74. Te Estuve Esperando

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FRAZEL. Maratón

Segunda parte de "Todo Cambiaste"

La vida, que cosa mas complicada puede resultar, la vida es sin dudas algo que esta lleno de altos y bajos, preocupaciones y temores, alegría y emoción, la vida de Hazel Levesque había sido perfecta, claro que hubo partes no tanto emocionantes ni lindas de recordar, pero casi toda su vida había sido un hermoso sueño, de esos que no quería despertar nunca.

-Mamá... quiero...-Mateo se interrumpía a si mismo con sus lagrimas

Hazel apretó su mano en señal de que todo estaría bien, estiro su otra mano para secar las lagrimas de su hijo y luego la bajo con lentitud.

-Estaré bien Maty, tú padre me espera allá abajo-murmuró y luego beso su mano

-Desearía que no fuera así-murmuró él molesto

-Hijo, tienes 34 años... sabías que algún día pasaría

Mateo asintió apenado y luego intento sonreír, como su madre se lo había pedido desde que entro en la habitación.

Mateo caminaba con preocupación de un lado a otro en la habitación, Frank por su lado estaba intentando calmar a su hijo, y ella estaba sentada viendo a sus dos hombres con orgullo, luego de unos segundos Mateo se sentó en la silla de enfrente y Frank se sentó a su lado, tomo su mano y ella apoyo su cabeza en el hombro de su esposo. A los pocos segundos una enfermera salió y los tres se pusieron de pie.

-Ya nació-les informó y luego se fue, a los pocos segundos salió con una bebé envuelta en sabanas rosadas

Mateo estaba como roca, así que Frank la tomo en brazos, con cuidado la meció en sus brazos a su pequeña nieta intentando calmarla, Mateo se acerco luego de unos segundos sonriendo y Frank lo miró, preguntando con una mirada si estaba preparado. Él extendió los brazos y Frank le pasó a su hija. Así era Frank, con el pasar de los años, había aprendido a comunicar todo con miradas, hasta sus sentimientos mas profundos podía demostrarlo con gestos, como cuando abrazaba a Hazel por los hombros en una clara señal de comodidad.

-Te amo-susurro y luego la abrazo por los hombros, para ver como su hijo mayor hablaba con su pequeña hija recién nacida

Amanda apretó con fuerza la mano de Hazel, ella abrió los ojos sobresaltada y miró a su hija, 30 años... quien lo diría? Alguien alguna vez pensó que ella llegaría a ver a su primera hija cumplir los 30? bueno, no muchos lo hicieron y aún así ella estaba allí.

-Se que deseas ver a papá-murmuró su hija mientras las lagrimas bajaban por su mejilla-Pero yo también quiero que estés conmigo, con mis hermanos, con la legión... no me hagas esto, por favor

-Pretor-murmuró ella sonriendo orgullosa-Mejor que nadie, ustedes debe entender, que aveces hay que hacer sacrificios, ya estoy algo vieja, no puedo pararme, soy una carga pesada y no sirvo para la guerra como cuando era joven, ya no es mi momento, ahora es el suyo

Su hija sollozo y luego cerró los ojos intentando contener las lagrimas, Hazel vio como colgaba con orgullo las insignias de pretor que una vez habían pertenecido a Frank.

-Estoy orgulloso-dijo Frank en su oído, mientras veía a Amanda dar un paso al frente siguiendo el llamado de su padre, todas las cohortes la miraron esperando el anunció tan importante

Frank se levanto de su asiento, los centuriones estaban parados a los lados de las sillas de los pretores, Reyna alzó una ceja sin comprender, pero no se levanto de su asiento, cuando Frank estuvo frente a la joven de 20 años, ella izo una reverencia.

One Shot. Percy Jackson y los héroes del OlimpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora