Capítulo 8: Verdades

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Naruto Namikaze

Gaara entró bastante rápido en cuanto terminó su espectáculo y me pilló recogiendo las cosas. Sabía perfectamente lo que había ocurrido y supongo que en parte le había hecho sentirse culpable, pero no era su culpa, era mía por no tener a nadie con quien dejar a mi hijo... por no ser suficiente para él, por ser un asco de padre, era mi maldita culpa. Estaba llorando mientras recogía las cosas y Gaara colocó su mano en mi hombro.

- Vamos cálmate – me dijo

- La he liado bien ¿Eh? – le pregunté sonriendo por no llorar aún más – Vaya mierda de padre soy. ¿Cómo puedo meter tanto la pata?

- Mírame bien Naruto – me dijo Gaara – no voy a permitir que sigas echándote la culpa de esto. Tú has estado aquí siempre encargándote de tu hijo, tú has luchado para que no le falte un plato de comida en la mesa mientras su padre está ahí fuera pidiendo Whiskys sin hacerse responsable, así que no voy a dejar que sigas torturándote. Estás haciendo lo que puedes Naruto.

- No es suficiente – le dije cogiendo las cosas en una mochila y cargando a mí hijo en brazos ahora que estaba dormido.

Me marché del local y salí a la calle caminando con mi hijo en brazos. Apenas había caminado diez minutos hacia la estación del metro cuando un coche se detuvo frente a mí.

- Ey... rubito – escuché a Sasuke pero no me detuve, seguí caminando y él condujo a mi lado con la ventanilla bajada – venga chico, para un segundo.

- ¿Qué quieres ahora Sasuke? – le pregunté enfadado - ¿Quieres un gracias por salvarme de una humillación frente a mi hijo? Gracias – le grité – gracias por no decirle que ya me habías metido un billete en el tanga igual que el resto de los clientes de ahí fuera.

- Déjame llevarte a casa, estás muy alterado.

- No voy a subir contigo en el coche.

- ¿Por qué no?

- Porque no nos conocemos y porque eres un pervertido.

- No me conoces como para decir que soy un pervertido.

- Claro... eres un santito que sólo ha intentado ligar conmigo dos días proponiéndome sexo y metiéndome billetes en la ropa. Por favor...

- Sube al coche por favor – me pidió y al ver su insistencia y esos ojos que tenía... dudé unos segundos, pero acabé accediendo - ¿Dónde te llevo?

- A las afueras, si me dejas donde el parque del auditorio estará bien.

- Vale – me dijo y no volvimos a hablar en todo el camino.

Intentaba no llorar... miré por la ventanilla y esperé a que el camino se me hiciera lo más corto posible pero al final, una lágrima resbaló por mi mejilla y aunque traté de contener el sollozo, seguro que Sasuke lo escuchó. Le indiqué mi calle y me dejó en la puerta del edificio. Supongo que aunque traté de evitar que supiera donde vivía y le pedí varias veces que me dejase en cualquier lado, él insistió en llevarme hasta la misma puerta preocupado de que no nos ocurriera algo.

Me bajé agradeciéndole la ayuda y cuando fui a coger a mi hijo la mano de Sasuke me detuvo impidiéndome que abriera la puerta. Cogió mi rostro con su mano obligándome a mirarle y aún sentía alguna lágrima en mis mejillas.

- No llores chico, lo hecho... hecho está – me dijo y no podía creerme lo imbécil que era.

- Ya, gracias por traernos.

Striper a la Fuerza (Naruto: Sasuke-Naruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora