamente estaba creciendo mucho.

De hecho, de pequeña, podía pasar hora mirándome en el espejo intentando imaginar cómo era Christa.

Llegamos a la mansión, ni me había dado cuenta en qué momento me subí a la limusina. Nada más puse un pie dentro de la sala, desaparecieron los seis de mi vista.

「¿Hermana de quién?」|Nueva Versión| [EDITANDO]Where stories live. Discover now