Deseo Irresistible |z.m • s.g| #TERMINADA

Capitulo 16

Esperó hasta las diez y luego llamó a su cuñada, que dijo que sí a su ofrecimiento sin vacilar.

Selena se puso un vaquero viejo y una camisa blanca y se dispuso a recoger a Toby de su casa. Vivían en una hermosa calle, llena de árboles en Primrose Hill. Toby saltó a sus brazos en cuanto la vio aparecer por la puerta. No cabía de gozo. Le entusiasmaban las visitas de su tía que siempre jugaba con él. Selena lo abrazó con fuerza.

-¿Te vienes al zoo conmigo? -le preguntó. -¿Hay leones?

-Leones y tigres y elefantes y osos polares. Hay muchos animales. 

-¿Y serpientes? -preguntó él ansioso.
Selena sintió un escalofrío.
-Sí, serpientes también, por desgracia.
Selena lo observó, mientras se desprendía de sus brazos y golpeaba un tambor con excitación.

-Cada día se parece más a Chriss -le dijo a Kristi.
-Sí, pero Chriss dice que tiene la nariz de tu madre.- Correspondió Kristi.
Selena se quedó pensativa y un aire de tristeza le inundó la mirada.
-Es extraño el modo en que vamos manteniendo ese parecido con nuestros antepasados.

Aunque, realmente, no es extraño la palabra para definirlo -añadió ella pensativamente-. Es nuestro pequeño trozo de inmortalidad, ¿verdad?

Kristi la miró con curiosidad.
-Te veo un poco triste, Sel. ¿Te pasa algo?
Selena se rió forzadamente, pero sin poder evitar que la imagen de Zayn como padre de sus hijos se le cruzara por la mente.

-No, no lo estoy en absoluto. Cómo voy a estarlo si nos vamos de juerga mi sobrino y yo juntos, a visitar el zoo y a damos una vuelta en un autobús de dos pisos.

-Llevas dos pañales, su libro y su vaso -dijo Kristi al darle la bolsa con forma de osito-. Quieres llevarte el cochecito. -Mejor que lo haga, ¿no?

Pero a los pocos metros Toby decidió que quería ir andando. Así es que Selena plegó la silla y la llevó en el brazo, mientras que su sobrino caminaba agarrado de su mano. De pronto, una figura alta e inconfundible apareció al final de la calle. Los observaba mientras se acercaban a él.

Él empezó a caminar en sentido opuesto, aproximándose a ellos, con esa intensa mirada fija en el rostro de ella. El corazón le dio un vuelco y se fue acelerando a medida que él se acercaba.

Llevaba una camiseta blanca y jeans negros, que destacaba la estrechez de sus caderas. La ropa informal lo hacía parecer mucho más joven. La camiseta se le pegaba, indecentemente, al pecho, y dejaba adivinar la solidez de los músculos que había debajo. Selena no pudo evitar que el deseo se apoderara de ella, un deseo incontenible una vez más.

Ella tragó saliva, para quitarse el nudo que su presencia le había puesto en la garganta. No podía apartar los ojos de él, como si fuera la primera vez que lo veía en su vida. Cuatro días podían ser demasiado tiempo.

-Hola -dijo él suavemente.

Su corazón pareció detenerse por completo antes de acelerarse aún más de lo que lo había hecho. Sintió que sus mejillas se encendían al mirarlo de frente.

-¿Sabes que nunca en mi vida me he encontrado con una mujer que se ruborice con tanta facilidad como tú lo haces? -le dijo Zayn.

-Son esas cosas de la vida que a uno lo desilusionan, ¿verdad? -dijo ella con sorna.

-¿Estás tan segura de eso? -dijo él y sus ojos empezaron a brillar de una forma especial- . ¿Me has echado de menos?

-Tú que crees.-contestó Selena con fingida dulzura.