Capítulo 47.-

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"Lo dudo" sonrío. "Te quiero tanto que voy a curarte esas heridas" comente y fruncí el ceño.

"Ya están curadas" comente.

"¿A eso llamas tu curar?" pregunto poniendo el dedo en una de mis mejillas y sentí como ardía. "Lo vez" hablo autoritaria.

Dejo el café en la mesa y se levanto. Camino hasta entrar en el cuarto de baño y buscar en todos los armarios hasta dar con el botiquín, el cual Jennifer me había obligado a comprar. Volvió con un par de cosas en la mano y las dejo sobre la mesa.

"No te muevas sino te hare daño" comento poniendo alcohol en una algodón.

Cuando lo coro sobre mi mejilla sentí que me estaban quemando vivo. Andrea río ante mi cara de dolor. El dolor iba disminuyendo a medida que colocaba un algodón nuevo en alguna parte rasguñada. Con un bastoncillo del odio coloco desinfectante y empezó a limpiar todo rastro de sangre que yo no había sabido limpiar. Cuando llego al labio coloco encima de este un algodón lleno de alcohol. Me queje echándome hacia atrás.

"Te lo dije" río. "Ere un tiquismiquis Espinosa" comento y la mire mal.

"Duele sabes" chille como una niña y se río de mí. "No te rías de mi Rodríguez" me apretó fuerte el algodón y grite. "Vale, lo siento" comente dándome por vencido.

"Ya está" comento poniéndose de pie.

Cogió las cosas en la mano y me miro antes de dirigirse al baño. Guardo todo en el botiquín y tiro los algodones usados a la papelera. Camino hasta mi y se sentó a mi lado. Pase la manta por encima de sus hombros y ella suspiro. Estuvimos así durante un largo rato, sin decir nada, simplemente mirando aquella televisión que permanecía apagada.

"¿Tiene sueño?" pregunte y no me contestaba. "Andrea" gire mi cabeza para mirarla y se había quedado dormida. Cogí el móvil y sin que se diera cuenta le saque una foto, que creo que guardare siempre.

Me levante con cuidado y deje la manta encima del sillón. Fui acercándome poco a poco hasta cogerla en brazos, apenas pesa. Camine con ella hasta dejarla sobre la cama delicadamente. Se encogió cuando sintió el aire que entraba por la ventana abierta. Coloque sobre ella la sabana y la manta con las que yo dormía. Di la vuelta y me tumbe a su lado sin despertarla. Estaba de espaldas hacia mí y sentí la necesidad de abrazarla, así lo hice. Me coloque detrás de ella y pase mi mano por su espalda juntándome más a ella. Se movió y coloco su pelo delante para que no me molestara.

"Buenas noches" la oí susurrar.

"Buenas noches" di un beso en su hombro.

Narrador:

No había recibido un solo mensaje de su hermana, hacia demasiado tiempo que no se conectaba, las llamadas no llegaban y se estaba volviendo loco. Iba a salir de su casa cuando recibió una llamada. Corrió hasta llegar al teléfono antes de que colgaran.

"Cuídala" fue lo único que escucho antes de que colgaran.

Su corazón se paro, ¿no podían? ¿O sí?

Se había metido en un buen lío, en el peor que existía. Cogió las llaves de su casa y salió dando un fuerte portazo. Le daba igual si los vecinos se despertaban o les llegaba a molestar un poco el ruido. Las calles estaban repletas de gente, todos iban colocados y me miraban raro. Camine casi toda la noche por las calles de California buscando alguna explicación aquella llamada que había recibido. Andrea le había dicho que iba a estar en una fiesta con sus amigos, pero no sabía exactamente donde.

No tenia porque preocuparse, estaría bien, debe tener algo de esperanza. No sabía exactamente a donde debía ir o que hacer. Solo sabía que necesitaba ayuda.

Todo es posible - Cameron Dallas y TuOù les histoires vivent. Découvrez maintenant