Capitulo 5

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Aquella comida la dejaría marcada e incapaz de disfrutar de ninguna otra comida en toda su vida. La llevó a un restaurante maravilloso. Él era la simpatía personificada. La comida resultó deliciosa y la media copa de vino que le permitió tomar le pareció incomparable. Él parecía encontrarse como en casa y ella trató de emular el mismo comportamiento.

Lo único malo había sido que, al menos, tres mujeres se habían acercado a saludarle, todas ellas sin duda más experimentadas que Selena. Le habría encantado ver a alguna de ellas caerse desde los altísimos tacones que llevaban. Eran ya las tres y media cuando volvieron a casa. Ella se sentía muy contenta y se preguntaba cual sería su sugerencia para la tarde. Pero en lugar de proponer nada, la dejó en la puerta de la casa.

-Bueno, aquí te dejo. Espero que te diviertas, pero no se te ocurra nadar sola. Ella se sintió desilusionada y no pudo ocultarlo.

-Pero, ¿a dónde vas?

-A trabajar. Por favor, dile a mi padre y a mi hermana que no vendré a cenar, llegaré tarde.

Selena se sintió tremendamente decepcionada. Entró en el jardín y se dirigió hacia la casa. Se pasó toda la tarde intentando escribir una carta, pero no lo consiguió, porque el viento golpeaba con fuerza y se escuchaba a lo lejos el preludio de una tormenta de verano. Empezó a ansiar el regreso de los otros, pero nadie llegaba, ni Waliyha ni el señor Malik.

La casa se le empezó a caer encima, era demasiado grande y estaba demasiado vacía, sólo ella y la cocinera que estaba haciendo la cena. Waliyha llamó a eso de las seis para decir que se quedaría a dormir en casa de su madrina.

-La tormenta es muy fuerte por aquí y parece que se dirige a aquella parte de la ciudad. ¿Crees que estarás bien?

Selena no quiso preocuparle y no le dijo que Zayn no iría a cenar y que de su padre no había señales. Así es que decidió mantenerse ocupada lo que quedaba de tarde. Había muchos entretenimientos. En el salón había un vídeo y muchas cintas con películas clásicas, además de una librería repleta de literatura inglesa que podría hacer las delicias de cualquier adicto a la lectura. Se entretuvo todo lo que pudo. Se hizo la manicura y la pedicura y se puso unos graciosos rulos de corcho en el pelo.

La cocinera estaba preocupada por el tiempo que hacía y Selena le rogó que se marchará lo antes posible a casa. Llegó la hora de la cena y, mientras se comía el pollo y la ensalada que había dejado preparados, empezó a escuchar los truenos que se iban aproximando deprisa.

Las tormentas no eran algo que le fascinaran. Pero si además resultaba estar en una enorme casa, en mitad de ninguna parte y en un país extranjero, entonces la cosa tomaba dimensiones considerables. Recorrió la casa asegurándose de que todas las ventanas estaban bien cerradas. El viento rugía como un animal embravecido y la lluvia golpeaba con fuerza los cristales.

Se había sentado a leer en la cama cuando una repentina oscuridad inundó la habitación. Gritó aterrorizada al sentir aquel oscuro manto que la cubrió sin aviso. Intentó convencerse de que no era más que un corte del suministro eléctrico perfectamente normal cuando había una tormenta de aquellas características.

Pero cuando una rama asestó un golpe al cristal, ella volvió a gritar aterrorizada, creyendo que se trataba de un intruso que trataba de entrar por la ventana y se metió debajo de las sábanas. No sabía cuanto tiempo había estado así, cuando sintió que alguien retiraba las ropas que la cubrían. Allí estaba Zayn, completamente empapado y más sensual que nunca, con el pelo mojado. La agarró por los hombros y la obligó a incorporarse.

-¿Estás bien? -le preguntó, por segunda o tercera vez en aquel día. Ella asintió con la cabeza.

-¿Estás segura?

Deseo Irresistible |z.m • s.g| #TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora