Capitulo 17

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-Se está haciendo tarde -dijo Selena-. Tenemos que volver a casa.

Por desgracia, no sólo le compró a Toby unas deliciosas castañas, sino que insistió en acompañarles hasta casa de Chriss y Kristi. Kristi sonrió, encantada de verlo aparecer por allí.

-Me he chocado con ellos en la puerta -explicó Zayn con una sonrisa.

-Chriss me llamó para decirme que esa era tu intención -dijo Kristi con una sonrisa-. Lo conseguiste. Pasa, por favor. 

Selena habría preferido que rehusara la invitación. Pero no lo hizo. Al ver que Toby se restregaba los ojos, ella aprovechó la ocasion para evadirse.

-¿Te importa que bañe a Toby? -le preguntó Selena a Kristi.
Kristi hizo un gesto de alegría.
-Adivina la respuesta- dijo en broma y se dirigió a la habitación para darle lo que necesitaba.

Selena se tomó mucho más tiempo del que era necesario. Ella y Toby salpicaron de agua todo el baño con el pato de goma. Luego ella le lavó el pelo, lo vistió, él se lavó los dientes y lo acostó. Incluso le leyó el cuento de rigor que le hizo caer rendido en un sueño profundo y reparador. Una vez que se había dormido, no tenía ninguna excusa para no volver al salón, de modo que así lo hizo, con la esperanza de que Zayn se hubiera marchado.

Pero allí estaba él, sentado en un sillón, tomándose una copita de jerez y con aspecto, de haber pertenecido a aquella familia durante generaciones.

Kristi le había estado enseñando fotos de Toby, incluyendo una en la que aparecía Selena con un ridículo sombrero y que ella había censurado.

-¿Se ha quedado bien?

-Parece que se ha dormido. Le he lavado el pelo. -¿De verdad? -dijo Kristi admirada-. ¿Y cómo has conseguido eso? Cuando yo lo intento grita como si lo estuviera torturando. Siéntate y tómate un jerez, te lo mereces.

Selena intentaba desesperadamente no dejarse atrapar por aquellos ojos negros que la miraban con soma. -No, gracias, no quiero.

-¡Tonterías! -dijo Kristi-. Yo creo que uno no te vendría nada mal.

Bebieron jerez y hablaron de naderías. O mejor dicho, Kristi y Zayn hablaron, mientras Selena se limitó a escuchar, algo taciturna. Quería desconfiar de ese despliegue de simpatía que él hacía a veces. Era peligroso, podía conseguir todo cuanto quería y darle a cada uno lo que esperaba.

Incluso en aquella extraña situación, en casa de su cuñada, a media tarde y tomando una copa de jerez dulce, ella lo encontraba irresistible. Su presencia física lo llenaba todo y la perturbaba sobremanera. Era puro magnetismo sexual. Una y otra vez, ella tenía que evitar que sus ojos se depositaran, hambrientos, sobre él.

Deseo Irresistible |z.m • s.g| #TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora