Capitulo 12

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Eran las ocho menos diez. El estilista se acababa de marchar y Selena estaba frente al espejo observándose detenidamente, mientras esperaba a que llegara el coche que vendría a recogerla. No se sentía segura con el traje que habían elegido para aquella presentación a prensa.

Como la mayoría de las modelos, estaba llena de dudas sobre su apariencia. Siempre tenía la sensación de que un día alguien llegaría y le diría que todo había sido una broma y que en realidad era horrorosa. Cuando se miraba en el espejo, sólo veía sus defectos: demasiado alta, con unas piernas muy delgadas que enfatizaban en exceso su voluminoso pecho.

Esa noche se sentía especialmente vulnerable, aunque no podía negar que estaba despampanante.

Llevaba el pelo suelto, como una cascada de ondas que le caían por la espalda. Las pestañas, pintadas de plateado, destacaban el color de sus ojos. El vestido era realmente exquisito, aunque tan ajustado que podía sacar el más mínimo exceso de grasa; Se sintió agradecida de tener el estómago tan plano en aquel momento.

El sonido del timbre la sacó de su ensimismamiento. Se acercó a la puerta y, a través de la mirilla, vio a un hombre perfectamente uniformado que esperaba al otro lado. Abrió y el hombre extendió una tarjeta de identificación.

-¿Es la señorita Gomez? -preguntó él.

-Sí -respondió ella con una gran sonrisa-. Después de todo, él no tenía la culpa de la dura situación que se le venía encima.

-Vengo a acompañarla al hotel -le dijo él. -Ya estoy lista -respondió ella.

Sintió un terror parecido al de los antiguos cristianos, cuando iban a ser arrojados a los leones. Se puso el chal plateado sobre los hombros y siguió al chofer hasta el coche. Era una calurosa noche de verano y las estrellas resplandecían sobre su negra carrocería.

El chófer le abrió la puerta trasera y ella entró. La puerta se cerró antes de que ella tuviera tiempo de darse cuenta de que había otro ocupante. A pesar de que apenas si entraba luz por las ventanas, en seguida adivinó quien era aquel hombre que estaba allí, tranquilamente sentado y que la observaba.

El corazón de Selena empezó a latir con fuerza mientras sus ojos se iban adaptando a la oscuridad.

Vestido con un smoking y una camisa blanca con pajarita, Zayn estaba impresionante. No era justo que un hombre tan cruel y tan falto de escrúpulos fuese tan guapo. Se sentó en una esquina, todo lo alejada que pudo de él y le lanzó una mirada petrificante.

-Buenas noches, Selena-la saludó él, mientras el coche se ponta en marcha, en dirección al hotel.

-¡Vaya, qué sorpresa! --dijo ella con frialdad, aunque su pulso seguía acelerado-. Una bienvenida inesperada. Dime, Zayn, ¿tienes intenciones de acompañarme a todos los eventos?

-Puede ser -le respondió, sin perturbarse lo más mínimo, con una sonrisa cínica que se dibujaba ligeramente sobre su rostro-. Y más aún si siempre vas a estar tan devastadora como lo estás con ese vestido.

Deseo Irresistible |z.m • s.g| #TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora