Capítulo 33: Cara a Cara

7.3K 803 156
                                    

Minato Namikaze

Por fin había conseguido dormir a gusto una noche entera y es que saber que mi hijo estaba en mi casa, estaba de regreso en mi vida... eso me calmaba. Aún así, me desperté con una única idea en la cabeza, Deidara. Él era quien se había dado cuenta de que Naruto podría ser mi hijo y quién había estado trabajando para unirnos de nuevo, fue a hablar con mi hijo, le convenció y habló con él de la situación que yo había vivido, de que no quise abandonarle y en este momento... tener a Naruto de nuevo en mi vida era lo más importante, estaba en deuda con ese chico de largo cabello rubio.

Me incorporé y me vestí bajando a desayunar. Mi hijo aún dormía y no quise molestarle. Anoche habíamos tenido una larga conversación, me había contado todo, su vida en el orfanato, cuando se enamoró de Sasuke, lo agradecido que estaba de haber tenido en su infancia a la familia Uchiha que le ayudó y le invitaban a cenar siempre que podían, de Deidara y las largas charlas que mantenían cuando Naruto tenía dudas de las cosas, me habló de su trabajo de Striper, de Asahi, de su embarazo y hasta del problema respiratorio del pequeño.

Supongo que tener todo este dinero ahora servía para algo. Hoy tenía una reunión importante con Fugaku y es que él era ahora el que llevaba mis cuentas, el dinero y me aconsejaba en qué invertir para ganar más, era bueno en su trabajo y yo le había planteado un par de negocios en los que deseaba invertir. Quería ayudar a todos los que ayudaron a mi hijo y estoy convencido de que Naruto también deseaba ayudarles, tenía un corazón increíble, eso lo había visto.

Dejé las tostadas preparándose y me puse a leer el periódico, había mandado a Iruka comprar adrede el de Deidara y es que quería ver las noticias que solía sacar. Me llamó la atención que mi caso ya estuviera en boca de todos, porque Deidara había sacado los trapos sucios de la familia Haruno en plena portada y sonreí, ese chico no se andaba con rodeos, iba a por todas y era posible que le cayese alguna demanda de la familia Haruno, pero a él le daba igual con tal de ayudar a sus amigos. Es posible que pudieran despedirle por esto, había publicado algo no autorizado.

El teléfono sonó y dejé el periódico en la mesa caminando a descolgar. Era Iruka que me pedía que pusiera la televisión. Me apresuré a buscar el mando de la televisión, ni siquiera sabía dónde lo había metido y cuando lo encontré entre los cojines del asiento del sofá, la encendí en el canal que me comentó para ver como arrestaban a la familia Haruno y la prensa no les dejaba respirar mientras la policía trataba de meterlos en el coche patrulla.

Naruto llegaba en aquel momento y se quedó absorto también al ver lo que ocurría en la televisión. Se apoyó junto a mí en el respaldo del sofá y miramos en silencio las noticias hasta que cortaron la emisión en directo. No parecían querer hablar mucho esa familia, pero ahora todo el país sabía la clase de personas que eran y pasarían un buen tiempo encerrados.

- Parece que hay un asunto menos del que preocuparse – me dijo Naruto sonriendo.

- Eso parece, van a estar una buena temporada entre rejas. Ahora sólo queda limpiar el buen nombre de Fugaku y tratar de levantar su empresa.

- ¿Vas a invertir en él? – me preguntó.

- Sí – le dije – creo que es un buen hombre que sabe llevar su empresa, sólo se metieron en medio personas que no deberían haberse metido, pero ya están fuera de juego.

- Oye papá... ¿No hueles a quemado? – me preguntó y yo me sorprendí de golpe.

- Mierda, las tostadas – le dije y ambos salimos corriendo sacando las tostadas socarradas.

- Ay... de verdad que eres un despiste – me dijo Naruto y yo sonreí.

- Creo que veintidós años en la cárcel sin nada que hacer pasan factura. Voy a tener que ponerme las pilas y adaptarme a esta nueva vida.

Striper a la Fuerza (Naruto: Sasuke-Naruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora