Capítulo 12

7.2K 381 31
                                    

Ambos nos miramos uno al otro, como si hubieran pasado años en volver a vernos.

-¿Qué no vas a venir a saludar a tu amigo?- dijo mientras extendía sus brazos.

Me acerqué a él y lo abracé.

-Te extrañé mucho Xemerius... -dije mientras me aferraba a él.

-Créeme que no más que yo, chica mimada. –me dijo con una enorme sonrisa en el rostro.

Seguía sin soltar a Xemerius.

Había pasado mucho sin saber de quién, para mí era mí, verdadero padre. Él es el único que es inmune a mis encantos y a todo eso. Siempre me apoyaba y cuando quise aprender a bailar el me enseñó algunas cosas básicas. Lo extrañaba mucho, aunque nunca lo admitiría.

Al separarme, miré con más detalle a mi amigo.

Xemerius era un hombre mayor, como de 30 o 35 años, buenmozo, ojos azules, de cabello y piel clara. Bueno, debo de admitir que se ve bien como humano, pero aun así no tendría nada con él.

Xemerius no es como Abel. Xemerius es como mi padre y no estoy en contra del incesto, pero tampoco lo práctico.

-Mi pequeña –dijo con una sonrisa –te extrañé mucho allá abajo.

-Uff... si te dijera lo que yo pensaba de ti, obviamente me alegraba de no verte la cara de nuevo. –dije mintiendo.

-Claro princesa –me sonrió de manera orgullosa.-por eso me abrazaste cuando me viste.

Sí, desde que recuerdo, él ha sido el único que me ha dicho princesa sin que me molestara. Me alegro que sea así.

-Bueno princesa –dijo con la misma sonrisa –tenemos mucho que hablar ahora que nos reencontramos...

Habían pasado tres horas desde que Xemerius y yo estuvimos hablando. Desde entonces, solo he estado caminando por la cuidad pensando en lo que comentó.

Me dijo que se cree que hay alguien en contra de mi padre dentro de sus propias "líneas de guerra". Alguien que quiere destronarlo. La verdad, no me importa mucho. Pero Xemerius insiste en que debo estar alerta a cualquier actitud sospechosa en mis amigos. Cree que pueden perjudicarme a mi igual. Significa que tendría que trabajar para mi padre, cosa que ya hago. Pero siendo honestos, si pelearía en algún momento, pelearía por mí, por Xemi y Abel.

Mis pensamientos se interrumpen cuando un idiota choca conmigo.

-Oye, ¿Qué diablos te pa...?

Al ver de quien se trataba, se sonrojé.

-Hola Zoe –dijo Jason son una sonrisa en el rostro.

-Jason...-dije aún nerviosa.

-Claro que soy yo. ¿Esperabas a tu padre? –dijo con cierto tono de burla.

-Idiota –musité.

-Con este idiota quisieras estar siempre en la cama –respondió de manera arrogante.

Bueno, lo odio. Esa es la mejor explicación hasta ahora de mi relación con Jason desde la última vez que nos habíamos visto. Cada vez que lo veía, se comportaba de manera arrogante y estúpida. Sí, puede que me sonroje en su presencia y sí, puede que me ponga un poco nerviosa. Pero lo odio con todo mi demoniaco ser. Deberían mandarlo a un lugar lejos de mí o asignarle a un pecado. Pero por lo visto, el gran señor del infierno todavía no lo había mandado a llamar. Cosa que es algo muy extraño. A él no se le pasa absolutamente nada.

-Jason... ¿Cuál es tu misión?

-¿Mi misión? –preguntó confundido.

-Sí, tu misión.

-¿A qué te refieres princesa= -dijo aún confundido.

¿Qué este chico no sabe cómo se trabaja en el infierno? Todos los demonios son asignados a una tarea, ya sea en el infierno o en la tierra de los humanos. Y si eres de los afortunados de tener que trabajar con los humanos, tienes que hacer cumplir uno o dos pecados e incitar a los humanos a cometerlos de manera seguida.

