23. ¿Quién soy?

Začít od začátku
                                    

Momentos después la puerta se abrió, entrando por ella un señor de aspecto amable y que irradiaba paz... llevaba bata de hospital y una carpeta en la mano, supuse que era el médico. Se acercó a nosotras y deposito un tierno beso en los labios de la señora Katherine, que continuaba a mi lado.

—Veo que finalmente despertaste...—murmura con una cálida sonrisa—me llamo Joseph Ferrer, ¿Cómo te sientes?

—No recuerda nada, ni su nombre...—dice la señora con cautela.

—¿Eso es verdad? —pregunta con angustia. Asentí sin saber que decir, las lágrimas que había logrado contener, cayeron nuevamente.

Apunto algunas cosas en los papeles que llevaba en la mano y reviso las maquinas a las que estaba conectada.

—¿Sientes mareos, dolor de cabeza...?

—Me duele mucho... la cabeza—murmure con voz apenas audible.

—Tranquila, ahora nos encargamos de tu dolor—dice con calma—tú no te preocupes, era una posibilidad el que suceda esto, sufriste un fuerte traumatismo craneal. Tienes lo que se llama amnesia postraumática—explica— teóricamente debes comenzar a recodar todo en poco tiempo, aunque si me gustaría hacerte un par de estudios más para asegurarnos que no sea nada grave. —Me estremecí pensando que esto sea permanente y nunca pueda recordar quien era...—haremos todo lo posible para que puedas recuperar tu memoria—aseguro con una triste sonrisa.

—Sí, no te preocupes por nada, nosotros cuidaremos de ti mientras te recuperas o hasta encontrar a tu familia—dice la señora Katherine y el médico asiente de acuerdo con ella.

—Así que solo preocúpate por recuperarte y no te presiones, los recuerdos vendrán solos... si todo sale bien en un par de días podrás salir de aquí. Si para cuando suceda aún no encontramos a tu familia, te vendrás con nosotros, así puedo mantenerte en observación...—acaricia mi mejilla con suavidad, dándome algo de la paz que necesitaba ahora. Aunque no los conociera, me hacían sentir menos sola y asustada.

—Gracias... aunque no me gustaría causar molestias—apenas era audible mi voz, no tenía energías para más.

Estaban siendo amables conmigo, no quisiera abusar de su bondad, mucho hicieron con salvarme la vida.

—Nada de eso, no es ninguna molestia. Te dejaras cuidar sin ninguna queja ¿entendido? —Declaró la señora Katherine con una dulce sonrisa, depositando un beso en mi frente.

—Gracias...—murmure, llorando de nuevo. Ella con ternura limpió mis lágrimas, abrazándome, reconfortándome.

—Regreso al rato a ver como sigues, intenta descansar—pidió el médico. Después de administrarme unos analgésicos, nos dejó solas otra vez.

—Ya escuchaste, intenta descansar, creo que dormir un poco te ayudara...

Asentí, cerrando los ojos, tratando de serenarme y no dejarme dominar por el miedo. Algo que había pasado por alto se me ocurrió...

—¿Cómo llegue aquí? —pregunte.

—Te trasladamos del convento jesuita "Santa Elisa" de Valencia. Mi hermana es interna de ahí, desesperada me hablo pidiendo que mandara una ambulancia de emergencia al convento, pues encontraron a una joven herida en la orilla del río cercano, no sabían cómo llegaste ahí, ni que te había sucedido...—explico, estremeciéndose ante el recuerdo—En cuanto te internaron, tuvieron que inducirte al coma, era necesario bajar la inflación en tu cabeza... tienes otras lesiones no tan graves en el resto de tu cuerpo, mi esposo se ha estado haciendo cargo de ti. —Soltó un lago suspiro, lleno de preocupación y alivio—Dios quiso que despertaras, estaba comenzando a preocuparme, llevabas dos semanas inconsciente... de ahora en más solo queda recuperarte y seguir todas las recomendaciones para que puedas recordar pronto quien eres... —tenía tanto que procesar, era abrumador escuchar como llegue aquí, todo el tiempo que había pasado.

Comenzando De Nuevo ©Kde žijí příběhy. Začni objevovat