-Jason, no te hagas el tonto. Sabes que todos los demonios tienen una misión.

-Eh... eh... -dijo algo nervioso.

Bueno, aquí hay algo turbio. Jason jamás se pone nervioso. Es más seguro, molesto y bueno... él.

-Ya sé –dije con el tono más creíble posible, por mí–mi padre te dio un trabajo tan importante que no vas a decirme.

Sí, Lucifer suele hacer eso a veces, cuando quiere espiar a algún ángel de aquí en la tierra u otros trabajos de los cuales, no quieren decirme.

-Princesa –dijo con una sonrisa -¿Cómo es que lo supo?

-¿Intuición? –contesté algo confundida -¡Y te he dicho miles de veces que no me digas princesa!

-Zoe, sabes que tú no tienes intuición.

Y esa maldita oración fue la causante que quererle tumbarle todos los dientes. (¿Agresiva? ¿Cuándo?) Pero para mí desgracia, no puedo hacer nada en público cuando me enojo. Todavía no me controlo bien y si me atrevo a hacer algo, me descontrolo y suele pasar cosas similares o peores a las que les hice a Abel. Pobrecito, a veces lo compadezco, luego recuerdo que él mismo se buscó el castigo eterno del infierno y se me pasa. Sí, suelo ser algo bipolar.

-¿Qué pasa linda? ¿El gato te comió la lengua?

¿Acaso usó el tono burlesco conmigo? Juró que me da igual si es algún mensajero de Lucifer, a ese idiota lo mando al infierno, porque lo mando al infierno. No lo soporto.

Lo tomé del cuello y lo arrastré hasta un callejón cerca.

-Escúchame bien idiota sacado de los confines más oscuros del infierno –comencé a apretar más mi mano en su cuello, que comenzaron a crecerme garras y mi piel comenzó a cambiar de color –No vuelvas a insultar a tu princesa o te juro que muchos de aquellos pecados, por más pequeños que sean, se devolverán contra ti como si fueran los más graves del mundo.

A este punto, mis garras comenzaron a desgarrar la piel mortal de Jason y salía sangre de sus heridas. Si me preguntaran si lo estoy disfrutando, sí, de hecho lo disfruto mucho. Hacer sufrir a Jason por todas aquellas cosas (que por pequeñas que sean) me hicieron molestarme.

Solté con fuerza a Jason y esté cayó sobre vidrios de botellas.

Deberían tirar las botellas en otro lugar... Da igual, si me ayuda a mí, por mí que hagan lo que quieran.

Camino frustrada por las calles de la ciudad.

He buscado algo raro en todos los demonios que están en la ciudad en la que estoy. Y lo único que tenían de raro esos chicos era que tenían demasiadas chicas humanas en sus casas.

Bueno, desde siempre, la mujer es quien sé ha dejado influenciar ante los pecados que se le tienen en frente. Pero también suele ser la más fuerte en muchos aspectos... Todo depende del humano o humana que se deje. Pero considerando lo que pasó en el Edén, los hombres creen que las mujeres somos un pecado más en la tierra o que estamos para servirles. Por eso Lucifer cree que soy inútil. Já que equivocado está. Yo no soy inservible. De hecho, soy igual de poderosa que él o algo así.

No continúo caminando porque siento un dolor en la nuca, que me hace caer y ver todo negro.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

HOLA PATATAS!! 

¿Me extrañaron? ¿no? xD bueno, primeramente, Feliz 2016, navidad, día de reyes y todo lo demás XD No había actualizado porque estuve ocupada estos días y pues así... 

¿Como han estado? ¿les gusta? ¿quieren que actualice más seguido?

Bueno, hasta yo quiero actualizar más seguido XD 

Atte. 

Su nada sexy escritora rara mira cosas de otra manera

Yuny ❤

La hija de LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora